Terminal Violence – Moshocalypse

Thrash! ¡En toda la boca! Y con esto quedaría una reseña de lo más explícita, pero no. Terminal Violence la han vuelto a liar. Un mes más tarde de su publicación ponemos sobre papel nuestras impresiones de lo que si duda ha sido un regalo navideño de lo más incendiario.

Bajo la extensa sombra de los titanes del thrash metal patrio como son nuestros amados Angelus Apatrida (seguidos a rebufo de Crisix en pleno descanso) Terminal Violence une fuerzas junto a Reaktion y Holycide, por poner un par de ejemplos con excelentes nuevos trabajos, para ser referentes de la gran hornada de thrash que hay por todo el país.

Recogiendo el testigo de los grandes referentes del thrash americano, los catalanes aprietan el acelerador ofreciéndonos un estilo fresco y actualizado pleno de referencias a los pioneros del estilo.

Oír la voz de Tolo y esos afilados riffs ya te llevan directamente a reconocer una banda y un estilo que no apareció porque sí paralelamente a los diversos proyectos de sus miembros con un amplio bagaje dentro de la escena.

Tras la revolución que supuso Warhole (2023),que les ha llevado a tocar por numerosas salas o soportando las altas temperaturas en el pasado Barcelona Rock Fest, había ganas de más pues el trabajo se quedaba corto. ¿Qué hicieron? Apenas unos meses después del citado trabajo nos dejaron caer una adelanto como “Sound the Alarm” que nos puso los dientes más largos que al recién estrenado Nosferatu.

Afortunadamente la espera valió la pena. Tenemos entre manos, o digitalmente, uno de los mejores trabajos de thrash (y no digo de metal) nacional de este 2024. Y eso que este año ha estado la cosa más apretada que un dedo en el culo.

Si mi amigo Rubén en 2023 meditaba lo siguiente:

«¿Tiene sentido editar un álbum de old school thrash metal recién estrenado el año 2023? Sí, por supuesto, de eso no me cabe la menor duda. Pero, ¿tiene sentido que, en pleno siglo XXI, 40 años después de que Metallica debutaran con su Kill ‘Em All (1983), 38 años después de que Exodus hicieran lo propio con Bonded by Blood (1985) y 36 años después de que Testament editaran The Legacy (1987), una banda de thrash te siga sorprendiendo? No, la verdad es que no tiene sentido, pues cuatro décadas atrás, en el área de la Bahía de San Francisco, Hetfield, Holt, Billy y compañía ya se encargaron de sentar las bases y de contar (casi) todo lo que se tenía que contar entorno al thrash metal, de ahí que me haya sorprendido tan gratamente este trabajo.»

No hace falta darle más vueltas a esa cuestión, el sentido y la necesidad la tienen. Si los has escuchado con detenimiento no hay que explicarlo, pero si además los has disfrutado en directo te empapan y se pegan a tu cuerpo cual simbionte.

Moshocalypse (2024) pretende seguir con esa adicción creada tras ese corto e intenso Warhole (2023), así que ese sonido característico se une a la imagen. Solo viendo la ilustración de la portada ya puedes intuir esa continuación y evolución.

El reconocido logo de Carla Santacreu se une a la ilustración, nuevamente, de Quim Fondevila, mostrando al zombie mosher envuelto en un bombardeo de misiles protagonizando un circle pit alrededor de un coche patrulla en llamas (cuidado, que por menos y un megáfono en las manos os meten en el trullo). Además, si prestáis atención a los detalles de la ilustración podréis ver a los cinco miembros de la banda entre los protagonistas del mencionado circle pit.

Como podréis intuir esa mencionada continuación no solo se deja intuir en la portada. Grabado de nuevo en l’Atlàntida Studio, propiedad del guitarrista y fundador Edgar Beltri, el título viene dado por la canción “Zombie Mosher” del anterior EP y que también ha sido incluida en este nuevo trabajo al igual que “Slaves of Greed”, tema que salió como single independiente en enero de 2024 este año como regalo de reyes y adelanto de lo que tenemos entre manos. Me flipa el trabajo de batería y bajo en esta canción.

Por lo demás, las 10 canciones que componen este trabajo es lo que estabas / estábamos esperando, no nos han decepcionado en absoluto. Como marcan los cánones del estilo, riffs veloces y machacones que incitan al frenético y divertido circle pit junto a ritmacos rompecuellos que nos hacen añorar nuestras antiguas melenas.

Como sorpresa añadida, tenemos a Guillermo Izquierdo, con un registro vocal más agresivo, colaborando en “Smart is the New Dumb”. Démosle a este hombre, y como extensión a todos los Angelus Apatrida, la Creu de Sant Jordi. Ya sea junto a Crisix, Crim o dejándose pasar por nuestras salas o festivales (ya solo le queda con nuestra recientemente mencionada Bad Gyal), que los sentimos como parte de la familia.

En definitiva, enorme trabajo. ¿Con sorpresas? Posiblemente, no, pero era lo que estábamos esperando, pues nos dejaron con ganas de más. Estos chavales sabían lo que se hacían publicando un inicial EP con solo cinco canciones. El camino estaba decidido y este trabajo ha sido la confirmación, con sus directos incendiarios, que la banda ha venido para quedarse y hacerse un hueco (no hay duda que lo han hecho ya) en la apretada escena metalera de este país. Y cuidado, que seguramente esto será el principio de una fructífera carrera.

Mucha salud y thrash metal en vena.

Abel Marín

Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.

Salud y Heavy Metal.