Terroristars – Satanistars: 20 años del debut de una (interesante) banda que se quedó demasiado lejos de la gloria

Ficha técnica

Publicado el 13 de febrero de 2004
Discográfica: Peermusic / El Diablo! Gran Vía Musical / Terror Industrias
 
Componentes:
Curtonates - Voz
Herrero - Guitarra
Santos - Guitarra
Cabrera - Bajo
Chan - Batería

Temas

1. Santa agonía (2:58)
2. Padre sin fe (feat. Luis Tárraga) (3:31)
3. Derrotistars nu mierda (4:14)
4. Evil Melodies (2:26)
5. Vuela tu cabeza (feat. Lou Garx) (3:40)
6. Himno de guarro (4:03)
7. Psycho Surfer (feat. Hilda Lerme) (2:50)
8. Traidor hijoputa (3:46)
9. Damage Is Done (3:00)
10. Choque 2004 (feat. Txarly Solano, Kiki Tornado, Richard Álvarez & Edu Ostos) (2:35)
11. Norte errante (feat. Simón Echeverría "Big Simon" & Juan Aceña) (6:22)

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En los rincones más oscuros del panorama musical, emerge un nuevo proyecto que promete desatar el caos y la oscuridad en sus oyentes. Con un sonido que evoca la furia y la agresividad del metal más visceral, esta banda estaba lista para hacer temblar los cimientos de la industria musical española de la primera mitad de la década del 2000. Inspirados por titanes del género como Pantera, Slayer y Sepultura, así como por la oscuridad de grupos como Mayhem y Burzum y una pizca de Brujeria, su música fue un festín para los amantes del metal más extremo. Pero no se detenían ahí; su estética, influenciada por iconos como White Zombie y GWAR, añade una capa adicional de teatralidad y misterio a su propuesta. En su álbum debut, exploraban los límites de la música pesada, creando una experiencia auditiva, tan inquietante como fascinante… en teoría.

Satanistars (2004) marca el debut discográfico de la extinta banda de metal española, Terroristars. A primera vista, al observar su estética, un@ podría confundirlos con otra banda de grindcore, pero en realidad, Terroristars representaba un combo original e incluso innovador que nos brindó un par de álbumes llenos de death metal, música alternativa, hardcore e incluso nu metal, todo ello aderezado y revestido con una estética y una teatralidad tan inspirada en The Texas Chainsaw Massacre (1974) como en La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos (1993).

Este primer álbum, que es esencialmente una versión más elaborada de su demo del año 2003, el quinteto de Madrid se inclina claramente hacia los territorios del nu metal. Sin embargo, a diferencia de las típicas bandas estadounidenses de ese género, Terroristars eran violentos, tan violentos como Slipknot, pero con un toque agradablemente peculiar: impregnaban su música con tintes tribales, evocando la esencia de los Sepultura de su etapa Roots (1996).

Los ritmos que encontramos aquí son verdaderamente especiales, poderosos y agresivos, con algunos tempos tan persistentes que se graban en la mente y resulta casi imposible sacarlos de allí. Las letras, mayormente en español, suenan inquietantes en el contexto de esta música, pero sin duda encajan perfectamente con ella.

Se trata de un poderoso híbrido de hardcore mezclado con death, aunque ocasionalmente se pueden encontrar pasajes más suaves, especialmente en los coros. Al escuchar Satanistars, se experimenta una sensación especial; es difícil de describir cómo suena, pero es el tipo de metal que, guste o no, estuvo tan de moda dos décadas atrás.

Tras una serie de cambios en su formación y enfrentamientos con la censura gubernamental, Terroristars finalmente logró lanzar este trabajo que hoy está de aniversario, producido por el difunto Simón Echeverría «Big Simon» y con mezclas de Fred Nordström (Dimmu Borgir, In Flames, Arch Enemy) en Suecia y masterización de Mika Jussila (Children of Bodom, Therion) en Finlandia. Poca broma para tratarse de un debut.

Con letras sólidas y canciones pegadizas, todas ellas realmente originales, que no efectistas , Satanistars fue una grata sorpresa en su época; rompieron con la norma y ofrecieron al público algo sorprendente y verdaderamente inquietante, incluso fuera de nuestras fronteras. Lograron ganarse una base de fanáticos leales en toda Europa, gracias a su sonido único. Temas como «Choque 2004» incluso encontraron su camino en la industria cinematográfica.

Las hostilidades, nunca mejor dicho, se inician con «Santa agonía», el tema más célebre y reconocible de toda su discografía. Lo primero que salta a la vista es que no hace falta mirar demasiado lejos para encontrar similitudes con la música de otras bandas más o menos coetáneas y el nombre de Ktulu es el primero que a un@ le viene a la mente. Un poderoso doble bombo lleva las riendas de un tema en el que los pasajes más industriales, al más puro estilo Fear Factory, asoman en hocico en casi cada verso. Y ese sutil final:

«Mama, jode, mama
Estado chupa pollas
Represión»

En «Padre sin fe» encontramos la primera de las muchas colaboraciones que pueblan este plástico. El encargado de ceder sus dotes tras las seis cuerdas es Luis Tárraga, guitarrista de Hamlet. Aquí es donde, por primera vez en todo el trabajo, se hace más patente la esencia y la influencia del Roots, especialmente en los ritmos tribales, obviamente, y esa sección media más ralentizada.

«Derrotistars nu mierda» es el sutil título del tercer corte y, como por su título se intuye, es un descarado paseo por el estilo nu metal agresivo de bandas como los ya citados Slipknot o Mushroomhead.

«Evil Melodies» es la primera de las tres canciones en inglés incluidas en el disco y lo que más destaca es ese deje arabesco que suena de vez en cuando. Acto seguido, llega «Vuela tu cabeza», en la que colabora la vocalista española afincada en Los Ángeles Lou Garx. Ella fue la creadora del mex-metal, fusión entre sonidos latinos, rap y riffs de lo más hardcore, un estilo que le va que ni pintado a la propuesta de Terroristars.

Tras la algo confusa «Himno de guarro», le llega el turno al segundo tema cantado en inglés, «Psycho Surfer», en el que colabora la vocalista sueca Hilda Lerme, quien colaboraría meses más tarde en Beyond the Gates (2004), el segundo trabajo del proyecto paralelo de Joacim Cans de HammerFall llamado Cans, en el que también militaba el guitarrista Mat Sinner (Kiske, Primal Fear, Sinner). El tema es de los más rápidos de todo el álbum y tiene, por momentos, un deje muy «Ratamahatta».

En «Traidor hijoputa», la número ocho, me recuerdan muchísimo a unos Vita Imana (muy) pasados de rosca. De nuevo, otro sutil a la par que épico, estribillo:

«Hoy yo soy el traidor
Gran hijo puta
Que te gobierna»

«Damage Is Done» es la tercera y última canción en inglés, un tema, todo sea dicho, bastante omitible y aburrido.

La penúltima, «Choque 2004», es la que cuenta con más colaboraciones. Encontramos a Txarly Solano, bajista de Π L.T.; Kiki Tornado, batería de Def Con Dos y ex Sex Museum; al guitarrista Richard Álvarez; y al DJ y percusionista Edu Ostos. Su mayor logro fue el de ser incluida en la banda sonora de la nefasta Ouija (2004), película de terror dirigida por Juan Pedro Ortega García, «un ejercicio de aficionados que apenas cumple los mínimos exigibles para exhibirse en salas comerciales», tal y como fuera definida en su día por el crítico de cine de El Mundo Alberto Bermejo.

Con «Norte errante» llegamos al final de este trabajo. Un tema bastante flojo (y largo de cojones) en el que colaboran Simón Echeverría «Big Simon» y Juan Aceña, vocalista de Soziedad Alkoholika. Lo que pretende ser un tema épico a modo de epitafio final, acaba por convertirse en un batiburrillo de más de seis minutos que te deja con un… no diré mal sabor de boca, pero sí mejorable.

Este debut es también el punto culminante de la efímera carrera de Terroristars, una banda que, desde sus inicios, destacó por su enfoque desafiante y radical, decidida a romper con las normas establecidas y a desafiar lo políticamente correcto. Sin embargo, el éxito de Satanistars fue seguido por una serie de desafíos internos, incluyendo la trágica muerte de Big Simon y la continua rotación de miembros en la banda. A pesar de estos obstáculos, Terroristars perseveró, lanzando un par de álbumes más: Made in Hellspain (2007) y Macabracadabra, aunque este último nunca vio la luz.

A pesar del fervor inicial y las promesas de innovación, lamentablemente, el destino de Terroristars tomó un giro sombrío y desalentador. Lo que una vez fue un proyecto musical ilusionante, con un potencial rompedor y una propuesta diferente, terminó por perderse en su propio laberinto de excesos y falta de dirección. A medida que avanzaba su cortísima carrera, en lugar de consolidar su posición como una banda influyente y respetada en la escena, se vieron sumergidos en un mar de controversias y desencantos. Ahora, más que una fuerza creativa memorable, Terroristars es recordada más como una anécdota fugaz en la historia del metal patrio, un recordatorio de los peligros de perder el rumbo en un mundo musical implacable y exigente. Aunque su legado pueda estar marcado por la decepción, queda como un recordatorio de la importancia de mantener la integridad y la visión en el camino hacia la grandeza musical.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 620 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.