Excelente… No sé que pasa en Alemania con los dúos musicales rockeros pero si amas a los Picturebooks o a Mantar ahora irrumpen The Alligator Wine con todas las ganas del mundo de comerse el mundo y… ¡sin guitarras! Ya me gustaron mucho con su EP de tres temas, pero aquí se salen con una propuesta variada, fresca y diferente que te cautiva desde la primera escucha. El ex cantante de Lacrimas Profundere Rob Vittaca tenía razones buenas para empezar este proyecto junto a Thomas Taufel. Es un material que podríamos calificarlo como una andanada de rock gótico con muchas referencias al retro rock tan en boga, pero con influencias que van desde los Sisters of Mercy, pasando por Tom Waits más oscuro o incluso a su adorado Screamin Jay Hawkins. A pesar de tener las guitarras proscritas esto suena contundente y sumamente atractivo.
Atención al arrasador inicio con “Shotgun”, con teclados atmosféricos y golpes en la bordonera para luego entrar en vereda y formar un himno perfecto para definir lo que son The Alligator Wine. Hay aquí su vertiente más contundente con el sello de los Profundere y un órgano puramente The Doors. Incluso Teufel arremete con doble bombo. Impresiona el ambiente oscuro y esa producción tan opaca. Mejoran incluso con ese “Cocodrile Inn” tan evocador. Juegan con los efectos y las atmósferas opresivas con maestría y exprimen sus posibilidades reducidas a percusión, voz y teclados. Casi puedes imaginarte un directo con humo por todas partes. La voz de Rob es el gran activo de lo que ofrecen. Otra maravilla resulta “Voodoo” con madera de single.
Sigue el nivelazo en una pieza como “Ten Million Slaves”, festiva, con aires tribales y con un desatado Teufel a las congas. Por otro lado, hay los solos de un Rob que no se corta a la hora de darle el toque solista. Incluso se permiten bombos como los del St. Anger de Metallica y… ¡les quedan bien! Si hay un tema cercano a este sería “Sympathy for the Devil” de los Stones. Han recuperado los ritmos funkies de “The Flying Carousel” pues era de verdad el temazo de su anterior obra. Estribillo disco y oscuridad con sabor a los Doors. Con temas como este pueden, de verdad, hacerse grandes. Parece que el single escogido es “Mamae” que suena como si un tema de DeWolff lo cantara Lacrimas Profundere. Estribillo enérgico con aire de Billy Idol.
Entramos en terrenos muy Sisters of Mercy en “Lorane”, con muchos efectos de voz y pausa en la composición. Hay aquí el poso de Vittaca en su ex banda y mucho sentimiento en esta oscura balada. La pureza del movimiento gótico está presente en el inicio de “Dream Eyed Girl”. Aquí las bases pre-grabadas hacen acto de presencia y también la belleza de lo oscuro en un crescendo de manual que bien les podría servir de single. La templanza y la profundidad definen bien a “Sweetheart On Fire”, corte final para dar carpetazo a esta completa obra.
Soy muy de Mantar y The Picturebooks pero lo de esta gente es una pasada. Dudo que se pueda sacar más jugo de un dúo rockero sin guitarras. The Alligator Wine han fichado por una grande como es Century Media y este disco les da la razón. Destacaría ante todo el fenomenal trabajo en composición y esa libertad que transpiran. La oscuridad es su razón de ser, pero eso no les impide tirar de estribillos positivistas y arreciar con grandes dosis de fuerza al oyente. Un grupo ideal para que acompañe a otra banda grande en gira europea, así que tocará esperar a ver si podemos verles y cuándo. Por lo menos se han vuelto parte de la banda sonora de nuestro confinamiento en casa. Más que recomendados, yo les tendría en cuenta como a posible banda revelación del año.