The Black Keys – Let’s Rock

Cinco largos años han pasado desde que The Black Keys sorprendieran al mundo entero con su álbum más ambicioso, arriesgado y, a la postre, más flojo de su impoluta carrera. Turn Blue supuso una decepción inmensa para los millones de fans de la banda de Ohio.

Si bien es cierto que The Black Keys no inventaron la rueda, su garage rock revival con altas dosis de blues nos trajo descomunales discos. La banda se convirtió en una leyenda capaz de encabezar los más grandes festivales del mundo y hacer giras de estadios en medio mundo.

Rubber Factory, su tercer disco, puso en 2004 a la banda en una posición privilegiada. En esa época nacían las que en poco tiempo serían las bandas más grandes del rock de los 2000, Artic Monkeys, The Strokes, Interpol o Arcade Fire. También se vio la consagración de Foo Fighters y Queens of the Stone Age. Pero no fue hasta la entrada la década de los 2010 que The Black Keys se confiaron y sacaron a relucir todo su potencial creando dos álbumes atemporales que crearon escuela. Brothers de 2010 y El Camino de 2011 impactaron en el mundo del rock y ya nada volvería a ser lo mismo.

El subidón y la fama a veces te lleva a moverte en aguas turbulentas y su pérdida de norte se vio reflejada perfectamente en Turn Blue en 2014, disco en que el dúo abandona su esencia garage introduciéndose mucho más en la neo-psychedelia, género en pleno auge tras la aparición de Tame Impala, el fenómeno del momento. Evidentemente el disco no fue bien recibido por nadie interpretándose como el primer signo de agotamiento tras ocho discos publicados en tan solo doce años.

Ahora, tras un letargo de cinco años en el que se ha dado por muerta la formación, The Black Keys vuelve al ruedo con nuevo disco. Su título, una declaración de intenciones: Let’s Rock, ¡vamos a rockear! Si, esto era lo que necesitábamos, rock de The Black Keys. Su single de adelanto “Lo/Hi” puso todos los focos en Dan Auerbach y Patrick Carney. ¡Han regresado! Single rayando a la altura de “Everlasting Light” o “Gold on the Ceiling” aunque por debajo del nivel de “Lonely Boy”. No podía ser de otra manera, El Camino es insuperable.

En Let’s Rock encontramos una oda al rock puro con riffs sucios y una batería simple pero efectiva, una colección de doce temas directos y con gancho, cuarenta minutos de garage de notable calidad. El cambio de productor también influye en el resultado final del disco, Danger Mouse juega con su fusión entre rock moderno y retro para sacar lo mejor del dúo norteamericano.

Con “Shine a Little Light” arranca el show, tema cargado de blues, trabajo impecable en la melodía pero con falta de punch. Un efecto que si lo encontramos en el siguiente corte “Eagle Birds”, un tema marca de la casa, directo, como nos gusta: muy rockero. Tras “Lo/Hi” encontramos momentos más delicados con “Walk Across the Water” y “Tell Me Lies”, temas carentes de mucha energía pero que complementan bien el disco con su calidad.

“Get Yourself Together” reparte buenas vibraciones a diestro y siniestro, lo mismo que con “Sit Around and Miss you”, dos buenos cortes que sirven para encara la recta final del disco con una amplia sonrisa. “Go” rockea como pocas y “Under the Gun” sirve bien como previa colofón final, “Fire Walk With Me” un impecable cierre para el disco.

Con Let’s Rock, The Black Keys solamente quieren recordarnos que tienen cuerda para rato, que su estilo es el rock puro, el sucio, sin arreglos, sin inventos. No arriesgan en esta vuelta pero, ¿acaso queremos eso? ¡Bienvenidos de nuevo!

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones