The Capaces – All That Is

Que una banda ya veterana como The Capaces continue publicando álbumes de calidad, lejos de sorprendernos, podríamos decir que se está convirtiendo en una dulce y maravillosa costumbre. Y es esa perseverancia y buen hacer, esa carrera en continuo ascenso, lo que ha provocado que el quinteto barcelonés, liderado por Marta Fontana (aka Martillo), se haya colgado del cuello el cartelito de «Los mejores en lo suyo».

Hablemos claro. ¿Qué bandas, a nivel nacional, conocéis con su entrega y pasión? Ya os lo digo yo: ninguna. Esa energía, esa potencia y esa mezcla de olor a sudor, Chanel y gasolina que desprenden sus composiciones, y especialmente sus adictivos directos, se han convertido en marca de la casa y no, ahí no hay quien les tosa. Llegar hasta arriba es difícil, pero mantenerse es aún más complicado, y este nuevo álbum, su mejor trabajo hasta la fecha, no solo nos les apea del podio, sino que les haría subir un peldaño más si no estuvieran ya en el de más arriba. He dicho.

Un par de años después de la publicación de Zoetrope (2021), llega All That Is (2023), un disco que ve la luz gracias a una campaña de crowdfunding en la que yo mismo aporté mi granito de arena, compuesto por 10 temas grabados, mezclados y masterizados en varios estudios repartidos por toda la geografía catalana. Así que, como en el insert del vinilo nos dais las gracias a tod@s l@s mecenas, aprovecho para deciros: «De res, un puto plaer!».

10 temas, cinco por cara, pero no cara A y cara B. Yo les llamo cara Spaghetti Western y cara Hammer Films; escuchad los primeros cortes de cada una de las caras («At Dawn» y «Monsters») y sabréis de qué hablo. El trabajo se abre con un tufillo al desierto de Tabernas que tira para atrás, pero en lugar de encontrarnos con un bueno, un feo y un malo, nos encontramos con una guitarra que parece haber sido poseída por el espíritu de Ennio Morricone, y la trompeta Oriol Escolano de la banda barcelonesa de reggae/ska Don Cosmic, uno de los músicos que colaboran en este trabajo. «All That Is» viene a continuación para dejarnos claro que si The Capaces son tan buenos haciendo rock ‘n’ roll es gracias a temas como este, que creo que es el mejor y más adictivo aquí contenido. Guitarras punzantes, contundente base rítmica y una voz indomable, la de Martillo, que escupe con rabia eso de:

«I can feel the speed around in the deep
I’m a runaway wild horse running free»

Con «Out of My Head» la cosa se acelera, dejando un poco de lado el rock ‘n’ roll de la anterior, para acercarse más a ese punk ‘n’ roll de tan impecable factura que tanto dominan. Por esos mismos derroteros prosigue «Sudden Burst», un tema tan efectivo como efectista que promete hacer las delicias -de pequeñ@s y mayores- en directo. Con «Witch», que cierra esta primera cara, la banda deja aflorar su lado más soul y pasional. Aquí destacan las teclas de Tabatha Puig, teclista de The Easy Wind Company, y el saxo tenor de Pol Padrós.

Cambiamos de cara y de género. Que la evolución natural de Cleve de Wolverine a Werewolf tenía que llegar más pronto que tarde, es algo que queda claramente demostrado en el genial videoclip de «Monsters», una canción en la que la banda dejar aflorar de nuevo su lado más macarra, oscuro y rockero. Esa bajada de intensidad que hay hacia la mitad del tema, no solo provocará las palmas del respetable, si no que le infunde un empujón que hace que el sexto corte de este All That Is sea una auténtica delicia, y no solo para l@s amantes de la serie B. La velocidad vuelve a ser la protagonista principal en «Danger», el tema más corto del disco si no tenemos en cuenta la intro inicial. Y como esto va de contrastes, en «Aimlessly» se paran a repostar gasolina… pero solo momentáneamente, ya que la cosa se acelera -y de qué manera-, aprovechando que van con el depósito lleno de rabia y rock ‘n’ roll. ¡Pero qué bien suena esa SG, joder!

«Nothing to lose, I don’t care»

En la penúltima, «No Turning Back», terminan de poner toda la carne al asador en lo que podría perfectamente ser una jam de puro rock ‘n’ roll, aderezada por todos los retales musicales que conforman el estilo tan característico de los catalanes. El álbum acaba con la canción más pausada que les recuerdo, «Alone», en la que Martillo deja claro que no solo de berrinches vive la cantante de punk rock. Delicioso medio tiempo que pone el punto final a un trabajo redondo que no hace más que confirmar que se puede ser buen@, l@s mejores en los suyo, sin la ayuda de máquinas ni artificios. ¿Rock ‘n’ roll en vena? Sí, aquí es. Pasa y ponte cómod@.

Lo dicho: All That Is es el mejor trabajo de The Capaces. Y punto. Enhorabona!

Rubén de Haro

Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.