“Por supuesto es un CLÁSICO. Mi canción favorita del disco… Mmmm… es todo genial, ¡pero probablemente mi canción favorita sería la que da nombre al álbum: «London Calling»! Sin embargo, ‘Give ‘Em Enough Rope’ es mi álbum favorito de The Clash.” (“Olga“ de Toy Dolls)
El tiempo vuela y una obra del calibre de London Calling cumple ya 40 añazos. Hablar de este disco es hablar de la cima creativa de Joe Strummer, Paul Simonon, Mick Jones y Topper Headon, sí, pero a la vez fue un paso adelante en la historia de la música y del mestizaje. Por vez primera el punk se abría y se combinaba con otros estilos, y lo que surgía, no era nada forzado ni un pastiche ecléctico. Los londinenses llevaron los límites más allá de lo establecido rompiendo todas las reglas y consiguiendo que el mundo se rindiera a sus pies ante su tercer LP. Una banda de punk conseguía entrar en listas de todo el mundo combinando reggae, pop y rockabilly pero también material punk rabioso. Fue un doble disco de 19 temas, algo nada habitual para el estilo y hasta cierto punto hay muchas trazas que te indican que se trataría de un disco (casi) conceptual. El protagonismo se da a los eternos perdedores, a los marginados, los emigrantes, los rebeldes de barrio o los que se apuntaron a las brigadas internacionales. Muchos críticos se consideran el London Calling como el mejor disco de los 80… ¡y eso que salió en 1979!
El punk se abre a las músicas del mundo
Se suele hablar mucho de esa maravilla perpetrada por Anthrax con “Bring the Noise” con Public Enemy indagando en el rap pero nos olvidamos que The Clash hicieron algo similar 12 años antes, y siendo bastante más arriesgado. En esos tiempos los punks no se andaban con chiquitas y el fundamentalismo musical y estilístico podía no recibir demasiado bien ese mestizaje. Pero los Clash eran un grupo que iba más allá del estilo en el que se les encasilló. Se metieron en crítica política sin tener verdadero conocimiento de causa, también metieron la pata suspendiendo en geografía en la deliciosa “Spanish Bombs” y fueron vistos como el grupo que suavizó el punk. Pero ellos jugaban en otra liga y lo demostraron con London Calling. Nunca más llegaron a alcanzar ese nivel, y si eres valiente, escúchate su siguiente obra triple Sandinista! de una tirada, a ver si lo aguantas…
Fueron unos visionarios y el tiempo les dio la razón pues la industria musical terminó rendida a los sonidos reggae. Y ellos siempre mostraron un rechazo frontal a los grupos como The Police que hicieron lo mismo que ellos con, por ejemplo, “So Lonely”.
“Eso no es reggae, es el ritmo que ha impuesto la moda de grupos como Police. Somos los únicos que hemos logrado comprender las raíces y la verdadera concepción del reggae, los demás grupos siguen caminos equivocados”. (declaraciones a Popular 1)
Joe Strummer, el mito
Pero hablar de The Clash es hacerlo de su líder, el ya difunto, Joe Strummer, un personaje fascinante e irrepetible que se despidió del mundo con una muerte tan inesperada como imposible. Nació en Turquía y llegó a vivir en Granada. Joe era un tipo reservado y callado si te lo encontrabas en un restaurante o en un bar, pero cuando se subía a un escenario se transformaba y era un monstruo del directo, uno de los verdaderos líderes del rock. Se le puede considerar como el trovador del punk, la persona que nos acercó la música de Jamaica, Sudamérica, El Caribe, Irlanda o de las calles de Londres, les añadió su personalidad, su habitual dosis de autenticidad y corazón adaptándolas a su realidad vital. Empezó en los 101ers, luego saboreó la gloria y la fama con los Clash, pasó a formar parte de The Pogues y terminó con los Mescaleros.
El punk y el momento político de 1979
Los Clash llevaban ya en la mochila su disco debut, un alegato punk que les puso en primera línea y que nos presentó a un grupo valiente, sin pelos en la lengua y que no evitaba decir las cosas por su nombre. A la postre eso es lo que es el punk, no hay figuras retóricas, si te dicen en tus letras “te quiero” es un “te quiero”, si te escriben “te odio” es un “te odio”. No hace falta buscarle segundos significados. Give ‘Em Enough Rope fue su segundo paso y su primer disco en los Estados Unidos. Con London Calling se hizo saltar la banca. Eran tiempos de lucha en los que Margaret Tatcher (la llamada dama de hierro) y los Tories llegaban al poder con privatizaciones y recortes que hicieron que la gente saliera continuamente a la calle a protestar. El punk tenía toda la razón de ser y gustar a las nuevas generaciones. Ahora que está Boris Johnson, otro Torie, y quizá Inglaterra necesite a otro Strummer. El título del disco es un homenaje a las transmisiones de radio en tiempos de guerra, más que “La llamada de Londres” sería un “Londres emitiendo”.
“London calling” es una gran canción de una gran banda. Pero tienen canciones mucho mejores.” (Niclas de The Baboon Show)
Joe Strummer terminó con The Clash debido a las drogas. Topper se enganchó a la heroína y un batería no puede fallar pues el grupo se desmorona. Los Clash eran una pandilla y esa mentalidad la llevaron siempre hasta el fin. Cuando se vio sin los Clash buscó una nueva pandilla y esa fueron los The Pogues. Había conocido anteriormente a Shane McGowan rodando la película Straight to Hell de Alex Cox. Os podéis imaginar como fueron esos días de rodaje. Una fiesta ininterrumpida con gente vestida de forajidos y bandidos en el desierto de Almería. Fue tan bien que de seis semanas de rodaje usaron sólo cuatro. “Era como celebrar todos tus cumpleaños de forma seguida durante unos días” se llegó a comentar. Strummer participó como actor hasta en siete películas.
La portada
“Si hubiera sido listo hubiera machacado el bajo de repuesto, que era peor que el roto.” (Paul Simonon)
La portada de este disco es una de las más famosas de la historia del rock pues todo va más allá de una simple foto. Hay varios homenajes velados que uno puede ir analizando a la vez que disfruta de esa icónica imagen de Paul Simonon en el momento justo antes de hacer pedazos su bajo. Pennie Smith, la autora de la instantánea no las tenía todas consigo misma a la hora de utilizar esta instantánea como portada del disco. La imagen en difícil posición del bajista quedando a contraluz da una sensación quasimodesca y primaria del músico. Había un homenaje a los The Who que empezaron a romper instrumentos antes que nadie a la vez que la tipografía de las letras estaba copiada del primer disco de Elvis Presley. Dos homenajes en una misma portada. Siniestro Total hicieron un homenaje a la portada en 1983 pero en vez de un bajo hay una gaita.
19 temas con estilos dispares
Un disco que se inicia con “London Calling” ya te llega a lo más hondo desde la primera escucha. Posiblemente su tema más conocido junto al “Should I Stay or Should I Go”. Es maravillosa, con esa línea de bajo y ese contratiempo rasgado de guitarra, herencia directa del reggae, pero exquisitamente adaptado al sonido Clash. Pero lo que ya se intuía en el primer tema te explotaba en el segundo pues estabas frente a frente ante un tema rockabilly, ¡y bueno! De hecho, ese fue el primer tema que grabaron los Clash para London Calling: “Brand New Cadillac”.
En “Jimmy Jazz” hay otra de las piezas maestras del punk: una balada-medio tiempo con saxofón en la que se narra la historia de Jimmy Jazz, el delincuente sin rostro que cortó la cabeza y las orejas a Jimmy Dread. Una letra inventada pero que caló hondo en toda una generación y que a día de hoy sigue estando vigente, versión de Kortatu incluida. Hay tiendas de ropa con ese nombre, bares, salas de conciertos… El delincuente al que no se le puede atrapar, hay todo un romanticismo muy potente detrás de ese tema. Hay otra palabra clave aquí que es el “Satta Massagana for Jimmy Dread” que sería un “última oración”, pero indagando, te encuentras que Satta Massagana es un álbum mítico de raíces reggae del grupo The Abyssinians publicado en 1976. Seguro que los Clash andaban hasta las cejas de ese disco para parir la obra maestra que es London Calling.
Atención a “Rudie Can’t Fail” y la versión estratosférica de “Wrong Em Boyo” pues estamos ante unos sonidos caribeños de primer nivel, con vientos incluidos. El acercamiento que hace el grupo, capitaneado por Joe Strummer es abrumador. La gracia son las voces y coros punk combinados con todo el sabor de las latitudes jamaicanas (llega a sonar un calipso) y unas letras sobre el barrio bajo del Este de Londres, barrio adoptivo de Strummer.
Una de las mayores claves de esta obra fue el contar con el productor Guy Stevens que en esos días había caído en desgracia y en el olvido de la industria después de haber sido toda una referencia en los 60. Sacó lo mejor del grupo firmando su mejor trabajo. Temas como “Hateful” son tan aparentemente sencillos como pegadizos. Aquí el pop y la canción protesta americana irrumpe con fuerza en uno de los mejores estribillos del disco. Pero hablando de pop hay dos temas que se llevan la palma, una es «Spanish Bombs» a voz doblada y con la letra inspirada en la guerra civil española. Hay referencias a García Lorca inclusive. La otra es “Lost in the Supermarket”, un canto a lo cotidianesco con crítica evidente a la sociedad de consumo y un homenaje a uno de sus compañeros de grupo. Pero su decisión de indagar en el pop fue vista como una traición. Así titulaba una canción el loco de Seth Putnam de Anal Cunt: “Rancid son unos nenazas (y The Clash también)”.
Lo más sorprendente es la oscura “Guns of Brixton”, escrita por el bajista Paul Simonon. Lo más oscuro del disco, pero tan genial como el resto del doble trabajo. La influencia reggaees más que evidente, aunque bañada en sombras. Pocas veces una colección de 19 temas ha sido tan rotunda y “The Right Profile” mantiene el nivel dando protagonismo a los arreglos y demostrando que Strummer es una de las voces más infravaloradas de la escena punk. Se considera que el tema es un velado homenaje a su productor. En “Clampdown” hay más referencias a los bajos fondos londinenses, en la que brilla la mano de Stevens tras los controles y el pulso de los ritmos que imprime Topper. No le sería nada fácil al batería cambiar el habitual 4×4 del punk. La hímnica “Death or Glory” representa perfectamente lo que es London Calling, una colección de singles inapelables de base punk con músicas del mundo.
“Train in Vain (Stand by Me)” no aparecía en los créditos del disco y cerraba el disco por todo lo alto siendo uno de los temas que más llegaron a tocar de este disco. Rizando el rizo te encuentras con el piano de “The Card Cheat” que tiene mucho de villancico. Miles de bandas matarían para crear algo así, ellos ni la llegaron a tocar en directo. Así de insultante es esta obra, pues poco tiene que ver con el minuto y medio que es “Koka Kola”.
Conclusiones
Si todavía no te has acercado nunca a esta obra deberías enmendar este error, más allá de si soportas el punk o no. Es un hito musical y la cima de una de las bandas definitivas del rock. Abrieron muchas puertas a la experimentación y al mestizaje con mucha clase y unos temas redondos. Hay 19 y no baja para nada el listón. Agradable, divertido, variado, con mensaje y con crítica social. La cima creativa del The Clash que anticipó todo lo que estaba por venir. También demuestra que son el grupo menos punk del punk entendiendo los clichés musicales recurrentes. Cada vez que lo escucho hay un tema medio olvidado que cobra todo el protagonismo y sentido. En esta ocasión he re-descubierto “The Card Cheat” cuando siempre que lo había escuchado me había pasado desapercibido. Esa es la magia y la grandeza del disco, sigues descubriendo joyas en cada escucha. Y a pesar de que Strummer es el gran capitán y artífice de todo, recordemos que Mick Jones compone el 99% de los temas junto a su líder.