Con un sold out anticipado meses atrás y muy poco movimiento en la reventa, parecía que las ganas de ver a Robert Smith y sus The Cure eran inmensas. Con la excusa de la inminente publicación de su nuevo disco prevista para octubre de 2022 (sí, ya va tarde el asunto), la banda de Crawley se ponía en carretera el pasado 6 de octubre en Riga. Entonces presentaron ya su primera canción del esperado Songs of a Lost World, “Alone”. Pieza que ha servido como abridor en los 25 conciertos realizados hasta la fecha. Para poner en contexto el impacto de canciones nuevas de The Cure, tened en cuenta que 4:13 Dream se publicó en octubre de 2008, hace ya 14 años.
La evidente cara de nervios / felicidad de los asistentes se traducía en esos selfies cutres con el escenario en el fondo. En larguísimas colas para comprar merch conmemorativo. Un merch que por cierto estaba a precios de derribo con las camisetas a 20€ y sudaderas a 40€, algo que provocó que algo así como 10.000 personas compraran al menos una camiseta (un servidor incluido). Viendo los abusivos precios del merch en todos los conciertos de la actualidad con camisetas rondando los 35€ y sudaderas de 60€ para arriba, encontrarse en The Cure con material a 20€ daba incluso para comprarte un par de ellas.
Mucha gente rondando en las inmediaciones de un Palau Sant Jordi lleno hasta la bandera para rendir culto al único e irrepetible Robert Smith. Es curioso que un tipo tan freak logre un poder de atención y acaparación tan grande, su figura es realmente entrañable. Los fans lo adoramos, deseamos ver su cara mal pintada, su pelo mal peinado, sus ropas mal asentadas. Pero cuando Robert pisa el escenario pasa a ser lo más importante de las vidas de las 17.000 almas congregadas en la oscuridad.
Con un setlist impredecible en un 50%, las sorpresas en un concierto de The Cure son algo constante. Pese a tener ciertas piezas fijas y una longitud de concierto más o menos estable que ronda entre 27-28 canciones en dos horas y 35-40 minutos, la banda ha interpretado en esta gira 46 canciones diferentes, cinco de las cuales son completamente nuevas.
Para nuestra suerte, Barcelona contó con el show “largo” con 28 piezas y dos horas 42 minutos de duración. Casi tres horas que realmente se hicieron cortas, aunque suficiente. Para abrir boca y amenizar la espera, los escoceses The Twilight Sad actuaban como teloneros. Los escoceses, una de las mejores bandas de post punk revival del momento, tenían el acometido de no pasar desapercibidos, pues en eventos de esta magnitud el telonero no acostumbra a ser recordado de por vida. Los de Glasgow tenían 45 minutos para desplegar sus recursos frente a un aforo que creía a medida que avanzaba su show.
Con mucha entrega, energía y ganas, la banda de James Graham sonó de maravilla. Basó su escaso tiempo en entregarnos canciones de su último y mejor disco It Won’t Be Like This All the Time (2019), disco con el que han despuntado y les ha permitido tocar en los mayores festivales europeos y salir a acompañar a The Cure a lo largo de la gira de otoño.
The Twilight Sad demostraron que tienen un gran potencial y un futuro que apunta maneras. Agradecidos por tener la oportunidad de estar en esta gira, cercanos y amables, los de Escocia ofrecieron un muy buen concierto de teloneros y lograron que la gente se acabara fijando en ellos.
Y tras 30 minutos de preparación de escenario, puntualmente a las 21:00 se apagaron las luces y entraron The Cure. Ovaciones prolongadas demostraban que la gente ansiaba ese momento, endulzado con los primeros acordes de la nueva “Alone”, pieza algo deslucida para servir como entrada. Tras ella el primer momento orgásmico de la noche con “Pictures of You”, “A Night Like This” y “Lovesong” encadenadas sin pestañear. ¡Menuda forma de arrancarnos de los sillones!
La forma de entrelazar canciones largas y épicas con piezas más cortas y directas daban la fluidez necesaria al show. En este primer tramo interpretaron “Burn”, la canción ideada para la banda sonora de El Cuervo, la aclamada e intensa “Shake Dog Shake”. Una obligada “Push” del magnífico The Head on the Door (1985) permitió otra vez que la gente brincara de emoción. Pero los primeros gritos de verdadera locura se los llevó “A Forest”, la longeva canción de Seventeen Seconds (1980) es adorada pese a no tener ni estribillo, me encanta.
Con “Trust” seguida de “From the Edge of the Deep Green Sea” nos acordamos de que estamos en el aniversario de Wish (1992), disco del que rescataron hasta 4 piezas. Y tras “Endsong”, otra pieza nueva, entramos en el primer encore. La primera canción también era de las nuevas, “I Can Never Say Goodbye” en la que Robert canta en honor a su hermano fallecido recientemente. “Plainsong”, “Prayers for Rain” y “Disintegration” completaron el primer bis con maestría. La energía no decaía, ni por parte de los sextagenarios artistas como por parte de las 17.000 almas.
En el segundo bis tenían guardada toda la artillería. La sobrevalorada “Lullaby” daba el pistoletazo de salida de la próxima media hora de hitazos continúa. “The Walk”, “Doing the Unstuck”, “Close to Me”… Pero realmente los momentazos se los llevó “Friday, I’m in Love” y el trío final épico compuesto por “In Between Days”, “Just Like Heaven” y “Boys Don’t Cry”. Quizás los chicos no deban llorar, pero ya de digo que más de 100 soltaron su lagrimilla tras este trío final de canciones tan memorable.
Tras dos horas y 45 minutos, la sensación de éxtasis fue una constante. The Cure derrochó energía, poderío y maestría en Barcelona. Pese a que las nuevas canciones tienen poco punch, el repertorio se antojó compensado, equilibrado. El repaso de su carrera fue total, recuperando canciones de todas sus épocas. Los hitazos llenaron el espectáculo y enamoraron a los 100% fans y los menos afines a Robert Smith y su peculiar estilo. El juego de luces impoluto restaron importancia al hecho de que no usen pantallas para seguir el concierto, aunque entendería que los fans sentados más lejos del escenario se puedan quejar de no poder tener una visión más detallada del concierto. Grandioso concierto de unos The Cure que parecen incombustibles.
Setlist The Cure:
Alone
Pictures of You
A Night Like This
Lovesong
And Nothing Is Forever
Burn
At Night
A Strange Day
Shake Dog Shake
Push
Play for Today
A Forest
Trust
A Fragile Thing From the Edge of the Deep Green Sea
Endsong
—–
I Can Never Say Goodbye
Plainsong
Prayers for Rain
Disintegration
—–
Lullaby
The Walk
Friday I’m in Love
Doing the Unstuck
Close to Me
In Between Days
Just Like Heaven
Boys Don’t Cry