Hace más de una década, The Dead Daisies irrumpieron en la escena musical. Su misión era crear un buen rock a la vieja usanza de los 70, reunir a algunos de los mejores músicos del mundo y pasárselo en grande manteniendo vivo el rock. El nombre se inspiró en Jon Stevens y en la antigua frase «empujar margaritas», así como en la celebración mexicana del Día de los Muertos, tema que ha influido en los logotipos y las ilustraciones a lo largo de los años.
The Dead Daisies han ido viento en popa desde el lanzamiento de su álbum homónimo en 2013. Han publicado seis álbumes de estudio, uno en directo, uno de versiones y un Best of para un creciente ejército de fans en todo el mundo y son elogiados por los medios de comunicación mundiales en una época en la que el rock ha sido declarado muerto una y otra vez.
El ADN de la banda incluye un increíble colectivo de músicos que incluye a David Lowy, Doug Aldrich, John Corabi, Michael Devin, Tommy Clufetos, Glenn Hughes, Marco Mendoza, Richard Fortus, Dizzy Reed, Frank Ferrer, Darryl Jones, Charley Drayton, Deen Castronovo y Jon Stevens entre otros. Los primeros son la actual formación del grupo, con el celebrado regreso de Corabi.
2024 comenzó con la banda en Muscle Shoals y Nashville escribiendo y grabando con Marti Frederiksen. El nuevo single, “Light ‘Em Up”, se publicó el 10 de mayo y el álbum homónimo ve la luz el 6 de septiembre. La banda ha anunciado la gira Light ‘Em Up, que recorrerá los Estados Unidos, Reino Unido y Europa. Si no los has visto, esto es un aviso para que no te los pierdas. No importa que no sea tu grupo preferido, en directo son una absoluta garantía.
Centrándonos en este nuevo lanzamiento, vemos que son 10 temas de puro rock ‘n’ roll, quizá mejor que sus últimos lanzamientos, y que sin en estudio suenan bien, encima del escenario serán apoteósicos. Sobre el desempeño de los músicos creo que no hace falta decir nada, simplemente ve el line up y entenderás de qué son capaces estos muchachos.
El primer single, el homónimo “Light ‘Em Up” es puro rock, con un riff tremendo y un Groove apoteósico. Ya me la imagino abriendo shows. En la misma línea sigue “Times are Changing”, quizá con menos intro pero con el mismo espíritu del grupo y del estilo. Y “I Wanna Be Your Bitch” se destapa como una de las mejores del disco, con un vacile tremendo. ¡Esto es puro Rock n’ Roll”. Más tranquila, a ritmo de bajo y hi hat, empieza “I’m Gonna Ride”, y tiene otra vez todos los elementos del grupo y del estilo. En ocasiones, más que en otros temas, el nombre de AC/DC te vendrá a la mente.
El hemisferio llega con “Back to Zero”, que por alguna razón que no sé decir, me parece algo más floja que sus predecesoras. Pero ¡ojo! Eso no significa que sea un mal tema, solo que no me engancha tanto como las otras. “Way Back Home” recupera algo de ese vacile tan típico del estilo, y para mi eso significa ganar puntos. Algo similar pasa con “Take a Long Line”. Es un gran tema, pero quizá se pierde en el disco. El problema que tienen los Daisies es que sus temas se parecen mucho entre sí, y en un disco de 10 canciones puede penalizar.
Encaramos el final con “My Way and the Highway” y todo lo dicho hasta ahora es válido: temazo, vacile, sonará mejor en directo pero puede perderse en el mar que es el disco. La que sí cambia, porque es una balada, es “Love That’ll Never End”, y aunque no está mal, estoy en un punto de la vida en que o la balada es realmente bueno o es un fast forward de manual. Y acabamos con “Take My Soul”, con un tempo tirando a lento y una melodía vocal que me recuerdo (¡ojo aquí!) a Savatage. Temazo para acabar.
Así que a pesar de lo dicho, sube el volumen, disfruta del viaje y… ¡rockea a tope!
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.