Los incombustibles The Fleshtones presentan nuevo disco: It’s Getting Late (…and More Songs About Werewolves) (2024). Los de Queens nos ofrecen un menú del día compuesto por 13 platos, divididos en entrantes y postres. Tras su anterior lanzamiento, Face of the Screaming Werewolf (2021), la magia en los fogones continúa con más historias de hombres lobo.
The Fleshtones son auténticos, rítmicos y parecen eternos: llevan más de cuarenta años de plena intensidad. Considerada una banda de culto, en gran medida gracias a sus intensos y divertidos directos, el público asistente baila, disfruta y suda a partes iguales. Guitarrazos, melodía, emoción y energía son sus ingredientes básicos.
En su momento, The Fleshtones fueron una de las bandas pioneras del revival del garage rock a inicios de los 80, con influencias sesenteras y psicodélicas. Su puesta en escena, vibrante y enérgica, era —y sorprendentemente continúa siendo— su seña de identidad en esos festivos directos. En It’s Getting Late (…and More Songs About Werewolves) demuestran, una vez más, por qué son uno de los grupos de garage rock más interesantes desde sus inicios, a finales de los años setenta. Su mágica composición se transforma en una receta infalible.
Vamos con una de hombres lobo: en “You Say You Don’t Mind It” los aullidos hacen acto de presencia. La película de terror El hombre lobo (1941) de Universal Pictures, y su protagonista Larry Talbot, interpretado por el inolvidable Lon Chaney Jr., son mencionados en este tema. “Getting High With You Baby Tonight” encaja como un guante en sus trepidantes conciertos.
El tracklist del disco incluye tres versiones: “Love Me While You Can”, un rock ‘n’ roll básico de Johnny Rivers pasado por el filtro de The Fleshtones; “Empty Sky” de Elton John y Bernard Taupin, un temazo vacilón y enigmático del álbum debut de Elton. ¡Buenísima y sorprendente elección!. La tercera versión es la instrumental surfera “The Hearse” de Lee Hazlewood, donde no podía faltar una guitarra surf en la mezcla.
“Way of the World” es un power pop fino, con una melodía agradable. El bajista Ken Fox se encarga de la voz. En general, las voces principales se reparten entre el carismático, divertido y elegante Peter Zaremba y el saltimbanqui Keith Streng, quien además de tocar la guitarra se centra en desafiar la gravedad con sus característicos saltos de rana.
Y, cómo no, la psicodelia entra en acción: The Fleshtones aportan su habitual cuota en “Wah Wah Power”. La armónica brilla en “Morphine Drip”, un super rock rítmico al son de las palmas. Otro cañonazo es “Big As My Balls”, mientras que la caja en negras de “That’s Why I’m Turning To You”, con la batería precisa y sobria de Bill Milhizer, te invita a bailar.
Con el añejo y expresivo sonido de la armónica, The Fleshtones se despiden en “It’s Getting Late”. Brindemos de nuevo para celebrar que esta explosiva y frenética banda de garage rock sigue en pie después de más de cuarenta años en los escenarios… ¡y que nosotros podemos seguir disfrutándola!
¡Salud!