Los amantes del rockabilly más clásico están de enhorabuena, pues The Hurricanes ya han aterrizado definitivamente en la escena. Después de presentar algunas grabaciones en las que el encargado del contrabajo fue Johnny “Spazz” Haton, que sonará a más de uno por formar parte de The Brian Setzer Orchestra, publican bajo su propio sello este Devil’s Choice, diez temas que parecen visitarnos desde el pasado, trayendo a nuestros días el espíritu de los años cincuenta como hacen The Rhytm Shakers o The Delta Bombers.
El álbum comienza con dos cortes ya publicados bajo el sello Missing Fink Records el año pasado. El primero de ellos, “Rockabilly hair” no deja lugar a dudas de lo que los estadounidenses han venido a traer: rockabilly y punto. Sin experimentos, sin mezclas.
Se empieza a poner el ambiente más frenéticamente bailable en “3 days in Memphis”, auténtico temazo donde la encargada de marcarnos el camino es la limpia guitarra y su continuo canturreo, que no da tregua ni un momento, hasta que entra “Old lady luck”, en la que encontramos la faceta más country de la banda.
Muestran un lado oscuramente juguetón en “Evil dead”, donde las seis cuerdas pasan a un segundo plano excepto para añadir algunos punteos que hacen que el tema no caiga en lo monótono.
“Liquor, beer & wine”, que también fue presentada hace unos meses, suena fresca y genuina, acometidas de armónica incluidas, haciendo imposible que alguien permanezca impasible (valga la paronimia) ante su compás.
Vuelve la influencia inconfundiblemente country en “Long distance bass”, a la que le sigue “Outside of town”, otra canónica composición perfecta para quienes gustan de sudar en la pista.
Coge el relevo “The oblong box”, muy en la línea de su predecesora, dotando de más fuerza a la base instrumental, haciendo de este uno de los cortes más chulesco de la banda.
Vuelven a asomar los sonidos de la armónica en “Hepcat”, convirtiéndola en la canción más bluesera del disco, aunque las ganas de hacer que el personal no pare de moverse siguen patentes en cada pulso. Y, como no podía ser de otra forma, no desaparecen para la despedida, “Got the blues”, donde guitarra y contrabajo se fusionan como uno a la perfección, y en la que The Hurricanes hacen uso de todos sus recursos para dejarnos con el mejor sabor de boca posible.
Llega así a su fin un nuevo trabajo con la tarea de tomar el relevo de nombres como The Reverend Horton Heat o Stray Cats, mostrando una vez más que, aunque la música está en constante evolución, los sonidos que asentaron las bases nunca desaparecerán del todo.