The Last Internationale – Running for a Dream

Fue en un Azkena Rock del 2015 cuando la flecha de cupido me atravesó de lleno mientras unos, hasta entonces desconocidos para mí, The Last Internationale, me embelesaban desde el Kim Fowley Stage. La actitud, las tablas, y el magnetismo que estaban desprendiendo encima del escenario Edgey Pires, y en especial Delila Paz, un cañón de soulwoman, se apoderaron perdidamente de mí. A partir de ahí he seguido bastante a la formación, además, a los que les pasó lo mismo que a un servidor nos ha sonreído la suerte, ya que TLI es una banda que se deja ver bastante por la península, ya sea en festivales como Rock Fest (que afortunados fuimos los pocos que allí nos congregamos…), Cruïlla, Mad Cool… o en salas como Razzmatazz 3, concierto al que también asistí hace un par de días.

A punto de cumplirse ocho años de aquella primera vez nos presentan su tercer trabajo de estudio, Running for a Dream (anunciado como LTI3, y quinto si contamos dos trabajos editados de manera no profesional entre 2008 y 2011), gestado en plena pandemia y grabado casi en su totalidad en Portugal. Esta vez para la batería han contado, entre otros, con Joey Castillo (Queens of the Stone Age, Danzig) y Eloy Casagrande (Sepultura), encargándose como siempre, Edgey y Delila, del resto del cotarro.

Running for a Dream sigue la senda marcada por sus anteriores entregas, es decir, rock con alma de soul, pero mostrándonos algún que otro nuevo camino a explorar como es el caso de Ghettoway Driver, un corte lleno de sintetizadores que le dan un toque muy pop ochentero, o “Hero”, uno de los más potentes del disco, que si bien tiene el sello Edgey/Delila, es poseedor de cierto aire a bandas de Third Man (sello discográfico de Jack White) en la guitarra de Edgey, sobre todo en las partes del principio. Dentro de los cortes más potentes también nos encontramos el machacón “Hoka Hey!”, con ese final tan trepidante que vuelve al inicio del tema, y el funky con carga política de “1984”, que tiene una sección rítmica y unos compases muy Rage Against the Machine.

En la parte más soul del disco, y donde siempre Delila sabe sacar mejor provecho a esa increíble voz, sobresale el tema título, un claro alegato a esas personas que día tras día intentan con diferente fortuna cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en busca de un sueño, de un futuro mejor.

“No matter where I go
I’m just running for a dream
No matter where I go
Oh, I’m just running for a dream
No matter where I go
I’m just running for a dream
No matter where I go
Oh, I’m just runnin’”

Delila está enorme en la bluesera y melódica “You Gotta Fight for Love”, que cambia a unos últimos minutos in crescendo, al igual que en “Unchain My Heart”, con un marcado soul influenciado por Aretha Franklin o Etta James.

The Last Internationale vuelven a editar un disco bastante apetecible, quizás algo más melódico que lo anteriormente mostrado, y una vez más me vuelve a pasar lo mismo que con sus trabajos anteriores. We Will Reign (2014), Soul on Fire (2019), y el aquí reseñado, son notables discos, pero les falta un punch para poder subir un peldaño, y es que quien haya podido asistir a algún concierto de la banda se habrá dado cuenta de que cualquier tema gana tantísimo en vivo, que cuando lo vuelves a escuchar en el disco parece que le falte algo.

Jaime Arjona

Pota Blava y fanzinero de los 90. La música siempre ha sido una de mis grandes pasiones, y aunque el Metal es mi principal referencia, no he parado de moverme por diferentes estilos sin encerrarme a nada. Con los años el escribir también se convirtió en otra pasión, así que si junto las dos me sale la receta perfecta para mi droga personal. Estoy aquí para aportar humildemente algo de mi locura musical, y si además me lo puedo pasar bien…pues de puta madre.