The National, ¿cómo encaja en la revista una banda como The National?
Si, seguramente muchos de vosotros, lectores, estáis pensando en esto. Quien haya leído cosas escritas por mi ya sabe que valoro la música por encima de las etiquetas y de los estilos. Defiendo por encima de todo la composición y la elaboración, sea rock, metal, incluso pop rock, o sea, valoro el arte hecho música. Y aquí es donde entra The National, bajo el concepto de arte.
Si bien es cierto que la banda de Cincinnati se formó hace 20 años siendo una banda de post punk revival, la propuesta de este último lustro se inclina más hacia el art rock o el art pop. Atrás quedan unos impresionantes discos de rock como Alligator de 2005, Boxer de 2007 y High Violet de 2010. Entrando en esta década que nos ocupa un melancólico e introspectivo Trouble Will Find Me nos regaló alguno de los mejores temas de la banda, aún con el aire post punk rebajado con unos toques acentuados de chamber pop, así como un in crescendo foco de atención en las viscerales voces de Matt Berninger.
La estabilidad es seguramente el factor determinante cuando se habla de The National. Un conjunto que vierte las más duras letras sobre temores existenciales y clases de superación personal. Una superación con la que marcan cada nuevo disco, su ambición no conoce límites y cada disco intenta superar al anterior. Si bien parece a simple vista que la banda queda estancada, si profundizas en cada disco verás que supera con creces su anterior trabajo.
Trouble Will Find You plasmaba sobre las canciones los altibajos de la relación de pareja de Matt y Carin. Una Carin que acostumbra a trabajar a la sobra de la banda ayudando en las labores de letrista. Ahora el problema sentimental ha evolucionado, pero ¿cómo?
Por primera vez Berninger no es el centro de atención del disco, aquí colaboran ( ¡y no poco!) multitud de voces femeninas que, lejos de acompañar, roban el protagonismo a Matt. Cantantes de la talla de Lisa Hannigan, Mina Tindle, Kate Stables, Sharon Van Etten y Gail Ann Dorsey, así como el fantástico Brooklyn Youth Chorus hacen su genial aportación al disco. Aportación de perspectiva a modo de conversaciones entre ella, la fémina y él, el frontman de Ohio. El resultado es sorprendente, la trascendencia e intensidad de cada tema es increíble, cada corte rebosa belleza y luminosidad.
También voy a destacar que se trata del álbum más largo de The National que, lejos de aburrir, te deja con una sensación de plenitud asombrosa. Mi única intención al acabar la reproducción es repetir algunos de los temas de forma aleatoria. Aunque mi inclinación natural es decantarme por “Not in Kansas”, que posee una de las más brutales melodías y coros de la banda; un tema sublime. Aunque es fácil recomendar cualquiera de los dieciséis cortes de I Am Easy to Find, tienpues todos tienen algo que los hace especiales.
En cuanto al apartado musical, la composición se apoya obviamente a las voces que tienen el total protagonismo. El minimalismo instrumental recuerda cada vez más a propuestas como la de Radiohead o hasta Bon Iver, los hermanos Dessner han modulado tanto su rock que disfrutan a base de la «orquestralización» del sonido, los arreglos electrónicos cobran cada vez más poder y recursos como las dobles voces, los susurros o los coros múltiples se reúnen aquí para dar un volumen intenso a la par de precioso.
Quizás no te gusta The National, pero no podrás decir que su capacidad de hacer música bella no conoce límites.