Diez discos en su haber, 35 años en activo. Artistas cincuentones haciendo música a priori juvenil. The Offspring no necesitan presentaciones, su legado y su huella hablan por si solos. Tras casi 10 años de silencio discográfico, regresan con Let the Bad Times Roll. ¿Era necesario?
Si, era necesario. Siempre es bienvenido un nuevo disco de Offspring. Aunque lejos quedan los discos que les hicieron gigantes, nunca esta de más tener nuevas canciones de los californianos. Es evidente que la calidad de los discos ha ido de más a menos desde el increíble Americana (1998) y Let the Bad Times Roll sigue la estela de esta sensación de alegre decadencia de la banda.
Pero Let the Bad Times Roll no es un mal disco, ojo. Pero queda a años luz de sus mejores trabajos. Dexter Holland and co. siguen teniendo suficiente imaginación y maestría para componer canciones suculentas y con gancho. Canciones llenas de vida y, lo más importante, fieles al sonido de The Offspring. Es fácil enamorarte de alguna de estas nuevas canciones, personalmente me quedo con “This is Not Utopia”, «Coming For You» y “Army of One”, canciones que me han recordado la mejor versión de la banda.
Pero también nos topamos con canciones de relleno poco inspiradas. Teniendo en cuenta que el disco dura 33 minutos, no era necesaria la cover de “In The Hall Of The Mountain King”, ni la versión ralentizada del clásico “Gone Away” o incluso “Lullaby” que cierra el disco de una forma inusual.
El disco en lineas generales es notable, las canciones buenas son buenas, las mediocres son totalmente omitibles ahora y para siempre. Pero admiro la valentía de una banda que no tiene nada que demostrar, sacarse el polvo y crear un disco meritorio en todas las circunstancias que podamos imaginar.
Let the Bad Times Roll es un disco notable con puntos fuertes y otros insustanciales. Para los fans de la banda, es un regalo algo inesperado. Para los que no profesan amor a The Offspring, este disco no les acercará más a su legado.