Originalidad, bendito tesoro. En estos tiempos que corren es el bien más preciado para conseguir llegar a algo en un mundo global, con miles de bandas con cosas que aportar y que decir. The Picturebooks llevan ya varios años de trayectoria, es una banda alemana y actualmente es un dueto de guitarra y voz con batería-percusión. Son una mezcla de blues primigenio del Delta con aromas del desierto y con la inspiración de Tom Waits en los 90 a la hora de lucir percusiones. Apuntad los nombres de Fynn Claus Grabke y Philipp Mirtschink porque estamos ante un dueto tan especial como en su día lo fueron The Dresden Dolls o lo que quieren llegar a ser Mantar. Obviamente tengamos claro que estoy hablando de duetos artísticos, no de estilos musicales.
Impresiona el inicio a capela con la demostración vocal rotunda de Fynn Claus Grabke. Una forma original de apertura que ya te dice que estás delante de algo sumamente especial. Se hace la luz y “Howling Wolf” te golpea con esas mandolinas y percusiones oscuras que recuerdan a Tom Waits del disco Bone Machine (1992). Emblemático tema con un riff a voz adornado por una mandolina incesante que enamora. El blues ancestral toma “Like My World Explodes” a un ritmo arrastrado con cascabeles y una armónica de base para que la melodía serpentee cual serpiente cascabel en el desierto. Steel guitars y escobillas para enamorarnos con “The Hands of Time” que cuenta con videoclip grabado en California y es el rotundo avance del disco. Skates, chicas guapas y espacios desérticos es el menú habitual de esta gente.
Hay varios puntos de conexión con lo que hacen Zeal & Ardor, especialmente por mantener el blues más puro como base, aunque unos coquetean con el Black Metal y otros con el rock desértico y la oscuridad de Waits. Los temas son cortos y entran muy fácilmente. El piano entra con fuerza en la expresiva “The Day the Thunder Arrives” con regusto a sol y cactus con unas percusiones que le dan un enorme dramatismo a la composición y a la que añaden un interesante solo de guitarra acompañado por la voz de Fynn. Pero si hay un tema que pinta como segundo single esta es la maravillosa “Electric Nights”, muy definitoria del disco y del grupo en general. Punto comercial y coros para arropar un estribillo tan genial como simple, bien aderezado con efectos sonoros. Oscuridad y atmósfera cargada en “Tell Me Lies” con las seis cuerdas protagonistas y los coros de adorno cercanos a la espiritual negra.
Lo más parecido a una balada toma cuerpo en otra composición brillante como es “Rain”, con un excepcional y casi teatral Fynn a la voz en un western que incluye campanas y un riff a silbido. Absolutamente magistral. Vuelven al juego de coros y capela en “You Can’t Let Go” para firmar un brillante dueto con toda una Chrissie Hynde de The Pretenders, siempre abierta a colaborar con bandas y solistas que apunten alto. Por otro lado, se acercan al rock básico en “Lizard” en otra demostración de apertura de miras y eclecticismo galopante, incluso el ritmo hipnótico y machacón les acerca a otra banda que despunta por su enorme cabal de originalidad y frescura: King Gizzard and the Lizard Wizard. Hablando de galopes, el trabajo global de Philipp a las percusiones es impresionante. Final cantarín con “The Rising Fall”, resumiendo un poco todo lo que ha sido el disco.
Estamos ante una de las agrupaciones más originales y divertidas que uno puede escuchar a día de hoy. Es imposible no amarles, y eso que van bastante más allá de lo que puede ser el rock en general. No es heavy metal ni lo pretende en ningún momento, pero la escucha de The Picturebooks es una revelación semejante a la que tuvimos al escuchar por vez primera a los ya mencionados Zeal & Ardor. Dentro de poco están de gira y si la gente llega a escuchar este disco a tiempo, os aseguro que la Rocksound estará a petar. Uno de los discos del año.