La maldita pandemia dio al traste la curva ascendente que había cogido el grupo hasta el momento. Este dueto alemán posee una de las propuestas más interesantes y diferentes del panorama rockero mezclando blues, heavy y psicodelia a modo de dúo. Tras tres discos (el tercero, excepcional) y con Europa ya pateada varias veces en furgoneta habían conseguido telonear a grandes nombres del panorama rockero actual.
La crisis les frustró pues estaban con los billetes para desembarcar en Estados Unidos yendo de teloneros de Volbeat, por lo que las grandes arenas americanas estaban a un tiro de piedra. Su imaginería y estilo casa perfectamente en esas latitudes, por las que, por cierto, han llegado a grabar algún disco. Sus videoclips de motos parecen hechos para ese mercado.
Ha sido una lástima, pero tocaba reinventarse, y ya que funcionó esa colaboración con toda una Chrissie Hynde en The Hands of Time, ¿por qué no crear todo un disco nuevo basado en colaboraciones de sus muchos amigos y compañeros de fatigas? La verdad es que el resultado es sorprendente y muchas ganas le tenía a Fynn y a Philipp pues soy de los que les tiene cogida la matrícula y creo que están destinados a triunfar. Incluso se dio la opción de poder crear las letras de cada tema a cada artista invitado y… de verdad que la cosa ha funcionado realmente bien.
De entrada, quiero hablar de la excelencia: los mejores temas que más te convencen de que este proyecto es especial. Por un lado, hay la enorme “Holy Ghost” en la que participa un peso pesado como es Jon Harvey de los Monster Truck. Ritmo hipnótico aromas de desierto y pura clase en un ejemplo de verso + puente + estribillo. Estamos ante su nuevo himno de directo y un single infalible.
La otra es divina y cuanta con otra voz impecable que lleva al grupo a otro nivel: Lzzy Hale. “Rebel” es una auténtica pasada. Parece que la Hale está ya en todos los proyectos habidos y por haber, y es que lo merece. Lo que no sé es como se las apañarán en directo pues es un gran tema, pero sin Lzzy dudo que pueda llegar a ser posible. Si yo fuera ella les pediría para llevarla al directo con Halestrom. Gran trabajo de Fynn a la guitarra con unos arreglos sencillos pero efectivos mientras que la vocalista demuestra poder y clase sobrada.
La machacona “Here’s to Magic” engancha, pero a base de un repetitivo estribillo constante. Está allí todo un Deenis Lyxzén de Refused y es un corte plenamente The Picturebooks con esas percusiones salidas del infierno. No la situaría entre lo mejor del disco si bien es un buen inicio. Los aromas del desierto americano aparecen en “Corrina Corrina” en la que está todo un Neil Fallon de Clutch, un vocalista prodigioso y totalmente reconocible. El estribillo es de los que quedan.
El blues de raíces del Delta despega en otra de las mejores composiciones del disco como es “Catch Me If You Can” en la que cuenta con un hombre que ha nacido para cantar este estilo de canciones: Chris Robertson de Blackstone Cherry. Otra gran dama de rabiosa actualidad que se acerca al The Picturebooks es Leah Wellbaum de Slothrust en un medio tiempo en el que cuentan con esas percusiones oscuras e inquietantes que utilizaba Tom Waits en sus discos más oscuros de principios de los 90.
El sonido opaco de “Too Soft to Live and too Hard to Die” no nos muestra a Elin Larsson de Blues Pills en su plenitud, pero si que muy original, a la vez que arriesgado. Hay mucha psicodelia y voces distorsionadas, pero es un tema muy deudor de sus primeros trabajos. Dando un giro a todo encontramos al gran Elrend Hjelvik ex de Kvelertak y poseedor de un buen proyecto en solitario Aquí bajamos hasta las catacumbas entre sirenas y con su voz rasgada que le da al disco otros elementos y colores. Destaquemos también el gran papel de Ryan Sin de The Destillers al bajo, dando mucho empaque al disco. Toca en varios temas y resulta clave en todos.
El otro bajista participante es Dave Dinsmore de Brant Bjork al que se encontraron de forma casual en una tienda de discos de Berlín y accedió a participar. Contar con Laurent y Mathieu de The Inspector Cluzo te permite indagar sonidos a lo Doobie Brothers, dar otro giro de estilo, pero mantener credenciales. Muy divertida y elegante. Luego atacan con otro dueto de invitados, gente de The Well en “Blind Riders”.
Curioso es el final del disco con esa rareza que lleva por nombre “Again and Again” y luego esa “Song 12” que la veo como tema de inicio o final de show al ser toda instrumental, con esas voces de coros que dan color a un loop muy The Pictruebooks con esas percusiones variadas.
Es el disco más especial de este dueto alemán y muy posiblemente sea el mejor a pesar de que a mi el Hands of Time me parece muy especial. The Picturebooks han pasado de hacer del problema pandémico un campo de juego y posibilidades. No solo han conseguido enormes participantes, sino que han conseguido la inspiración necesaria para que todo luzca a un altísimo nivel. Hay un par de obras maestras y luego no hay espacio para el relleno.