Crónica y fotos del concierto de The Pineapple Thief + Trope - Sala Salamandra (L'Hospitalet de Llobregat), 1 de marzo de 2022

The Pineapple Thief: Las piñas progresivas robadas pasan a ser plato de tres estrellas Michelín

Datos del Concierto

Bandas:
The Pineapple Thief + Trope
 
Fecha: 1 de marzo de 2022
Lugar: Sala Salamandra (L'Hospitalet de Llobregat)
Promotora: Madness Live! / Swex Booking
Asistencia aproximada: Sold Out personas

Fotos

Fotos por Josep Maria Llovera

Soy un enamorado de Bruce Soord y de sus incursiones musicales, pero como vosotros, os pasará que no llegasteis a enamoraros del ladrón de piñas hasta que este señor unió caminos con Gavin Harrison, rutilante baterista de Porcupine Tree y de King Crimson en posterioridad. El salto de calidad en cualquier banda solo por el hecho de contar con Harrison es evidente, pero considero que es especial en ellos, puesto que los Pineapple podrían funcionar sin Gavin (o deberían empezar a planteárselo tras volver él con Porcupine Tree).

Ha crecido mucho el grupo desde que tocaron en el añorado Be Prog, pero está claro que su baterista mueve montañas, y hay que hacerse a la obligada deserción que va a suceder más pronto que tarde. Pero vivamos de la inmediata realidad y disfrutemos de lo que nos ofrecieron estos ingleses porque la noche fue una auténtica gozada si te gusta este prog emocional de esos que parece que no hay lucimientos rotundos ni solos, pero es que lo ofrecido es mayúsculo… De entrada, deciros que pasamos de la Nau a Salamandra, y esta registró un llenazo que bordearía el sold out.

De todas formas, y por mucho de que ame todo lo que ha hecho el señor Soord, seguro que estaréis conmigo en que Versions of the Truth es lo que os ha hecho rendiros a sus pies. Recordemos que en su entrevista con nosotros nos confesó que si no hubiera entrado Gavin se iban a separar y que no le moló nada el hecho de que entrase el baterista de Porcupine Tree, la banda con la que siempre son comparados…

Trope en formato dueto acústico y pastel de cumpleaños

De entrada, me parece realmente difícil de digerir que este grupo sea telonero de Symphony X en su próxima gira. Entiendo que este formato dúo es un apaño elegante y que les va bien a los ladrones de piñas puesto que suenan bastante más contundentes, pero… Una guitarra acústica excelente y una vocalista estelar no son suficientes para el entreacto…

“Lambs” y “Plateau” nos presentaron a la pareja, ella, Diana Studenberg, con una voz muy a lo Cristina Scabbia de Lacuna Coil y él con un gorro y tras unas gafas. “Planes” es de lo mejor del repertorio con un alma muy noventera, tendencias grunge que se adivinan a pesar de la desnudez de la acústica y la voz. La sensación de repetición y de monotonía empezó a tomar la sala, pero el público fue prudente y respetuoso. Rompieron el ritmo con un pastel para cantarle el “Cumpleaños feliz” al guitarrista.

A pesar de la belleza de “Pareidolia” y de todo lo que apuntan, todo se hace repetitivo en este formato, pues no les hace justicia a lo que ofrecen y pueden. Si habéis escuchado Eleuthoromania sabéis de lo que os hablo. Sinceramente hay que agradecer al público proggy barcelonés su paciencia y entrega. Por mucho que tires de elogios a Gaudí, a la ciudad y que saques las velas con el pastel no es lo que esperábamos…

The Pineappple Thief sube a otro nivel

Puntuales y cargados de clase asaltaron el quinteto británico un escenario con el público absolutamente entregado a la par que expectante. La gente iba a convencerse de que The Pineapple Thief es algo sumamente especial y que van mucho más allá del fichaje galáctico de Gavin Harrison, pero… ¡es que menudo fichaje! Ya en “Versions of the Truth” te quedas impresionado, pero es que el sonido y los coros del grupo son de un nivel excepcional. Y cada vez canta mejor Soord.

La sorpresa de la noche vino con el “In Exile” puesto que no estaba en su anterior setlist. Un poco el DVD de “Nothing but the Truth” presentaba una iluminación especial y aquí han apoyado su directo en unos focos verticales bastante originales. El eterno escudero al bajo Jon Sykes iba con unos auriculares XXL y con cinco cuerdas, y la canción emocionó. Atmósfera cargada de sentimiento y escalas arabescas. Aquí es cuando el líder se dirige al público con un “Hola Barcelona, fantàstic estar aquí”. E inmensa respuesta por parte del público.

Cayó luego el “Demons” con iluminación roja, acorde con la temática. La verdad es que el pánico escénico de Bruce ha quedado en el olvido a pesar de ser comedido en entrega y comunicación, eso le hace más enigmático. Terrenos acústicos para un “No Man’s Land”, acústica en su integridad y preciosa. Es una banda que consigue un feeling especial, y gran parte de ello viene desde detrás de las timbalas. La sensibilidad con la que juega Gavin es de cinco jotas.

Cambio de guitarra para Bruce y turno para un “Our Mire” de alucine. Es una de esas canciones más intensas y eléctricas y permitió lucimientos varios a toda la banda. Gavin hipnótico y con Sykes sin su bajo. Y es que en “that Shore” lo que más impresionó fue el silencio sepulcral de una sala que estaba bordeando el sold out.

Anunciaron que iban a sacar un disco nuevo con versiones regrabadas de su material primerizo, y “Give It Back” es la elegida para presentarlo. Si eres de los que cree que un grupo de este estilo prog tan calmado y sentimental puede aburrirte es que no conoces a los ladrones de piñas. “Far Below” precedió a uno de los grandes momentos de la noche: “Driving like Maniacs”. Absolutamente magistral en su ejecución y los juegos de Gavin con la bordonera son mayúsculos. El hecho de que la percusión catapulte a una balada como esta ya dice mucho de lo que es capaz el combo inglés.

Su guitarrista de apoyo se calzó una acústica verde para regalarnos un “White Mist” con focos blancos y con un final trepidante y técnico. Otro de los grandes logros del grupo es que su técnica y perfección no es fría y en todo momento transmiten emociones y disfrutan su cometido. Presentó Bruce a John antes de “Uncovering Your Tracks”, y antes de los bises, regalaron “Wretched Soul”, una de las imprescindibles de su vasto repertorio.

Aplausos para recibirlos en los bises con un “Part Zero” con alma de jam session para luego dar paso a una de las más queridas: “The Final Thing on My Mind”. Extensa demostración en la que hay que resaltar el papel de un Steve Kitch que es una de las piezas claves en su sonido. Esos teclados envolventes y los colchones hacen que todo flote. Punto final con el “Nothing at Best” del disco Someone Here Is Missing, obra con la que un servidor les descubrió. Cómo ha crecido el grupo desde entonces… Juegos de samplers y ese obvio parecido con Pocrupine Tree que siempre les ha perseguido. La gracia es que el tema tiene un cierto aroma a Alan Parsons que también se agradece. Magistral.

Personalmente era uno de esos conciertos que tenía como obligados y uno de los que más ilusión me hacía de esta temporada. Tuvimos en el Salamandra la constatación de que The Pineapple Thief es una de las grandes realidades del momento y de la escena prog. Y pensar que estuvieron a punto de arrojar la toalla… Veremos ahora si Gavin puede compaginar ambas bandas y esperaremos ansiosos su nuevo disco de autoversiones, pero… el reto está en su nuevo material.

Si la cosa sigue a este nivel está claro que las piñas van a ser la fruta preferida del progresivo actual. Y también me gustaría añadir que la escena prog contemporánea es una auténtica gozada y que las propuestas que hay allí fuera son delicatessens de lo más variado. Se les quedó pequeña la Nau y pasaron a la Salamandra, pero estoy seguro que en su próxima visita habrá que buscar una sala más grande. Esto no ha hecho más que empezar…

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.