Más de 10 años hace que los italianos The Rainbird publicase su primer y, hasta ahora, único larga duración. Tras este tiempo en stand-by la banda por fin publica material nuevo bajo el nombre de Queen Takes King, disco que empezaron a grabar en 2018, y cuya principal novedad es la incorporación a la voz de Mike Vescera, conocido por ser miembro de formaciones como Loudness o Yngwie Malmsteen. Y aunque la espera ha sido larga, se puede decir sin titubeos que ha merecido la pena.
Se abre el álbum con un estribillo a capela que nos indica por dónde van a ir los tiros: hair metal pegadizo, cargado con la firme intención de hacérnoslo pasar bien y olvidarnos de todo lo que nos pueda rodear al menos durante un rato.
El segundo chute ochentero viene con cierto ramalazo bluesero en “My Sambuca Baby”, rezumante de chulería por los cuatro costados, donde las guitarras son las merecidas protagonistas.
El hard rock más glamuroso hace su aparición en “Girl on Fire”, composición sencilla pero mimada, seguida por una animada “Wrath of Dragon”, donde se atreven a darle a su sonido un punto ligeramente más heavy, siendo el resultado final un tema tan directo como divertido.
Vuelven a su esencia con “Don’t Slip Away”, que se mece a nuestro alrededor al más puro estilo de la vieja escuela glam. Haciendo gala nuevamente del carisma de sus guitarras, el corte resultará perfecto para los amantes de las bandas clásicas de la escena.
A rebufo de su personalidad pero dotada de un energía más fresca llega “The Only Way” como una descarga de optimismo envuelta en una calidad imposible de pasar por alto.
Relajan de nuevo los ánimos las melodías de “Queen Takes King”, cuya relativa calma la hace posiblemente la canción más personal del disco.
“Mr. Blues & Dr. Rock” es un tema instrumental perfectamente representado por su título. Cuatro minutos de duro blues, adornado por afilados solos y la inevitable armónica disfrutando su momento de gloria.
Como última acometida la banda nos brinda “Sweet Temptation” a modo de potente colofón, donde lo dan todo para bajar el telón de la mejor manera posible, volviendo a cargarse de fuerza y buen hacer.
Sería una pena tener que esperar otra década para disfrutar de nuevo material de The Rainbird, pues a la vista está que nos pueden hacer disfrutar muchísimo con su espíritu ochentero cuya máxima es no dejar de pasarlo bien.