The Seitanic Spellbook – Recipes and Rantings of the Vegan Black Metal Chef

Uno de los libros más curiosos que puede llegar a las manos de un metalero a día de hoy es este «Seitanic Spellbook», un compendio de recetas veganas y reflexiones existenciales de la mano del Vegan Black Metal Chef, un curioso y fascinante personaje confinado hasta ahora a las oscuridades de Youtube. Con su excelente prosa, su magnética personalidad, y las toneladas de épica black metalera con la que sazona todo lo que hace y dice, este texto va más allá de ser un simple libro de cocina para convertirse en una experiencia lectora más que interesante sin necesidad de coger ni un solo bártulo.

Hace ya algunos años (concretamente desde 2011) que el americano Brian Manowitz se dió a conocer en su papel de Vegan Black Metal Chef, y desde entonces goza de una merecidísima popularidad de culto en Youtube, con casi cien mil suscriptores y videos que han llegado a los tres millones de visionados. La fórmula de su éxito audiovisual es concisa y decidida: preparar recetas veganas a ritmo de black metal, con las letras, berreadas por el propio Brian, explicando con todo detalle la elaboración de cada uno de los platos («Cut-The-To-Fu!»). Lo cierto es que aunque no seais veganos ni os guste el black metal ni lo más remotamente, os recomiendo encarecidamente el visionado de alguno de sus videos, ni que sea por curiosidad. Para poneroslo fácil os dejamos un par de enlaces al final de este artículo.

Conociendo que soy vegetariano desde hace muchos años y de mi amor por el black metal (y casi todos los tipos de metal), un amigo que lleva una distribuidora me insistió y finalmente enredó para adquirir este libro, un compendio de las recetas del Vegan Black Metal Chef que me ha llegado puntualmente, firmado y dedicado (gracias Sergi y Patufet Records!). Y es curioso, porque si bien los vídeos no dejaron de ser una fascinante curiosidad pero no llegaron a engancharme ni convertirme en fan, el libro me ha atrapado y maravillado, ya no solo por la temática y las recetas en sí, sino por la personalidad y el carisma que emana en todo momento del Chef, un tío con las cosas muy claras y una facilidad innata para explicarse de forma atractiva, amena y convincente.

«The Seitanic Spellbook: Recipes and Rantings of the Vegan Black Metal Chef» fué publicado en 2015, financiado a través de crowdfunding. Para los que no hayáis pillado la gracia, el título se traduce como «El Libro de Conjuros Seitánico» (por el «seitán» tan utilizado en los platos veganos), en el primero de los centenares de juegos de palabras e hilarantes meandros idiomáticos con los que el señor Manowitz se recrea a lo largo de todo el texto. Lo cierto que la edición que tenemos entre manos es magnífica. El diseño de portada es oscuro y elegante, así como los dibujos introductorios de cada uno de las secciones. También las tapas y el papel son de mucha calidad, aunque después de unos cuantos usos he notado que la cola que engancha las páginas está empezando a debilitarse. También me podría chirriar un poco que la tipografía, las fotos y el diseño general de las páginas son un pelín amateur, pero en realidad quizás esto también forma parte de la gracia y ayuda a cultivar la sensación de cercanía que tenemos en todo momento.

The Seitanic Spellbook está publicado únicamente en inglés y, a diferencia de los videos, aquí si que se antoja bastante necesario poseer un nivel más bien elevado del idioma para ser capaz de disfrutar de él al completo, ya que Brian escribe de forma bastante rimbombante e hilarante. Es posible que con un nivel más bajo podáis seguir más o menos las recetas, pero se os complicaría la cosa de forma innecesaria.

El libro se divide en varias secciones, cada una dedicada a un ámbito culinario distinto. A saber: euro-americana, asiática, india, italiana, oriente próximo e hispánica/latina. Si creéis que esta última es una generalización absurda e incorrecta, os copio aquí la explicación que el propio Black Metal Chef dá en la intro de la sección: «La introducción de esta sección, así como todas las demás introducciones en este libro, va a ofender a un montón de gente. Así es, voy a meter todo Mexico, Centro y Suramérica, España, Portugal y sus diversas islas en una incorrecta e incompleta sección llamada «Comida Hispánica y Latina». Voy a usar horribles generalizaciones americanas… pero sabéis qué? Me importa un pimiento!». Y la frescura de este libro radica exactamente ahí, en que la tradición, lo políticamente correcto, o lo que se podría esperar de un libro de cocina le importa un pimiento. El libro está repleto de tacos, de reflexiones filosóficas, de consejos de estilo de vida y de exhaltación incontestable del veganismo como principio moral.

Y bueno, por otro lado está el black metal. Aunque en un libro no se puede plasmar, por supuesto, el hilo musical conductor presente en los vídeos de youtube, esta obra supura black metal por los cuatro costados. Brian cocina con artilugios llenos de pinchos, corta con machetes rituales y lo tiene todo lleno de velas y de calaveras, el texto está lleno de referencias satánicas y oscuras, y los nombres que dá a cada uno de los platos suelen corresponder a variaciones de títulos de discos o canciones black metaleros. Algunos ejemplos son «Obsure Brussel Sprouts for the Multiverse», «Within Sushi I Burn», «Blessings to the Throne of Guacamole», «Thus Spake the Pad Thai Spirit», «I Will Lay Down My Bones Among the Roasted Garlic» o «Peanut Sauce and Her Embrace». Es un no parar.

Me permito la reproducción de una receta completa (seguro que al bueno de Brian no le va a importar) para que os hagáis una idea de lo cachondo que es el tema. La elegida va a ser el «Quesoamphetamine», una especie de salsa de queso vegano con cacahuetes que Brian usa sobretodo como plato de acompañamiento. Ojo. (Y lo pongo en inglés también para que podáis apreciar la musicalidad y la profundidad del tema en su máxima expresión)

  1. Summon your soaked peanuts into your blender of oblivion.

    (invoca los cacahuetes pasados por agua en tu licuadora del olvido)

  2. If the fates have decided you to use powdered vegetable broth, it will look like Picture 2. If not, skip this step. The liquid vegetable broth will be the water added at the end.

    (si el destino ha decidido que uses caldo vegetal en polvo, se va a ver como en la Foto 2. Si no, sáltate este paso. El caldo vegetal liquido será el agua añadida al final)

  3. Call upon a bit of nutritional yeast, whispered in legend and held secret amongst the vegan community.

    (llama a la levadura nutricional, susurrada en leyendas y mantenida en secreto entre la comunidad vegana)

  4. The tomato paste is symbolic of the bloodstain that is society.

    (la pasta de tomate es simbólica de la mancha de sangre que es la sociedad)

  5. Add garlic powder, sriracha, chili powder and anything else red. Paprika, smoked paprika, roasted red peppers… all or none of it. This will aid in its glorious appearance.

    (añade ajo en polvo, sriracha, chile en polvo y cualquier otra cosa roja. Pimentón, pimentón ahumado, pimientos rojos asados… todo o nada. Esto va a ayudar en su apariencia gloriosa)

  6. Do not neglect this step… fear not the oil. Summon a good bit of oil into the blender, and pour forth water enough to blend.

    (no te olvides de este paso… no tengas miedo del aceite. Invoca una buena cantidad de aceite en la liquadora, y añade suficiente agua como para que se mezcle)

  7. Blend like the swirling of thousand winds.

    (mezcla con la fuerza tirabuzónica de mil vientos – N. de R.: aquí me he tomado una pequeña licencia en la traducción- )

  8. Pour this putrid liquid in a pot, bring to a boil, cover, reduce heat and simmer in the darkness of space for ten minutes. The final moments may need salt. Use the detectors on your tongue to divine the truth.

    (vierte este líquido putrido en un cazo. Llévalo a la ebullición, cúbrelo, reduce la temperatura y cocínalo a fuego lento en la oscuridad del espacio durante diez minutos. Los momentos finales quizás necesitan sal. Usa los detectores en tu lengua para adivinar la verdad)

Y así, hasta más de 120 recetas, todas llenas de drama y épica, consiguiendo no repetirse una tras otra. Es un libro de cocina, pero te lo puedes leer con total entretenimiento solo para pasar el rato e irte partiendo con la forma de escribir que tiene el señor Black Metal.

Su estilo culinario no es particularmente sano (le mete grasas y fritos a punta pala a todo), ya que el motivo para su veganismo no es tanto su propia salud (que también se resiente positivamente, claro) como el respeto por la vida animal y el medio ambiente (los mismos motivos que yo, vamos). Y el objetivo de su cocina es que sepa bien (ahí está su garantía, que va repitiendo sin descanso). Lejos de ser especialmente estricto con las cantidades y los ingredientes, en muchos casos deja al lector hacer más o menos lo que quiera, dejando al criterio de cada uno la cantidad de especias o la opcionalidad de ciertos ingredientes. Esto llega a sus límites más exagerados en la sección de ensaladas, donde básicamente todo se reduce a «ingredietes: cosas que pondrías en una ensalada, aceite, sal».

Todo esto está muy bien, pero al final estamos ante un libro de cocina, así que supongo que todos os estaréis preguntando lo obvio: y las recetas, son buenas? Con cierta vergüenza debo confesar que a pesar de haber tenido este libro en mis manos durante varios meses y habérmelo leído casi entero, tan solo he puesto tres platos en práctica: el «Black Fry Stir», los «Mofongos fritos» (que no deja de ser un plátano macho frito que consiste de tres ingredientes: plátano macho, aceite y sal) y la pasta al pesto de aguacate (ésta brillante y sorprendentemente deliciosa). Todos ellos platos llenos de sabor y divertidos de hacer. Y no hace falta que os cuente en detalle a qué sabe todo, ya que así os doy un pequeño incentivo a que os acerquéis al mundo del del señor Manowitz a través de éste libro recomendadísimo y muy original que supone un regalo perfecto para cualquier vegano, vegetariano, metalero, cocinitas o friki en general.

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Sobre Albert Vila 954 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.