El punk de la vieja escuela de Reino Unido siempre ha tenido un sonido característico: además de ser el lugar donde se tocaron los primeros acordes del estilo (al menos los que se hicieron famosos fuera de sus fronteras), la fuerte influencia de la cultura hooligan le dotó de una personalidad fácilmente reconocible, con sus aplastantes coros que hacían de cada estribillo un himno. Muchos grupos de todos los países, consciente o inconscientemente, han seguido la estela de esa fórmula, y aunque los resultados han sido buenos, la esencia de las bandas autóctonas tiene un toque especial que las distingue. Un ejemplo de ello son The Sentence, que publican su segundo trabajo, Broken World, y en el que desde el pistoletazo de salida se aprecian los sonidos de la old school de su tierra.
El primer corte que encontramos es “Coppers”, que, como decía, nos indica claramente qué es lo que nos espera durante los próximos cuarenta minutos. Potentes coros, afiladas guitarras, actitud de calle para nada impostada… en resumen, la esencia misma del street punk.
En su misma línea pero con un aire bastante más jubiloso entra “Rise n shine”, despreocupada y fiestera, de estribillo que se ha de corear jarra en alto.
“Line of fire” se empapa de un sonido más marcial desde el primer segundo, cargándose de un carácter deliberadamente urbano y guerrero, sin intención de ocultar las ganas de la formación de guerrear, que es seguida por la igualmente callejera “One more time”, que podría haber pertenecido a cualquiera de las grandes bandas de los ochenta que hicieron del Oi! su principal característica.
Encarrilan de nuevo las melodías al punk en “When will you rest”, visceral y muy personal, con unos detalles que le dan un toque entre la melancolía y la rabia salida desde lo más hondo de la banda, haciendo de ésta una de las canciones más interesantes del álbum.
Aún más macarra suena “Blame it on the kids”, otro ejemplo de que la vieja escuela no sólo sigue presente en la escena, si no que, además, sigue encajando perfectamente en los días que corren.
“Riot” es un mapa sonoro de lo entretenido que puede ser el Reino Unido si tu idea del entretenimiento es el alboroto y la gresca. Menos lúdica y con un mensaje más reivindicativo tenemos “Your society”, calmada en lo musical pero preñada de rabia genuinamente punk.
Para no olvidar la importancia del pasarlo bien despreocupadamente, nos regalan otro tema de un corte alegre y fiestero, “Bored teenager”, donde cualquier atisbo de mala leche desaparece, dando paso a un punk más irónico y tabernero.
Encargada de dar nombre al disco, “Broken world” tiene un punto que la hace distinguirse del resto de cortes, siendo difícil precisar qué es exactamente lo que se lo otorga.
Como sprint final nos ofrecen “Little people”, en la que de nuevo se sacuden de encima los matices más agresivos, y “The sentence”, en la que vuelven a abanderarlos con todas sus ganas. Toda una declaración de intenciones con cierta influencia hardcore y el sello personal de la banda a la que bautiza.
The Sentence ya se presentaron con su debut como una banda que, debido a su larga trayectoria tanto en las calles como en los escenarios con otros proyectos, son totalmente atemporales, y con este trabajo han reforzado la idea, con unos temas que gustarán tanto a los punks y skins veteranos como a los más jóvenes.