The Smile – Wall of Eyes

Nadie podía prever una continuación tan inmediata al disco debut de The Smile y más teniendo en cuenta la distancia entre los trabajos posteriores a Hail to the Thief (2003) de la banda madre Radiohead. Que el combo formado en esencia por Thom Yorke y Jonny Greenwood, junto al batería y percusionista Tom Skinner publique dos discos en dos años implica varias connotaciones.

La primera lectura de ello es que The Smile no es un mero pasatiempo para el duo. También implica que, contra más crezca y más nutran de ideas a The Smile, más tiempo tardará Radiohead en volver a la actividad. Y la tercer lectura es: ¿acaso había un freno desconocido por el que Thom y Jonny no tuvieran más actividad entre 2003 y 2022 con Radiohead? Nunca sabremos la respuesta a todas estas preguntas que sobrevuelan nuestros pensamientos.

Y así, sin darnos cuenta, todos los que amamos a Radiohead ahora amamos a The Smile. Pues al final el hijo bastardo tiene la misma sangre que la banda madre. Estos dos discos que el trío nos ha regalado bien podrían ser discos de Radiohead. Lo cual no es moco de pavo, pues no por nada Radiohead son una de las bandas más grandes de la música moderna. The Smile sigue la dinámica, consiguen crear dos obras inmensas originadas desde la melancolía y el amor, o el desamor y la pena. ¿Quién sabe? Lo que sí sabemos es que es otra maravilla para los sentidos.

Wall of Eyes (2024) llega 19 meses después de A Light for Attracting Attention (2022). Un tiempo en el que la banda ha girado y ha llevado con orgullo y pasión su nuevo proyecto por medio mundo. Si es verdad que teniendo una formación tan inspiradora es fácil ganar adeptos. Pero The Smile ha optado por el camino tradicional, publicar un disco y salir a comerse el mundo.

Ocho nuevas canciones la cual más maravillosa para 45 minutos de oda al art rock. Esta vez con influencias directas del post rock, la neo psicodélia, la música ambient e incluso el krautrock. Volvemos a caer hipnotizados por los pasajes etéreos que el trio compone. La sensibilidad y los sentimientos más profundos vuelven a estar latentes en cada una de las canciones creando una sensación de calidez difícil de explicar.

Hipnotizados o no, no es fácil describir las sensaciones que uno siente cuando conecta con The Smile, algo parecido a lo que uno siente al conectar con Radiohead. Esa sensación de calma exuberante, esa paz, ese misterio o incluso la melancolía. Todos estos sentimientos florecen en el oyente.

Y no, no os voy a citar ninguna de las canciones de Wall of Eyes. En este caso, solamente os hablo de sentimientos y de la magnificencia con la que Thom, Jonny y Tom ejecutan con placer su función de enlace entre la belleza y el oyente. Si la música es una expresión del arte, The Smile son realmente unos artistas inmensos.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones