Este último trimestre de 2024 nos está dejando algunas perlitas discográficas para los paladares extremos. En el día de hoy, os traigo lo nuevo de The Spirit. La banda alemana de black metal melódico ha conseguido engancharme estos días con su cuarto lanzamiento, un Songs Against Humanity que suena brutal y cuenta con un dinamismo impropio del black metal tradicional.
En primera instancia, me llamó la atención la tremenda portada de Eliran Kantor cuando la vi en el Instagram del artista. Hoy en día, es un ilustrador de referencia en el mundo metalero y la lista de grupos célebres que han trabajado con él es inmensa. Normalmente, los lanzamientos que llevan una de sus portadas suelen ser de primera calidad, así que no dudé en ponerme este cuando salió.
Con la inicial «Against Humanity», ya nos avisan de que la escucha será movidita. No vale despistarse si no nos queremos perder los veloces cambios y los mil detalles guitarreros que nos proponen. Aquí, los riffs y melodías de guitarra reinan, azotándonos con una premura más propia del thrash o el death metal. No soy el más entendido en cuanto a black, pero diría que su principal influencia viene a ser Dissection (por otra parte y en mi opinión, de las pocas bandas clásicas que hacían un black interesante de verdad).
Y esa es un poco la gracia de The Spirit, saben coger elementos de otros estilos sutilmente, sin abandonar en ningún momento la tenebrosidad blacker, pero haciendo más variada y entretenida su música. Sumadle el gran dominio instrumental de sus componentes y una buena dosis de técnica y velocidad para obtener una obra que de seguro que os va a volar la cabeza.
También beben claramente del progresivo, con pasajes intricados y compases irregulares, como los de «Death is My Salvation». En la misma también encontramos esos fraseos armonizados que nos recuerdan a los Death de Chuck Schuldiner, otro ingrediente clave que va apareciendo durante la escucha.
La producción es otro de sus puntos fuertes, con un sonido guarro que recuerda al de antaño, pero con la fuerza y presencia de las producciones actuales. No es sencillo encontrar este balance, pero sin duda lo han conseguido, y el resultado habla por sí solo.
Es curioso que en la formación oficial y en los créditos del disco solo figuren dos componentes: el batería Manuel Steitz, que por cierto hace una gran labor tras los parches, y el vocalista, guitarrista y bajista Matthias Trautes, que además se encarga de la composición y las letras. Visto que son capaces de sacar trabajos como este cada dos años, está claro que el tío es una fuente inagotable de buenas ideas. Para los directos, completan la banda con un guitarrista y un bajista más.
A ver si tenemos suerte y salen de gira con este discazo que se han sacado de la manga. No dudéis en darle una escucha si os gustan mínimamente los sonidos extremos.
Hey, has llegado al final del artículo, ¡gracias!
Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.