Cuando uno podía pensar que a este 2021 ya le quedaban pocos coletazos que dar y ya estaba todo el pescado vendido, aparece gente como The Swaggerlies para recordarnos que hasta el rabo todo es toro, y ponen sobre la mesa este The Last of the One and Onlys, un chutazo de energía dispuesto a contagiar a propios y extraños.
La banda ya había publicado una grabación en directo registrada durante un concierto en Seattle, ciudad donde se encuentran afincados, y aunque ya se intuía el buen hacer de la banda, lejos estaba yo de imaginarme que se avecinaba un trabajo tan redondo. Nueve temas enraizados en el punk ‘n’ roll cargado con una actitud en ocasiones bastante hard rockera, con esencia de calle y ganas de fiesta.
La primera descarga nos la ofrece “Pretty Good at Being Bad”, que define a la perfección el camino que lleva el cuarteto, haciendo imposible que no volquemos toda nuestra atención en lo que va a seguir.
“Disco Cocaine” desprende carácter de barrio por los cuatro costados, rock ‘n’ roll de gafas de sol, cigarro en la oreja y espalda en la farola.
La electrizante “Mannequin Bones” se presenta empapada del aroma old school que el grupo abandera en todo momento, con sus guitarreos directos y de sonido garajero.
Sale a la luz la faceta más tópicamente americana de la formación en “The Last of the One and Onlys”, con una nostálgica calma que nos evoca irremediablemente a grandes temas que durante los ochenta salieron de varios rincones de su parte del continente.
Inmediatamente vuelven a venirse arriba con “Drunk in London”, un corte de lo más fiestero ante el cual nuestros pies cobran vida propia, no merece hacer el esfuerzo de evitarlo.
“The March of the Swaggerlies” es un interludio instrumental, donde la banda se permite jugar con los ritmos y desmarcarse un poco de su línea más habitual, haciendo gala de una versatilidad que hasta ahora no se habían preocupado de mostrar.
Reencauzan su sonido característico en “N. F. I. O. S.“, punk rock sin pretensiones, a la que sigue una brutal “Outrage”, toda una descarga del mejor punk ‘n’ roll, vibrante y directa al punto de flotación.
A modo de despedida tenemos la acústica y melancólica “Letter to a Friend (Hope You Got Free)”, todo un brindis a los buenos momentos hecho canción, donde de nuevo se evidencian las influencias más puramente yankees del grupo. Un punto final elegante y sentimental para un disco que no baja el listón en ningún momento.
Escuchando (y reescuchando) este The Last of the One and Onlys me venían a la cabeza varios grandes iconos clásicos, pero había uno en especial que no desaparecía en ningún momento: Michael Monroe. Creo que con eso no hace falta añadir nada más. Sin duda, The Swaggerlies se han encargado de hacernos un regalo navideño por adelantado, y no podrían haberlo hecho mejor.