Theotoxin llega con la intención de crear un black metal digno de alabanzas, ascendiendo desde las más pútridas profundidades de Viena en 2016 con Miembros de bandas como Zombie Inc., Anomalie y Selbstentleibung.
Después de auto-editar el álbum debut Atramentvm en 2017, Theotoxin siguió escribiendo nuevo material que posteriormente llevaría al lanzamiento de su sucesor Consilivm en 2018. Con muchas apariciones en vivo y una gira por Europa realizada hasta el momento, la banda está ansiosa por difundir aún más sus profanos cánticos.
Esta vez, los austríacos nos traen su tercera entrega de estudio Fragment : Erhabenheit, que nos asalta con «Golden Tomb», el primer corte del disco y que no duda en arremeter sin piedad con un riff pesado, potente e imponente, con una atmósfera cargada de oscuridad. No tardan en llegar los blast beats y los shrieks de Ragnar, que también se alternan con unos guturales que parecieren ser emitidos por un alma en pena buscando consuelo. Espectacular la composición de las guitarras de Fabian y Martin que nos masacran con acordes menores y riffs melódicos que le helarán la sangre a cualquiera.
La canción va alternando pasajes más intensos con otros más depresivos, hasta llegar al final con una especie de breakdown acompañada de unos riffs a base de trémolo que terminan de añadir esa aura atmosférica. Un tema potente y con pegada, un buen opener que a más de uno nos deja con ganas de más.
Sigue «Obscure Divination», con unos power chords tocados a una velocidad de vértigo, al más puro estilo Marduk o Inquisition. El tema está repleto de acordes menores y un aura oscura que cautivará sin duda a los fans más acérrimos del género. Aunque sin duda el plato fuerte de esta canción es el breakdown, con un downpicking que te atravesará los tímpanos y hará que más de uno se parta el cuello con él.
A continuación, «Prayer» es uno de los temas que más me ha gustado por lo variado que es. Se introduce lentamente, con una aura muy densa y pesada, pero poco a poco la canción va ganando intensidad, y a la misma secuencia instrumental introductoria se le añaden unos blast beats que le dan un toque aún más siniestro, etéreo, ritualístico incluso si se me permite. Mención especial para el bajo de «bajista», que suena ultra-distorsionado y guarrísimo, añadiéndole cuerpo a la canción.
A partir del minuto 2:40, la locura se hace presente, y se pueden degustar las claras influencias de Behemoth, y, partir de aquí, se añade mucho dinamismo por el constante cambio de patrones de batería, hasta finalizar «Prayer» con unos arpegios simplemente sublimes.
Posteriormente empieza «Through Hundreds of Years», y si hay algo que tiene que ganarse la etiqueta de black metal para este disco, es sin duda esta canción, blast beats sólidos y consistentes, con unas guitarras frías y cortantes, acompañadas de unos aullidos que ponen los pelos de punta, preparándonos para lo que viene con “Philosopher”, que empieza con un riff oscuro y decadente y unas voces muy DSBM, que tardan poco en sumirte en una tormenta de power chords, blast beats y mucha violencia.
Los acordes menores le dan un toque gélido a la canción, y el alternar los blast beats, dobles bombos y medios tiempos harán de “Philosopher” algo realmente versátil. El tema más corto del álbum, y no decepciona la intensidad con la que se entrega.
El penúltimo corte del plástico es «Two Ancient Spirits», todo un vals del black metal al más puro estilo Burzum; Riffs hipnóticos, sintetizadores por detrás, y en general una estructura bastante de trance. No podía sonar más al Filosofem, y eso sin duda dibujó una sonrisa en mi cara. Estoy seguro de que no seré el único al que le pase eso.
Y finalmente nos encontramos con «Sanatory Silence», y bajo mi punto de vista, es uno de los mejores temas del álbum. Durante los 30 primeros segundos de la canción, unos «Ugh!» al más puro estilo Hellhammer/Celtic Frost nos ponen en situación, a la vez que unas baterías atronadoras nos atraviesan los tímpanos junto a unos trémolos vertiginosos. Sin embargo, a partir del minuto 1:00, la canción toma un giro más atmosférico, y se vuelve más cruda y deprimente, tónica que se mantiene predominante en la canción. Los riffs arpegiados, las guitarras dobles y alguna que otra melodía octavada dominan la canción junto a unas voces desoladoras, hasta que poco a poco se va haciendo el silencio.
Creo que Theotoxin ha hecho un buen trabajo con Fragment : Erhabenheit, que sin llegar a ser algo muy innovador o aportar algo fuera de lo que hemos visto hasta ahora en lo que a Black metal se refiere, sigue proporcionando una buena dosis de oscuridad y agresividad que como poco hará que le des más de una vuelta al LP.
¡Gracias por tomarte el tiempo de llegar hasta el final del artículo! Me apasiona el metal extremo en la gran mayoría de sus vertientes, así que me veréis por aquí escribiendo a menudo sobre Black, Death, Grind y algún que otro proyecto underground de la escena local, a la que también aporto mi granito de arena de forma activa como músico.