Therapy? son los padres de un verdadero clásico del rock alternativo como es Troublegum (1994), trabajo este por el que yo y millones de fans de la (buena) música de todo el planeta les tendríamos que estar eternamente agradecidos. Y, paradójicamente, parece que la historia se repite de nuevo; es el destino de todas las bandas exitosas que llevan en este negocio tantos años: el material antiguo siempre es mejor, por supuesto, y cualquier cosa nueva que se publique nacerá ya con el cartelito colgado de «no es tan bueno». Pero un trabajo «no tan bueno» de Therapy? siempre es una «gran trabajo».
En cualquier caso, el trío de Irlanda del Norte cuenta con una base de fans leales en todo el mundo, que estoy seguro que pincharon el que ya es su álbum número 16 (¡ojo!) a todo trapo el día que se publicó, el pasado 5 de mayo. ¿Necesitáis terapia después de 34 años de historia de la banda? ¿Creéis que la banda liderada por Andy Cairns todavía puede inspirar a la comunidad alternativa en pleno año 2023?
Hard Cold Fire (2023) ofrece 10 nuevas canciones que se pasean por mis oídos de una manera agradablemente nostálgica, pero de ninguna manera polvorienta. Se nota que los de Larne llevan en este negocio más de tres décadas y que, en realidad, ya no tienen que demostrarle nada a nadie. Así es exactamente como suena el disco: seguro de sí mismo y con los pies en la tierra.
Por cierto, el título del álbum está tomado del escritor Louis MacNeice (1907-1963), de una de sus principales aprehensiones sobre la realidad irlandesa: la de Irlanda como una condición de determinismo absoluto. El Norte está encerrado en un fatídico abrazo con su destino que sugiere la predestinación calvinista. La imagen de esto es el basalto del Condado de Antrim, uno de los seis condados de Irlanda del Norte. Su capital es Antrim y parte de Belfast se encuentra en este condado:
«The hard cold fire of the northerner
Frozen into his blood from the fire of his basalt
Glare form behind the mica of his eyes
And the salt carrion water brings him wealth»
Hard Cold Fire es una ráfaga de poco más de 30 minutos de himnos cortos y afilados contra el poder establecido. Maravillosamente melódico, con unos coros asesinos, bondad grunge distorsionada y los pesados riffs tan característicos de la banda.
Yo soy de la opinión de que un grupo como Therapy? puede ser tan relevante hoy como lo fuera cuando se formaron en los 90. Proporcionar una voz para las masas y una plataforma para desahogar las frustraciones en una sociedad que se desmorona. Si bien su sonido puede ser más pulido que el de la era Babyteeth (1991) o Pleasure Death (1992), no se ha diluido a lo largo de los años para adaptarse a las corrientes principales en cada momento. A día de hoy, todavía se les nota tan cabreados, afligidos y desconcertados por el mundo como siempre.
Hard Cold Fire encenderá tus sentidos, te llenará de rabia, te dejará anhelando más y lo suficientemente apasionado como para enfrentarte a cualquier cosa. Es su último «Go fuck yourself» hacia aquellos que están en el poder destruyendo lentamente el país, pieza por pieza.
El álbum se abre con «They Shoot the Terrible Master», la típica canción de apertura de Therapy?. Basada en un riff rápido y ese ritmo de batería tan típico de Neil Cooper, es una terapia excelente y un excelente inicio. Ese coro, todo violencia y furia, es realmente adictivo. El ritmo no disminuye con «Woe», que tiene madera de directo. Lo que más me gusta es su puente. Cairns siempre ha tenido un don a la hora de componer melodías y es glorioso escuchar a la banda en este estado de forma tan majestuoso. Maestros.
La tercera, «Joy», es quizá —de entrada— de las más flojas, pero gana y crece con las escuchas, sobre todo los coros. Los riffs son gruesos y rápidos, respaldados por el brillo del ritmo de bajo de Michael McKeegan. En «Bewildered Herd», Cooper nos regala un ritmo ágil y la guitarra de Cairns cincela un gran riff de principio a fin. La canción supura bilis y, por momentos, recuerda al material más pretérito de la banda.
«Two Wounded Animals» es viciosa y malévola, y cuenta con un excelente y abrasador solo de guitarra. En la sucia «To Disappear» también manda la guitarra; es el momento más metalero de este álbum. Al igual que sucede en algunos de sus primeros trabajos, McKeegan toca una línea de bajo poderosa mientras Cooper golpea la batería con intenciones asesinas. La pista tiene una sección media de puro nervio y se vuelve realmente sórdida antes de volver a retomar el ritmo con el estribillo.
Otra canción rabiosa es la punk «Mongrel», en la que Cairns gruñe y escupe los versos antes de gritar eso de:
«I like darkness, and darkness likes me back»
Therapy? siempre han tenido gran habilidad para crear grandes títulos de canciones y «Poundland of Hope and Glory» es otro ejemplo de ello. Dicho esto, es quizá la única pista en la que realmente me cuesta entrar… pero reconozco que es pegadiza, especialmente los coros.
«Ugly», la penúltima, es puro punk rock. Furiosos riffs y un solo muy Nirvanesco. La más pesimista de todas las canciones es la última. «Days Kollaps» posee una línea de guitarra bastante melódica que teje una red de melancolía sobre la cual descansa una triste melodía vocal. Es, en comparación con las otras pistas del álbum, una canción bastante tierna.
Reconozco que he llegado tarde a Hard Cold Fire, pero habría sido una decisión lamentable no haberle dedicado unas líneas en Science of Noise. Llevo escuchando este álbum en bucle los últimos cinco días y, definitivamente, la banda ha logrado hacer un disco que cuenta con un montón de piezas que estoy seguro que van a sonar de puta madre en directo. Cada canción de este álbum tiene potencial para complacer a la multitud, con hooks y pegadizos coros cada dos por tres. Que se preparen los mosh pits y los pogos mientras la banda agrega estas gemas a su ya de por sí excelso catálogo musical. Que una banda como Therapy?, con tantísimos años de carrera a sus espaldas, todavía produzca temas así, es un triunfo total y absoluto.
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.