Thrice – Palms

Celebrando los 20 años de carrera, Thrice publican este 14 de septiembre su décimo álbum de estudio con la misma formación que en 1998 y con la sensación que esta suma de artistas aún tiene mucho que decir con su música. Los americanos han evolucionado, evidentemente, y no suena igual Identity Crisis (2000) que Palms (2018), pero lo que no se puede negar es la imprenta que han logrado plasmar en cada uno de los diez trabajos el combo formado por Dustin Kensrue en las voces y guitarra rítmica con Teppei Teranishi como guitarrista principal y voces secundarias; puedes rescatar cualquier tema de estas dos décadas y con rotundidad reconoces el producto estrella de Thrice.

En su viaje han partido del post hardcore más auténtico para evolucionar hacia el rock alternativo añadiendo por momentos des de la dulzura de un piano a la innovación más electrónica, siempre tratado todo con mimo y dedicación, haciendo encajar cada nota en el sitio más idóneo, recordad que en 2011 se tomaron un descanso indefinido para poder recuperar las ideas y la mejor versión de cada componente tras años trabajando y girando sin tregua.

Tras el regreso al ruedo y posterior disco To Be Everywhere Is To Be Nowhere (2016) que asombró a propios y extraños, Thrice no ha dejado de crecer al igual que sus seguidores, pese que la banda aún conserva el punto de underground, un detalle que tiene fecha de caducidad, pues su rock actual no tiene nada que envidiar al de bandas consagradas como Foo Fighters o Deftones.

Entrando en Palms, encontramos 41 minutos de nueva música repartida en diez cortes directos. “Only Us” y “The Grey”, primer y segundo tema del disco, fueron los seleccionados como anticipo previo y sirvieron perfectamente para abrir horizontes antes de que llegara el disco, un arranque como “Only us” con sus primeros 40 segundos de sonidos electrónicos de guitarra previos a la entrada de los siempre perfectos registros vocales de Dustin y la efectiva batería de Riley Breckenridge, un tema que evoluciona hacia pesados riffs para mostrar un nuevo horizonte estilístico para la banda. “The Grey” en cambio es un tema con el sonido más clásico de la banda, un tema post hardcore impecable con grandes lineas de guitarra y bajo y una batería que sostiene la canción de principio a fin. Las diferencias entre los dos primeros temas del disco son un claro aviso para los oyentes de lo que acontecerá en todo el álbum.

Con una “The Dark” mucho más lenta que sus predecesoras, Thrice acaba de enseñarnos como arrancar un álbum tan ecléctico arrojando tres temas distantes pero bien conexionado por su claro sonido Thrice. El tema acaba con unos coros fantásticos que se funden en el silencio más bonito del disco. En el tramo central de Palms es donde el disco coge cuerpo a base de grandes temas como “Just Breath” con una batería y bajo increíbles o con “Everything Belongs” con un genial piano acompañando una de las voces más melódicas del trabajo. “My Soul” nos permite viajar a la época del grandioso Major/Minor (2011) con su belleza tanto musical como vocal, un tema que te atrapa de principio a fin.

Y llegando al tercio final del disco, la banda nos vapulea con la rockera “A Branch in the River”, personalmente uno de los mejores temas de Palms, un tema de post hardcore marca de la casa con un estribillo pensado para hacernos estallar y gritarlo a pulmón. Y por si nos quedó corto el tema, siguen en sus trece con una “Hold up a Light” impecable. “Blood on Blood” y “Beyond the Pines” son las elegidas para cerrar el disco, dos temas que nos recuerdan que se acerca el final de Palms y con ellas bajan la velocidad para favorecer la técnica y la vanguardia, pues la segunda mitad de “Blood on Blood” incluye unas delicadas líneas de piano secundadas por punteos de guitarra que explotan en un torbellino de rock. Y el cierre con “Beyond the Pines”, curiosamente el tema más largo del plástico, un tema con delicadas guitarras que dejan fluir los sollozos de Dustin durante el primer tramo del tema, momento en el que aparece la siempre genuina batería de Riley para acompañar el disco hasta su fin.

Con Palms, Thrice vuelven a rizar el rizo y nos vuelven a regalar un disco sobresaliente. Evolucionando hacia un sonido más actual pero basando su propuesta en el post hardcore que nutre cada uno de los diez discos que nos han regalado. Es complicado que la banda no siga en esta posición de excelencia año tras año, disco tras disco, la complicidad en el cuarteto es la base para que todo encaje a la perfección y las inquietudes de estos cuatro titanes parecen no tener límites para nuestro beneficio.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones