Thunder presenta su nuevo (gran) disco en streaming para sus fans

Los caballeros eternos del hard rock inglés acaban de parir una obra maestra llamada All the Right Noises, y claro, es uno de los mejores discos de su carrera, pero no hay posibilidad de tocarlo en directo debido a la pandemia. Tocaba pensar el hacer algo especial para ofrecernos a sus muchos fans, y así lo han hecho: un concierto de presentación, con interludio, en el que han dado la palabra a los fans, que han podido entrevistar al grupo en directo. Un show sobrio, que ha pasado volando y en el que han combinado pasado y un presente con mucho futuro. Han contado también con dos vocalistas femeninas que casi os diría que son necesarias para lo que han creado Thunder, y finalmente, también un teclista que aporta ese toque de clase y les hace sonar más ingleses si cabe.

El grupo entra directo al súper single (uno de los mejores de toda su carrera): “Last One Out Turn Off the Lights” con ese deje tan Led Zeppelin en el riff de Morley y esas dos chicas (Julie y Carly) moviéndose y cantando al son del estribillo. Brillante, con un sonido poderoso y con el grupo luciendo como era esperable. Quizá podíamos esperar algo más del escenario, de producción, pero vaya, aquí lo que toca es disfrutar del directo y en eso son maestros. Sonó la oscura “Destruction”, tema que fue el primero que compusieron para este nuevo disco. Y ya aquí se saltan el orden y sorprenden con la rockera y melódica “She’s a Millionairess”. Un tema puramente Thunder, festivo y con las dos voces femeninas empastadas perfectamente con la de Danny Bowes.

Bowes nos hace saber que Ben Matthews no podía estar en este directo por razones de peso y lo sustituía Rob Harris (Jamiroquai) que lo bordó en la sensacional “The Devil Made Me Do It”. Es genial que recuperaran este tema, de lo más inesperado de la noche. Luego se coló Danny presentando una canción que no tocaba, pero le dio juego y veracidad al directo. La que debía sonar era “Going to Sin City”, el otro single, y sonó a gloria. Le seguiría otra del nuevo como es “Don’t Forget to Live before You Die”. También lució “I’ll Be the One”, dejando patente sus raíces puramente Beatles y finalizaron el primer tramo con “Serpentine”, una de las maravillas del Wonder Days.

Recolocaron las cajas de transporte de material para que el combo, aquí en formato cuarteto, se conectara con la gente que había pagado y respondieron a sus preguntas vía Zoom. Más allá de Luke y Danny se hicieron protagonistas “Harry” James (baterista) y Chris Childs (bajista). Se nota que Bowes es frontman mientras que Morley se limitaba al segundo plano y a reír, si bien muchas preguntas fueron para él. No es de extrañar pues es el gran líder del grupo y principal compositor. De verdad que muchas cuestiones de los fans demostraron que es imprescindible la labor de periodista musical, pero estuvo todo bastante divertido (también se hizo algo larguito…)

De entre las respuestas más interesantes es que la banda favorita de Luke es Led Zeppelin (previsible), la de “Harry” Aerosmith o que al bajista le encantaría tocar con Rammstein. “¿Para ver cómo queman a los teclistas? -le espetó Danny-. Ante la pregunta sobre qué cosas podía hacer cada uno de forma especial hubo movimientos raros de dedos de pies, movimiento de orejas o acordarse de todos los cumpleaños (y demostrado allí mismo en directo). La cosa derivó hacia qué superhéroes y súper-poderes querrían tener cada uno… y aquí ya desconecté un poco, sinceramente. Quedémonos también con que Laurel y Hardy hicieron especialmente feliz a Bowes en su niñez.

Reemprendieron el concierto con la delicada “A Better Man” y con unas enormes segundas voces por parte de Luke que demostró un gran nivel con la harmónica. El western se hizo carne en la novedosa “The Smoking Gun”, que funciona perfectamente en directo, y que estoy seguro que va a quedarse en los futuros sets. Clásico entre los clásicos fue ese tremendo baladón que lleva por nombre “Love Walked in” y terminaron con dos temas mas de nuevo cuño: “You’re Gonna Be My Girl” y “Young Man”. Me parece imperdonable que se olvidasen de “Saint George”… Pero qué le vamos a hacer.

Luego la cosa terminó dejándonos un poco a medias con su himno por antonomasia: “Dirty Love”. Cómo siempre el combo funciona como un reloj inglés y el sonido fue excelso, pero el problema con estos streamings de hora y media es que te dejan con ganas de mucho más. A diferencia de un directo de verdad aquí el tiempo pasa volando puesto que el hogar, un poco, te va distrayendo de la pantalla y no focalizamos la atención totalmente. Es un poco como si vieras un DVD…

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.