¡Bravo! Lo de Thundermother empieza a ser una firme realidad y hay aquí una bandaza tremenda con un feeling muy especial. Han ido evolucionando a pesar de los cambios de formación y, parece, que la que ha conseguido Filippa a día de hoy es la mejor posible. Si su anterior obra nos voló la cabeza con esta tenía mis dudas, especialmente cuando veo que hay una gran parte del material que se escora hacia AC/DC. Personalmente soy de los que disfruta más cuando le meten de cosecha propia y algo de rock macarra a lo Backyard Babies, Hellacopters, Gluecifer y demás. Tras muchas escuchas considero que es otro paso adelante y que el listón vuelve a subir. Hay cantidad de temas que se te quedan grabados y que puedes pasarte toda la tarde repitiendo. Y lo mejor de todo es que Guernica canta mejor que nunca… Estamos ante uno de los discos del año.
En “Dog from Hell” nos encontramos ante un híbrido de ZZ Top y AC/DC. Cadenciosa y muy australiana, pero con un riff del polvoriento desierto. La base rítmica formada por Emlee Johansson y Majsan Lindberg atruena con una precisión absoluta para conseguir un tema de directo con “Uooos, uooos”. El single es “Driving in Style” con un inicio puramente Danko Jones, pero con toda la personalidad del combo sueco. Otro himno más para un grupo que firma aquí la que es posiblemente su mejor canción hasta la fecha. Hay una monumental sorpresa de lo más inesperada y atractiva: “Sleep”. Las chicas se marcan su primera power ballad y lo hacen a lo grande. No podía salir mejor. Van con todo entrando en terrenos de las Heart o las Vixen y les sale que ni pintado. Atención a esos arreglos de cuerda pues el feeling que consiguen es realmente loable. Arriesgan y ganan. Estoy seguro que esta va a caer en sus próximos directos (el día que se pueda).
La fórmula es clara, temas muy directos y rockeros de menos de cuatro minutos en los que el riff manda, tiran batería y bajo mientras que Guernica corona la apuesta. Uno de los mejores estribillos del álbum es el de “Free Ourselves” bien arropada por coros. Hay incluso tintes de la era grunge, posiblemente de Alice in Chains. Otro himno de directo con todas las de la ley. Definitivamente han encontrado una fórmula que les sirve, y de qué manera… Su vocalista habla un perfecto español por lo que era cuestión de tiempo que cayera un homenaje en la lengua de Cervantes en “Mexico”. No se atreve con toda la canción, pero hay palabras sueltas en otra indagación en terrenos de los barbudos de la doble Z. Un toque de color que le sienta de maravilla al ritmo del disco. Pero el álbum antes se abre con un “Loud and Alive” del que te puedes imaginar la pirotecnia de inicio. El corte es tan efectivo como directo y demuestra que estamos ante una formación en un estado de gracia absoluto. Seguro que todo un Soren Andersen ha disfrutado de lo lindo tras los controles.
Y si hay un tema especialmente concebido para el rock de estadio ese es “Back in ‘76”. Otra vuelta de tuerca hímnica al estilo con esos teclados adornando un tema rockero por excelencia con un fragmento que te recordará a Aerosmith. Lo de Filippa a las seis cuerdas es una pasada. Los solos casan perfectamente con lo propuesto en cada tema, siempre bien integrados y con una calidad que no necesita ir a la guitar hero. Luego toca hablar de la canción más rápida y contundente del disco: “Into the Mud”. Aires totalmente Nashville Pussy con una Emlee estelar y esos coros tremendos. Las palmadas acompañan al solo de bajo de Majsan. Si hay que bajar al barro y ensuciarse no tienen problema alguno. Cuando toman la base de AC/DC la cosa también funciona pues en el tema que da nombre al disco le añaden ese estribillo marca de la casa. Definitivamente están perfeccionando mis pocas críticas hacia ellas. Aquí se acercan a los hermanos Young, pero mantienen toda su personalidad.
El corte más diferente y largo es “Purple Sky” en el que indagan en el funky. Guernica Mancini luce voces negras y el grupo se marca un corte capaz de romper la dinámica con muy buenas maneras. En “Ghosts” cumplen expediente en otro tema de inspiración australiana pero que dudo que vaya a entrar en próximos directos. De todas formas, repito, la labor de Filippa en los solos es excepcional. En “Somebody Loves Me” hay la esencia de los Ramones pasada por su filtro con una Guernica que vuelve a enamorar. Esas inspiraciones profundas antes del estribillo son otra baza muy original en una de las composiciones más exigentes a la hora de ser cantadas. Pone el cierre “Bad Habits” con juegos de voces y otro deje AC/DC. Como todo el disco suena que atruena y convence por los cuatro costados.
Lo que uno espera de un grupo de hard rock directo y sucio es lo que contiene Heat Wave, así de claro. Estamos ante uno de los discos del año y lo consiguen a golpe de riff y de estribillo, aunque también de sacar lo mejor de si mismas y de ir armadas con un arsenal de canciones imbatibles. Son una de las bandas del momento así que dudo mucho que sean teloneras de teloneros o toquen en la Rocksound a partir de ahora. El salto cualitativo es impresionante pero ya se veía venir desde esa maravilla que era Thundermother. Suecia es una fuente inagotable de bandas excepcionales y Thundermother consiguen llegar a su punto más alto con esta obra.