Tremenda gira que tuvimos la suerte de poder disfrutar en nuestro país no como muchas otras que ni nos rozan y pasan olímpicamente de esta zona olvidada muchas veces. Y bien, si nos ponemos a investigar un poco vemos que en casi todas las capitales donde han tocado han hecho sold out y aquí, aunque hubo un buen ambiente, ni de lejos se llegó a llenar la sala. Una lástima ya que la calidad de los grupos era lo suficientemente alta como para reventar Razz 2.
Pero bueno, dejémonos de lamentaciones y vayamos a lo importante que es lo qué ocurrió el pasado miércoles día 5 de febrero de 2020.
I Am
Muy pronto empezó todo el tinglado y según los horarios ya se podía prever que los grupos tocarían más bien poco. Y en un principio puede parecer un poco cruel para el público pero al final te das cuenta que aguantar una hora más allí de pie hubiese sido un poco matador. A ver, si tienes 20 años pues no pero si ya los doblas pues…
Al entrar ya habían empezado su actuación los tejanos I Am, una joven formación de deathcore bastante simple y ortodoxo pero que gozaron de un sonido nítido en el cual se podían apreciar todos y cada uno de los instrumentos a la perfección. Eso me sorprendió ya que a veces los primeros en actuar acostumbran a tener un sonido bastante opaco que a medida que avanza el concierto se va puliendo. Pero no, aquí estos chavales tenían una buena sonorización y su contundencia se trasladó al público.
Típicas guitarras del género con esos ritmos característicos y los breakdowns que deben acompañar siempre a un grupo de este estilo. Su cantante se parecía bastante a Tim Lambesis de As I Lay Dying con menos tatuajes pero igual de mazado. Buena puesta en escena con todo el grupo en estado de gracia y aunque no hacían nada del otro mundo se les notó muy conjuntados y con las ideas claras. Para ellos abrir esta gira fue una genial carta de presentación y seguro que se llevaron más de un nuevo seguidor.
Rivers of Nihil
Con una puntualidad impresionante y tras 15 minutos para el cambio dio inicio el concierto de Rivers of Nihil. Para mí fue una putada que tan solo tocaran media hora pero es que los jefes de la gira tocaban el doble y si no hubiese sido de esta manera no sería posible. Así que me dispuse a disfrutar de las cinco canciones que tocaron al 100%.
Arrancaron a tope con «The Silent Life» sin intros ni nada raro, al turrón. El sonido no fue tan bueno como el primer grupo y es que los samples durante esta primera canción estaban a un volumen tan alto que tapaba las guitarras sobre todo. La base rítmica sonó brutal y las voces también y no fue hasta la siguiente canción que todo se equilibró. La parte del saxo fue una de las más aplaudidas, lástima que lo llevasen grabado.
Saludos al público y «Old Nothing» en toda la cara. Una de las más extremas canciones de su último disco que me parece una obra de arte con un doble bombo infernal y unos riffs de guitarra apabullantes que junto a unos blast beats de infarto nos hicieron gozar como críos. Su cantante tiene una voz muy agresiva y contundente a pesar de su corta estatura, todo un portento al igual que el resto pero destacan sobre todo su batería y bajista.
«A Home» puso un poco de calma por medio con esas sugerentes melodías y esos redobles a toda velocidad que se entremezclaban de una manera muy orgánica. Aquí ya las guitarras sonaban bien y se podían diferenciar los diferentes detalles que hacían. Vaya gustazo. Las partes suaves y lentas nos envolvieron en su mística aura. Siguieron con «Death Is Real», una canción que mezcla las dos facetas del grupo: la agresividad y la suavidad. Dos conceptos que contrastan pero que forman parte de su música. Precisión y pulcritud.
Para cerrar su corta actuación nos deleitaron con «Soil & Seed» de su primer disco The Conscious Seed of Light (2013). Su estilo ha cambiado un poco desde sus primeras obras ofreciendo un deathcore más al uso que no el death metal técnico que practican en la actualidad.
Setlist Rivers of Nihil:
The Silent Life
Old Nothing
A Home
Death Is Real
Soil & Seed
Fit for an Autopsy
Turno para los que más ganas tenía de ver y es que desde que los descubrí con su segundo disco me han parecido uno de los mejores exponentes del deathcore mezclado con otros elementos de otros géneros con muy buen gusto. Era la primera vez que venían a Europa.
Se intuía también que su bolo sería corto así que de nuevo tocaba un concierto intenso pero lleno de furia y calidad. Empezaron con «The Sea of Tragic Beasts» que da título también a su último disco y vaya burrada. Riffacos marca de la casa con esos arrastrados y aquí aunque el sonido no fue una maravilla si que fue mejor que con Rivers. Su cantante desprende una gran personalidad y tiene una potencia vocal alucinante cambiando a registros melódicos sin esfuerzo y llegando a notas muy altas. Su batería también es una bestia que con sus golpes de caja se comía literalmente a todos sus compañeros, menudas hostias le metía.
Conjuntados a la perfección no cometieron ningún error y siguieron levantando al público sin mucho esfuerzo. De manera contundente y a degüello soltaron «Warfare» con esas guitarras dobladas que nos hicieron doblar las cervicales y aquí un servidor que se volvió totalmente loco. Ritmos de samba, salseo del bueno y unos cambios de una potencia inusitada. Tremendos.
Momento de calma con el inicio de «Mirrors» que me parece una de las mejores canciones del disco. Esas voces lejanas pero llenas de sentimiento junto a esas suaves y delicadas guitarras dieron paso a algo muy épico que desembocó en una auténtica locura, buff, si fuese más joven no hubiese dudado de meterme en la olla aunque nunca ha sido santo de mi devoción, pero cuando un grupo te llega tanto…
Hecha la presentación de su último disco tocaba repasar canciones de sus anteriores trabajos interpretando tres de su anterior The Great Collapse (2017). «Hydra» fue la primera, una canción llena de potencia y mala leche con la que no podías evitar mover todo tu cuerpo mientras sus ritmos se te metían hasta lo más profundo de tu ser. Se nota que me lo pasé bien, ¿no?
Con «Heads Will Hang» se notaron esos detalles tan Gojira, grupo del que han cogido bastantes influencias. Su cantante volvió a realizar un trabajo soberbio con esos cambios de registro tan brutales en una canción llena de ritmos y guitarras aplastantes. Y bueno, si terminan su show con «Black Mammoth» no se les puede reprochar que tocasen tan poco. Esos tappings tan bien ejecutados sonando como si fuese un todo me dejaron maravillado. Espero que vuelvan pero como cabezas de cartel o por lo menos con su show completo. Soberbios.
Setlist Fit for an Autopsy:
The Sea of Tragic Beasts
Warfare
Mirrors
Hydra
Heads Will Hang
Black Mammoth
Carnifex
Llegó el momento de los platos fuertes de la noche con dos pesos pesados del deathcore. Primero fue el turno de los sustitutos de Dimmu Borgir y es que Carnifex han ido mutando desde un grupo bastante genérico en sus inicios a ser una muy buena mezcla de black, death y core potente y lleno de toques sinfónicos.
El sonido también subió de nivel y dejamos de tener en algunas ocasiones una bola de graves como sí ocurrió en algunos tramos de los anteriores conciertos y desplegaron todo su potencial. También contaron con algo más de tiempo sobre las tablas cosa que agradecimos. Y qué mejor manera que empezar con «World War X» tal y como hacen en su último disco y de mismo título. Después de una marcha militar y esos teclados y fanfarria empezó la escabechina. Menudo trallazo con unos blast beats de infarto y un cantante totalmente metido en su papel y todos ellos con algo de corpse paint pero bastante sutil.
La agresiva y poderosa «Slow Death» calentó al personal y de qué manera con esos impresionantes riffs y ritmos a toda pastilla con un marcado doble bombo. Vaya locura y vaya sonidazo. Lo bonito de todo fue que no se centraron solamente en su última obra, al contrario ya que repasaron casi todos sus trabajos y eso para los que los seguimos desde hace años es de agradecer.
Sin mucha palabrería y al grano viajamos hasta 2014 con «Hatred and Slaughter», una canción más clásica pero llena de momentos memorables y ritmos que te partían la espalda. Vuelta a su disco Slow Death (para mí unos de los mejores de su carrera) con la canción «Drown Me in Blood», una pieza agónica y que bebe mucho del black metal pero con esas guitarras de ocho cuerdas que nos volaban las neuronas en ciertos momentos podían recordar a Meshuggah.
De pronto empezamos a oír la voz de Alissa de Arch Enemy y es que llegó el turno de su más famoso single de su último trabajo «No Light Shall Save Us», una canción que dentro de su extremismo es más accesible y por así decirlo más comercial. Siguieron con «Die Without Hope» para luego rescatar una canción de su primer disco del lejano 2007 con «Lie to my Face» con un regusto muy old school del deathcore más primigenio para terminar con la impresionante «Hell Choose Me» con toda la sala coreando a viva voz el estribillo.
Genial concierto de los americanos, algo más pomposo que el resto de sus compañeros pero que han sabido evolucionar su sonido y hacerse un hueco en la escena más que merecido.
Setlist Carnifex:
World War X
Slow Death
Hatred and Slaughter
Drown Me in Blood
No Light Shall Save Us
Die Without Hope
Lie to My Face
Hell Chose Me
Thy Art is Murder
Pero bueno, la que se nos vino encima después del resto de actuaciones fue una experiencia totalmente abrumadora. El cambio de sonido, de puesta en escena y de todo fue casi como un insulto para el resto de grupos. Al entrar de nuevo a la sala se había montado una discoteca ya que estaba sonando un clásico de las noches de bailoteo como es «We Like to Party» de los Vengaboys, benditos años 90, jajaja.
Tras esa breve sesión discotequera fue el momento de abrir las puertas del infierno. Aparecieron sobre el escenario con una iluminación tremenda jugando con los colores de manera sublime y con todo el grupo en un estado de forma que muchos ya querrían. Su cantante tiene un nivel enorme y siempre está a tope cambiando entre registros de una forma magistral y su nuevo batería es una bestia, subido a lo más alto del escenario casi tocando el techo. Siguieron con otro single de su más reciente disco y una de las mejores canciones como es «Make America Hate Again» con su agresivo desarrollo siendo abrumadora en algunos momentos. Vuelvo a insistir en el genial sonido, pero bueno, es lógico ya que ellos llevaban su propia mesa y su propio técnico tanto de luces como de sonido y eso pues… se nota.
Todos ellos tenían detrás unas pantallas totalmente negras que no se enchufaron hasta la cuarta canción pero antes nos deleitaron con una canción de su disco Hate (2000) siendo bastante técnica, enrevesada, rápida y agresiva. Con «Human Target» fue cuando se encendieron dichas pantallas y entonces el espectáculo tomó otra dimensión. El juego de imágenes que salían de ellas totalmente sincronizadas con la música generaban unas sombras sobre los dos guitarristas principalmente que te dejaban totalmente anonadado. Tremenda canción.
Un poco de calma con la introducción de «Eternal Suffering» que duró poco y nos invitaron a sumergirnos en su particular visión del deathcore con unas luces de pura locura creando una nueva realidad. Pero fue con «Dear Desolation» que nos rompieron por completo. Más clásicas sonaron «Fur and Claw» y «Holy War» con unas imágenes crudas que salían de las citadas pantallas e incluso las usaron en algunos momentos para hacer karaoke, todo un acierto.
El inicio industrial de «New Gods» nos hizo estremecer con esas luces rojas que anunciaban la venida del amo del averno, madre mía. Eso sí, tanta intensidad a uno le puede llegar a agotar. Están siempre a tope y tienen pocos momentos de calma en su música y puede hasta agobiar, pero bueno, estar así de enchufado durante una hora tiene su mérito también.
Pero si después te tocan «The Son of Misery» se les perdona todo, otra gran canción llena de momentos memorables y unos cambios alucinantes y si encima la acompañan de la obra maestra que es «Puppet Master» (se nota que adoro su disco Dear Desolation, ¿no?) pues uno se vuelve loco casi como toda la parte central de la pista. Acojonantes.
Una pequeña pausa para oscurecer todo el escenario y con una intrigante intro nos escupieron sin piedad «Reign of Darkness» con esas hipnóticas guitarras. Tras esta se fueron pero la gente pidió con insistencia otra canción y es que teníamos ganas de más. Así que de bonus nos regalaron «Chemical Christ» para cerrar una actuación que eclipsó casi por completo todo lo visto antes y que nos dejó para el arrastre. Eso sí, se agradece salir de un concierto sobre las 10 de la noche y no a horas intempestivas entre semana. Empezó pronto pero también terminó pronto. Uno de los conciertos más intensos que he visto en mucho tiempo.
Setlist Thy Art is Murder:
Death Squad Anthem
Make America Hate Again
The Purest Strain of Hate
Human Target
Eternal Suffering
Dear Desolation
Fur and Claw
Holy War
New Gods
The Son of Misery
Puppet Master
Reign of Darkness
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Chemical Christ