Los años 90 habían terminado y la travesía del desierto del heavy metal llegaba a su fin. La reunión de Kiss para el unplugged les hizo ver que hacer un retorno era un negocio seguro. Tras Kiss se sumaron al carro centenares de bandas en lo que fue la auténtica fiebre de las reuniones. Pero la nostalgia protagonizaría el siguiente Wacken, en este se hizo un homenaje al power metal, la corriente europea que mantuvo la llama encendida del metal clásico del que el mundo parecía renegar o haber olvidado. Probablemente, y visto en perspectiva, el punto más alto al que llegó el power metal fue este Wacken del 2000. Sólo hay que mirar el cartel para ver que se habían quedado con la cuota de protagonismo. Si los dos escenarios principales eran black metal stage y true metal stage, al segundo se le podía cambiar el nombre a power metal stage sin problema.
El viaje con visita a la tienda más grande de heavy metal de Europa
En ese año decidimos probar con otra gente a la hora de viajar en autocar. Una pareja llamada Rosi y Carlos organizaron durante algunos años el viaje ya la verdad es que fue más ameno y tranquilo. El pasado año podías ser despertado en mitad de la noche con la película de las Killer Barbies a todo trapo. Algo que nunca entenderé pues decisiones o la falta de tenerlas hace que la gente cambie de empresa de organizadora. Visitamos Hannover que se preparaba para la Expo de ese año de la cual Scorpions iban a ser los protagonistas. El otro protagonista fue la ausencia de visitantes por lo que posiblemente allí terminaron las Expos. También me sorprendió el ver una alcantarilla con música. Algo sólo al alcance de los alemanes.
El viaje hacia la tierra prometida incluía pasar por la tienda de heavy metal Hellion en Itzahoe. Una enorme tienda que pasó a ser punto de peregrinación y que llegó a unir fuerzas con Wacken para crear un sello discográfico. Ese mismo año metieron algunas de las bandas de su escudería, bandas que en pocos casos llegaron realmente a algo. De camino hacia la tienda habíamos fantaseado con un lugar maravilloso y al llegar allí vimos que era todo bastante similar a lo que era el Arise de Barcelona. De todas formas, había que comprar un par de discos, y así lo hice.
Al poner la tienda ya pudimos ver que el público hispano empezaba a peregrinar hasta Wacken con gente de todas las comunidades autónomas. Eran los mismos que cerraban siempre la carpa de la discoteca metal. Mientras nórdicos y germanos caían por el alcohol los españoles seguían con sus risas y su cervecita. La lluvia en Wacken es habitual y potente. En toda edición suele caer una de fuerte y años más tarde eso sería un problemón. En ese año había partidos de fútbol entre prensa fans y músicos llegando a jugar gente del Fußball-Club St Pauli von 1910 e.V. (club que ha estado varias veces en primera y que merece un reportaje para él solito).
El festival gana un día de música: A Night to Remember
Era el primer año que se montaba lo de un día adicional con la A Night to Remember, una especie de previa con un escenario activo y bandas clásicas tocando. Krokus, Molly Hatchet y Company of Snakes eran una muy Buena oferta. En Company of Snakes estaban los ex de Whitesnake tocando su material más inglés y primerizo. Ojo pues ese concierto terminó en disco en directo y se empezó otra de las tradiciones del festival: grabar discos en directo en Wacken.
Wacken sigue creciendo
Vader: Mi primera vez viéndoles e impresionante demostración. Menuda lección a la batería.
Samson: Una maravilla poder ver a este grupo con Thunderstick a la batería, el fallecido Paul Samson y un Nicky Moore superlativo cantando esa brutal “Riding with the Angels”. Recordemos que Bruce Dickinson cantó en Samson.
Dark Funeral: Siempre queda deslucido este estilo a plena luz del día un show de Dark Funeral. Cuando les he podido ver de noche alcanzan otro nivel pues el black metal es oscuridad y fuego.
Royal Hunt: Sin DC Cooper, sin coristas, pero con un gran André Andersen y con John West.
Marduk: Impresionante demostración de los suecos presentando ese Panzer Division Marduk y arropados por un sonido pulcro. A pesar de la hora y del abrazo solar vimos a una banda en uno de sus mejores momentos.
Desperados: Eran una superbanda con Ferdy Doernberg y Tom Angelripper jugando a los cowboys y tirando de western thrash. Es una banda que no llegó a nada pero que personalmente me encanta. Allí estaban las puertas del salón, bailarinas de can can y billetes de la diligencia.
Pink Cream 69: Gran banda presentando el fenomenal Sonic Dynamite con unos excepcionales Dennis Ward y David Readman.
Iced Earth: Uno de los mejores conciertos del show y eso que se rumoreaba entre bastidores que iban a suspender por lesión de Schaffer. Se marcaron una versión de “The Trooper” de Iron Maiden. En esos días seguían con el bestial Matt Barlow.
Freedom Call: A pesar de tocar a las 10 de la mañana demostraron que su propuesta era fresca y enganchaba por muy happy que fueran.
Immolation: Ver a Immolation antes de las 11:00 y con un café en la mano es difícil. Más cuando el sonido es malo y todo suena tan guarro.
Labÿrinth: Power progresivo con Roberto Tiranti esta vez y no con Morby. Posiblemente esa versión del grupo fue la mejor de todas. 45 minutos rotundos.
Blaze: Estaba don Bailey en un gran momento pues su expulsión de Maiden quedaba cercana y en esos días había buen material, tenía pelo y escalaba andamios. Eran tiempos en los que sólo necesitaba de dos canciones de Maiden, a día de hoy toca Iron Maiden.
Doro: La diosa del metal enamoró a todos los que la vimos por vez primera. Luego nos daríamos cuenta que siempre es el mismo concierto, pero nada es comparable cuando ves por vez primera a esta mujer en directo.
Venom: No fallaron y en esos días era una maravilla verles en directo tirando de kilos de pirotecnia y clásicos.
Zakk Wylde: Impactante imagen la de Zakk Wylde armado de cadenas en el centro del escenario y escupiendo hacia arriba. Parecía completamente bebido, pero a pesar de ello tocó mejor que nadie la guitarra en ese festival. Nos regaló dos temas de Ozzy, su otro proyectillo…
Twisted Tower Dire: Tony Taylor y un servidor fuimos buenos amigos hasta que murió sobre su Harley. No estaban al nivel del resto de grupos, pero los americanos eran todo ilusión y tópicos metalopacos.
Rose Tattoo: Siempre es un placer ver a Angry Anderson tirando de veteranía y hacer el numerete de escenificar que le da un telele para finalizar el show.
Raise Hell: Thrash que prometía mucho en disco y que convenció poco en directo.
LO PEOR:
Rhapsody: Un auténtico desastre. Un pastiche de samplers y con un Lione tirando la caña a las chicas y recordándote a los italianos en el verano de la Costa Brava. Le quedaban años a Rhapsody para poder llegar a defender que eran una banda capaz de defender lo grabado en disco.
Squeler: Todos los síntomas de la sobresaturación del estilo estaban en este concierto. Todos los clichés repetidos y un solo de batería de Mike Terrana de 15 minutos en un concierto de 40. Estaba claro que el power metal iba a implosionar.
Thin Lizzy: Otra cancelación y de un cabeza de cartel.
Chantal Chevalier: A día de hoy sería impensable pero en esos días Wacken programó un show de strip tease. Había tanta gente para verlo (en el escenario principal) y no había pantallas en esos tiempos. Vi realmente triste que hubiera mucha más gente allí que en cualquier concierto. ¡Y encima no vi nada!
Sentenced: Las veces que vi a Sentenced nunca me convencieron y aquí está la prueba. Ir a Wacken y quedarte a medias fue una lástima.
LO MEJOR:
Dee Snider: A-LU-CI-NAN-TE. Era un ciclón, una bestia y el frontman definitivo. Dee Snider puso patas arriba el festival. 21 temas (19 de Twisted Sister) y podríamos tragarnos 21 más. Uno de los mejores conciertos de la historia de Wacken.
Gamma Ray: El grupo estaba en su cénit y tocaba canciones de todos sus discos. Hasta ese momento todo en Gamma Ray era perfecto, a partir del siguiente año se repetirían. Antes de los bises se les estropearon los amplis. Por primera vez veía un error tan grande en un festival de tanto prestigio.
Stratovarius: Timo Kotipelto no sólo consiguió un show espectacular con Stratovarius sino que se quemó con la pirotecnia y a pesar de la importante quemada terminó todo el show.
Nightwish: Estaban a otro nivel ya en esos días. Su material había derivado hacia el power metal y Tarja no fallaba una nota. Vimos allí a unos futuros grandes y no nos equivocamos.
The Trooper: Alucinantemente el tema lo tocaron tres veces durante el festival: Iced Earth, Twisted Tower Dire y Sentenced.
LO QUE ME PERDÍ:
Angelwitch: ¡Dio! Cogería una máquina del tiempo para verles en esos días.
Umbra et Imago: Ahora que he escrito sobre ellos no tendría dudas y le daría toda la prioridad.
Agathodaimon: Me hubiera gustado de verdad ver a esa banda en esos tiempos.
Spiritual Beggars: No les conocía, ahora son banda de referencia.
Knorkator: Pocas bandas más raras y frikis habían en esos tiempos.
El Metal Market: Había (hay) en Wacken un mercado enorme de venta de discos y camisetas y además clinics de guitarra y batería. ¡Y no me enteré de ello hasta dos años más tarde!