Tool – Undertow: 30 años de un debut inteligente, emocional y brutal

«Permitidme que insista…» (Matías Prats, periodista)

De nuevo, sí otra vez y así será cada vez que toque analizar un trabajo que vio la luz a inicios de los 90. Suele decirse -y creo que incluso podría demostrarse con cifras y datos- que el grunge acabó con el metal a principios de los 90. Pero la verdad, como suele suceder (casi) siempre, es un poco más intrincada. Sí, el ascenso de Nirvana en las listas de éxitos derrocó la decadencia decrépita del hair metal, pero la verdad es que después de tanto pop vacío y azucarado, el metal estaba a punto de caer, de todos modos, por el propio peso de sus lacadas crines.

1993 estuvo repleto de grandes lanzamientos de grunge, que se iban sucediendo mientras el metal ya comenzaba su (¿leve?) resurgimiento. De ese año son, por ejemplo, el Heartwork de Carcass o Those of the Unlight de Marduk. El debut homónimo de Rage Against the Machine, lanzado el otoño anterior, combinó el poder del metal con el funk y el rap con resultados explosivos e históricos. Y luego estaban Tool, una pequeña y curiosa banda de California que logró ser Doble Platino con su primer LP, que no trabajo. Quines coses, tu…

Undertow (1993) es un trabajo brillante, sí, pero un tanto contradictorio. Es demasiado técnico para ser alternativo y demasiado aerodinámico y furioso para ser rock progresivo. Además, hay referencias al cómico Bill Hicks, un famoso comediante estadounidense conocido por su humor satírico y su crítica mordaz sobre la política, la religión y la cultura popular. Hicks fue muy respetado en la comunidad del rock alternativo y se hizo amigo de muchas bandas y músicos, incluyendo a Tool. Él influyó en la música y las letras de los de Maynard James Keenan, y se sabe que algunos de los miembros de la banda asistieron a los shows de Hicks y lo citan como una influencia en su trabajo. Es tal su relación con Hicks que en Undertow le rinden homenaje al final, en «Disgustipated» (hacedme caso y tapaos los oídos entre los minutos 6:40 y 13:50 si no queréis sufrir de tinnitus de por vida), incluyendo extractos de Relentless, segundo álbum en directo del comediante, lanzado en 1992. Además, en Ænima (1996), Tool incluyó un interludio de Hicks hablando sobre la necesidad de la evolución y el cambio.

Por otro lado, en la cuarta canción -«Bottom»- colabora el grandísimo Henry Rollins. Bueno, en realidad, el de Black Flag no participa directamente en la grabación del álbum. Lo que escuchamos en el tema en cuestión es un extracto de un discurso del propio Rollins en el que habla sobre la alienación y la disociación en la sociedad moderna. Esta muestra de Rollins fue incluida como una forma de reforzar la temática del álbum en cuanto a la lucha contra la opresión y la liberación personal.

Además de estos dos «cameos», el álbum cuenta con una cantidad estúpida de pistas ocultas vacías, pero todas duran un segundo. Y no, no se invoca en ningún momento el nombre de Satanás, bulo este que lo hizo aún más aterrador para la Derecha Cristiana de la época.

Sin embargo, a pesar de todo el pensamiento religioso, también logra ser un disco divertido por momentos, y aquí es donde entra en escena Mr. Show, más precisamente el comediante y actor estadounidense David Cross, quien ha trabajado con ambas partes. Cross es conocido por su trabajo como escritor y actor en la serie Mr. Show with Bob and David, que se emitió en la HBO en la década de los 90. Cross también es un gran fan de Tool y ha hablado en varias ocasiones sobre su amor por la banda. De hecho, en 1997, la banda actuó en el programa de televisión Mr. Show, interpretando la canción «Stinkfist». Además, Cross y el batería de Tool, Danny Carey, han trabajado juntos en proyectos musicales en el pasado, como por ejemplo en Puscifer… quienes, por cierto, actuarán en Barcelona el próximo 4 de julio.

Volviendo a Undertow y a su música, hay que recordar que Tool no fue la primera banda de metal en cruzarse con el punk; de hecho, algunas personas incluso ponen en tela de juicio que estemos ante una banda de metal. No seré yo quien diga si sí o si no, pero no me cabe la menor duda de que Undertow es un disco increíblemente importante… para el metal. Vale, Pantera tenían los riffs, pero Tool tenían el cerebro. Sencillos tal colosales como «Sober» (stay tuned…) y «Prison Sex» te hacen pensar y auto-reflexionar sobre mil cosas a la vez, a veces meciéndote en una telaraña de sentimientos de lo más punk. Claro, casaron las letras de Maynard James Keenan con pasajes retorcidos y matemáticos, pero la ira y la mala leche están ahí. Si Nirvana no hubiera hecho rodar la bola, Tool y los de su clase habrían derribado a las bandas de metal de los 80 de todos modos. Y punto.

«Intolerance», el chirriante y espeluznante tema que abre este trabajo, nos (re)presenta a la banda. «Tool, el mundo a tus pies; el mundo a tus pies, Tool«. Su primer trabajo, el EP Opiate (1992), es sólido, pero un poco débil en cuanto a las letras en algunos pasajes. Undertow no tiene ese problema, y el avance artístico es casi sorprendente. Pero Keenan no es el único que avanza; el guitarrista Adam Jones saca aquí a relucir una gran cantidad de elementos de lo más prog. Canciones como «Swamp Song» y «Disgustipated» simplemente no dan tregua al oyente, y a pesar de todas las largas exploraciones musicales, Undertow sigue siendo una conmovedora exploración de un@ mism@ y un impresionante disco parido hace hoy tres décadas.

Rubén de Haro

Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.