Todavía andamos de resaca con la maravillosa segunda edición del Rock Imperium de Cartagena, pero a modo de avance, os queremos ofrecer el que consideramos el Top 5 de los conciertos vividos en las tres intensas jornadas bajo un calor infernal. Con un aforo al 90% pudimos disfrutar, y de verdad, en una edición que supone la consolidación del festival en su emplazamiento, con unas mejoras evidentes y otras apuestas que no han terminado de convencer, más por la orografía del terreno que por organización. Os adjuntamos una galería de imágenes de los asistentes al evento murciano.
Skid Row renacen de sus cenizas
Cuando supimos que Erik Grönwall entraba a Skid Row ya tuvimos clarísimo que la cotización del grupo iba a crecer como la espuma. Ya no tocan a las doce del mediodía como antaño, aquí venían detrás de Kiss en la despedida de la última jornada y el concierto fue absolutamente demoledor. Hay un grupo “nuevo” en el que incluso el material de su nueva obra puede convivir en harmonía con “I Remember You” o “Youth Gone Wild”. Demencial concierto en un retorno a la primera línea de la banda que parecía destinados a ser un mero bonito recuerdo de finales de los 80. Huelen a cabezas de cartel en próximos eventos…
Kiss siguen brillando en su eterna despedida
Pueden alargar la despedida tanto como quieran o hasta que el cuerpo aguante… El maquillaje tapa las arrugas y algunas ayudas técnicas suplen las carencias vocales de un simpatiquísimo Paul Stanley, capaz de decir la palabra “Cartagena” de 15 formas diferentes. Sólo por la entrada del grupo con “Detroit Rock City” ya te vuelan la cabeza con un show de los que sigues quedándote por momentos con la boca abierta, a pesar de que tampoco hay grandes novedades respecto a lo que suelen hacer. Inclusión de algún tema mítico y un castillo de fuegos final que debió impresionar a lo propia banda. Se notó que San Juan se celebraba en el Rock Imperium.
El sorpresivo paso adelante de Kai Hansen en un gran show de Helloween
Los Helloween de 2023 siguen siendo el rock n’ roll circus que nos decía Kai Hansen cuando le entrevistamos y defienden con maestría y elegancia los grandes clásicos de todas las épocas. Han ido añadiendo temas olvidados y en desuso, pero en este concierto hubo un músico que se reivindicó de una manera brutal: Kai Hansen. Desconozco qué ha pasado, pero Hansen ha pasado a ser un vocalista con el mismo peso que Deris y Kiske. Se marca varios temas como solista, el mix se ha alargado y participa en canciones que nunca había cantado. Y lo hace porque está a un nivel vocal impresionante. Fue lo más sorpresivo de la jornada y veremos si el resto del grupo está contento con este cambio.
The Night Flight Orchestra arrasan sobre el exceso de bandas de hard rock del festival
No tienen rival en un festival que abusó del hard rock en demasía, pero bueno, en esas tesituras es cuando los grandes grupos ponen el plus y barren a todos los aspirantes de propuesta similar. Soñábamos con ver a Nestor (que cancelaron), pero de momento queda claro que los de Bjorn “Speed” Stread está que se sale, con las simpatiquísimas dos azafatas a las voces y marcándose un “West Ruth Ave” para el recuerdo. Pianistas de etiqueta, clase a borbotones y una conga final entre el público. Hubo también un momento de recuerdo al gran David Andersson, pero pareció que nadie entendió el inglés de su líder.
Deep Purple mantiene el tipo y presenta a una estrella: Simon McBride
Contra todo pronóstico incluimos a Deep Purple en el top 5 a pesar de que Ian Gillan está tocado por el paso de los años y hay momentos, especialmente al principio, que uno lo pasa mal. Musicalmente todo sonó a gloria por mucho que haya el inevitable exceso de tramos instrumentales para que descansara su vocalista. Pero quien brilla con luz propia es el excepcional guitarrista Simon McBride. Habiéndolo visto en directo en el Calella Rock ya sabía que el fichaje sería perfecto, pero nunca imaginé que tanto. McBride queda capado en lo vocal, y es una lástima, pues podría marcarse alguna canción de otra época que no fuera de Gillan. Esperemos que lo estudien…