Nacidos hace un lustro en el -relativamente- pequeño estado de Maryland, Total Maniac lanzaron su primera grabación en 2019, una demo compuesta por cinco afilados mazazos de heavy adornado con toques thrash y cierta actitud punk, dejando como resultado un cuarto de hora de tralla aplastante y prometedora. Y ahora, tres años después de esa presentación en sociedad, podemos disfrutar de su primer larga duración, que cae como una losa con la misma fuerza que su antecesor, y hará las delicias de los amantes de propios y extraños, como ya se intuía al escuchar el adelanto que sacaron en abril, que llevaba por nombre “Eliminated”.
Precisamente ese tema es el que abre el álbum homónimo, y lo hace sin rodeos. Desde el primer segundo el quinteto se encarga de tirarnos a la cara toda su energía de la manera más brutal posible, presentándose como una apisonadora imparable que ha venido para volarnos los sentidos y hacer que nos guste.
Las afiladas guitarras dan paso a “Haulin’ Ass”, respaldada continuamente por machacones riffs que nos atrapan y contagian su garra inevitablemente. Los solos electrizantes y unos coros tan sencillos como pegadizos dan al corte todo lo necesario para hacer del tema uno de los buques insignia de este disco.
“Witch Christ”, que abría la mencionada demo del grupo, anda muy alejada de dar algún tipo de tregua. Un tercer ataque duro y a la cabeza que acaba cediendo el puesto a “Strung Out on Murder”, de la que también pudimos disfrutar en su presentación. Macarrismo, zapatilla y potencia, la marca de la casa.
Fusionándose con ella arranca “Lucifer’s Vortex”, donde la banda hace gala de su lado más thrasher, repartiendo en poco más de dos minutos guantazos sonoros a diestro y siniestro.
Aunque la intro de “Gutter Dweller” pueda hacernos pensar que estamos ante un tema de corte más clásico, enseguida los cauces vuelven a su naturaleza, y aunque sí es cierto que levantan un poco el pie del acelerador, Total Maniac siguen poniendo toda su intención para que la cosa no decaiga. Y lo consiguen sobradamente.
En “Breaking Free” se aprecian las influencias más oscuras de la banda, y casi imposible no pensar en clásicos de la línea de King Diamond al escucharla. Y he de destacar de nuevo el papel de las guitarras a la hora de hacer de éste otro tema más que recomendable.
Por último, nos topamos con una sorpresa llamada “Sick Love (Heavy Metal Queen)”. Y digo sorpresa porque para este último golpe los de Baltimore se apartan de lo que han venido ofreciéndonos hasta el momento y lo que nos regalan como despedida es una explosión de hard rock crudo que nadie se esperaba, pero que sirve como un colofón al que al menos yo no me atrevo a ponerle un pero.
Según propias palabras de la formación, este Total Maniac es “el álbum perfecto para cometer crímenes o follar”. Es posible, pero desde mi posición sólo puedo decir que, al menos, para escuchar tomando una cerveza también va estupendamente. Deberíais probarlo.