Triángulo de Amor Bizarro – SED

A pocos vamos a sorprender en la actualidad cuando afirmamos que Triángulo de Amor Bizarro es una de las mejores bandas españolas de los últimos 20 años. Tras cinco discos, cada uno mejor que el anterior, aterrizan con SED, una obra que deja muy atrás al resto de sus trabajos. Ya en 2020 nos azotaron en plena pandemia con oɹɹɐzıqɹoɯɐǝpolnƃuɐıɹʇ un disco crudo y corrosivo con mucha aroma industrial.

Ahora, exploran mucho más esos terrenos fangosos que hay en el universo noise y post punk, siguen haciendo gala a su relación indirecta con New Order, y evidentemente siguen escupiendo las letras más crudas de la escena. Duras y crudas, a veces directas otras veces con metáforas gloriosas. Porque Triángulo de Amor Bizarro no solo te revientan los sesos con esos riffs y ese noise tan afilado, también te incendian con una lírica exquisita.

El contraste de voces que Isabel Cea y Rodrigo Caamaño ofrecen, disco tras disco, envuelve a cada trabajo de esa locura inesperada. Isabel juega en las canciones más shoegaze mientras de Rodrigo vierte su bilis en formato más punk y noise. Aunque lo mejor es cuando se funden en un solo ente como podemos escuchar por ejemplo en “Huele a colonia Chispas”, una de las canciones más afiladas y memorables del disco.

Pero si buscas algo afilado, lo tuyo tendría que ser “SED”, la canción homónima, sin voz, es puro ruido y distorsión. Si eres de los que adoran la chispa de New Order y su synthpop, quedarás rendido a los pies de Isabel con su brillante actuación en “Estrella solitaria”. La pieza que abre el disco es redonda. Melancólica como pocas, con un teclado orgánico ochentero precioso y una guitarra shoegaze brutal. Casi cinco minutos orgásmicos, de lo mejor de la banda.

Contrastando ese arranque tenemos la potente y resquebrajada “Cómprate un yate” en la que Rodrigo avasalla al oyente bajo un ritmo más duro y pausado. Rock inclasificable, algo urbano como decían antaño, pero a años luz de ese concepto rudo, pues rudo o rudimentario no son unos adjetivos propios de los gallegos. La guitarra distrosionada es sublime, los arreglos dotan de un carisma especial y espacial a toda la canción. Muy lograda en todos sus aspectos.

Recuperando la fragancia más bella de su sonido tenemos “La espectadora” con unas guitarras de shoegaze perfectas sobre las que resalta la siempre apetecible voz de una Isabel que muestra todo su potencial en el canto. Pero si prefieres a Isabel en plan destroyer, no aguardes demasiado, pues “Estrella antivida” es el contraste perfecto a “La espectadora”. ¡Menudo combo de canciones!

Llegados a este punto ya podemos entrever que la banda destila a su manera la decadencia del ser humano, la desilusión por las causas perdidas. Sea con la dureza de las canción más rockeras o con la belleza triste de las más pop, SED destripa sin descomponerse, arrasa con todo cuál ciclón.

Superado solamente el ecuador del disco, aún nos queda otra mitad para llegar al máximo clímax, algo asimilable con canciones como la delicada “Canción de muerte del pez dorado”. Aunque el punto más fuerte de esta recta final la da “Cripto hermanos”, una canción con una excelsa lírica llena de indirectas – más bien directas-. “Él” no se queda atrás en potencia, algo que si que no ocurre en un regreso final a las canciones más shoegaze con “La condena” que cierra el disco con sus seis minutos de duración.

Lo peor del disco es que solo alcance los 40 minutos, y que conste que no es corto, pero es tan brillante que uno queda atrapado sin poder ni pestañear. En muchos momentos te despiertas embobado pensando “¿de verdad estas guitarras?” o “wow, que cojones, que putos teclados”. Porque SED es una obra de absorción lenta, más lenta que oɹɹɐzıqɹoɯɐǝpolnƃuɐıɹʇ (2020) pero mucho más placentera.

Queda bastante claro que considero éste su mejor trabajo hasta la fecha y no le costará mucho acabar siendo el mejor disco nacional del curso para la mayoría de oyentes. Hace ya tiempo que Triángulo de Amor Bizarro es una de las mejores bandas de nuestro país, tanto en estudio como con sus directos. Con SED se reafirman como una de las mejores y más innovadoras tocando varias disciplinas y evolucionando, sorprendiendo, disco tras disco. Los gallegos son la banda del momento entre nuestras fronteras.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones