Triumph of Death – The Resurrection of the Flesh

Nuestra Nota


8 / 10

Ficha técnica

Publicado el 10 noviembre de 2023
Discográfica: BMG Rights Management GmbH
 
Componentes:
Tom Gabriel Warrior – Voz, guitarra
André Mathieu - Guitarra, voz
Jamie Lee Cussigh - Bajo
Tim Iso Wey – Batería

Temas

1. The Third of The Storms (Evoked Damnation) (3:56)
2. Massacra (3:15)
3. Maniac (4:47)
4. Blood Insanity (5:33)
5. Decapitator (2:15)
6. Crucifixion (2:51)
7. Reaper (2:51)
8. Horus/Aggressor (3:59)
9. Revelations of Doom (3:00)
10. Messiah (4:53)
11. Visions of Mortality (4:53)
12. Triumph of Death (13:03)

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Hellhammer fue una banda suiza que siempre estuvo denostada por su rudez, por lo protopático de su propuesta e incluso el gran Gabriel G. Warrrior siempre dice que si firmaron por Noise Records fue sencillamente porque quedaban bien en las fotos. La gente de la discográfica odiaba la música de Hellhammer… Es un embrión del metal extremo que surgió junto a Venom y a Bathory en un momento muy concreto. Gabriel contaba con 19 años, componía con Eric Martin Aim y dio cuerpo a un efímero proyecto de dos años que había quedado un poco en el olvido.

El siguiente paso del grupo fue la creación de Celtic Frost, un grupo que supuso un avance total en todos los sentidos, pero Tom G. Warrior plantaba aquí la semilla y los postulados de lo que creía y quería hacer. Muchas veces, Hellhammer han sido vistos como una broma, pero sería la misma broma que Venom, sólo que vino desde Suiza. La globalidad de lo extremo tomaba cuerpo y el grupo se hacía un nombre, básicamente porque no había nadie entonces que practicara lo mismo que ellos intentaban. Veo a Hellhammer como un esbozo de futuro, y un poco es como hay que verlo.

“The Third of the Storms (Evoked Damnation)” abre fuego con el rugir de la sala y con esa rudeza cargada de imperfecciones y que es pura actitud. Visceralidad sónica sin búsqueda alguna de adornos ni florituras. Aquí se va al degüello y se respetan los postulados con los que les vimos nacer. Solo funcional de guitarra y cambios de acordes previsibles. Pero así se fraguó el metal extremo… con canciones como ésta. En “Massacra” destaca la base rítmica machacona por parte de Jamie Lee Cussigh al bajo y de Tim Iso Wey a la batería. Hay parones para darle variedad al tema y griterío final.

“Maniac” sería de las cosas más cercanas a un hipotético single. Destaca por su sonido cavernoso, la lograda línea vocal y esos breaks de batería tan rápidos. Tom sigue demostrando que su voz es absolutamente icónica y personal. Los temas son bastante largos, todo un logro en su época… “Blood Insanity” posee esa entrada tenebrosa y oscura, e incluso podemos decir que, técnicamente, es de las más complejas dentro de su estilo, dotada de notables tramos instrumentales que suenan feroces y primitivos. “Decapitator” es anunciada por su líder y tira de base con una base rítmica perfectamente empastada. Tenemos que subrayar el gran papel de Jamie Lee a las cuatro cuerdas.

“Crucifixion” es animosa y suena malvada, al viejo estilo Venom. Se nota el esqueleto de la NWOBHM y el riff ceporro y monolítico. Proto black a piñón fijo en velocidades de Motörhead y sin grandes aspiraciones, pero capaz de pavimentar el terreno para un futuro espectacular. “Reaper” muestra su lado más agónico en las voces, así como su combinación de arranques y parones en menos de siete minutos. El grupo hacía todo lo posible para que el mal se hiciera música y de veras que lo consiguieron… Personalmente “Horus / Aggressor” es el tema con el que les conocí y me sigue pareciendo lo mejor de la banda. Lo veo como un cuadro histórico colgado para admirar, y es así lo que hay que percibir de Hellhammer: su peso histórico más que la calidad de sus temas. Recordemos que esto es de 1982…

“Revelations of Doom” puede anticipar a Slayer perfectamente a pesar de lo primitivo de la propuesta. La progresión de acordes no queda tan lejos de Ramones, pero emociona y las caídas de tom y goliath de Tim Iso Wey le dan al tema una gran personalidad. “Visions of Mortality” es un corte más trabajado y variado que reservan para el tramo final, muy acertadamente. Están todos los postulados de lo que intenta el grupo y suena agresivo y convincente. Todo queda encarado para terminar con la seminal “Triumph of Death”, aquí alargada hasta más allá de los trece minutos. Espacios abiertos, intros largas y desarrollos extensos. Es un corte que da mucho juego para el directo y en el que se abonan al juego casi progresivo dentro de lo que era el grupo entonces. Maldad incipiente y creciente en una forma básica y atractiva.

Nunca han sonado mejor Hellhammer que en este directo, pero eso es algo que no le puedes decir al bueno de G. Warrior pues se enfada y te dice que para nada esto es Hellhammer, que Triumph of Death es una especie de tributo a un momento concreto en el que se toca todo tal y como fue concebido además de que también lo toca gente diferente. Hay que ver este material como un pedazo de historia viva, como esbozos de lo que serían luego sus obras maestras bajo otro nombre. Cimientos que dan al grupo lo suficiente para ser cabezas de cartel de festivales y que deben medirse como tales. No es una música que emocione ni que sea para las masas, pero está claro que si en un festival tocan Triumph of Death tirando del legado de Hellhammer… estaremos encantados.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.