Una cosita que puedo decir con orgullo es que seguimos a Tungsten desde el primer día. Hemos reseñado We Will Rise (2019) y Tundra (2020) y ahora toca hacerlo con Bliss (2022). En Tungsten está el que fuera baterista de Yngwie Malmsteen y HammerFall Anders Johansson (y que actualmente está con Manowar). La suya ha sido siempre una familia muy musical, especialmente su hermano Jens y su padre, pero es que sus dos hijos también tienen mucho que decir… Tanto, que al más puro estilo Phil Campbell montó una banda (Tungsten) con ellos, y tres discazos de tres.
Lo suyo es una combinación casi alquímica de power metal con folk norteño y metal industrial, pero más que mezclarlo todo, lo van distribuyendo por canciones, y la verdad es que han conseguido un estilo único y muy personal, a la par que reconocible. Pero el gran qué del combo es el de haber contado con Mike Andersson (Cloudscape) a la voz, el vocalista perfecto para lo que buscan. Y hay un lujo más: todas sus portadas son obra de Andreas Maschall.
“Dreamers” es un poco el prototipo de single del grupo sueco, dotada de riff de teclado cercano al folk y tirando de comercialidad, aunque con potencia. Son cortes tipo que combinan el power metal con la fórmula de Alestorm, y la verdad es que lo clavan. Pero a pesar de ser una banda novel hay un par de veteranos que saben que una de las claves está en la variedad, y es por eso que buscan el contraste con un tema tan agresivo como “In the Center”. Aquí se van, casi, al metal industrial, pero el estribillo no lo perdonan, buscan la fórmula comercial marca de la casa. Es original… pero emparentable por momentos con Avatar.
En “March Along” vuelve a asomar ese poso festivo y tecnológico de los teclados y la programación, además de unas voces femeninas jugando con el pegadizo estribillo. Tiene incluso aires irlandeses y ha sido escogida como single, a mí me parece muy representativa, pero no de los grandes aciertos. La misma fórmula se aplica a “Heart of Rush”, aunque aquí en medio tiempo y con algunos momentos realmente cercanos a Sonata Arctica, especialmente por los arreglos y los tempos del tema.
Una flauta asoma en la festiva y folkera “Come this Way”, otro single clarísimo en el que Nick Johansson se luce en el solo de guitarra, pero son canciones en las que se mima especialmente la composición y el todo más que la individualidad. La expresiva voz de Mike Andersson queda como anillo al dedo en la propuesta esgrimida. Pero si hay que quedarse con una… me quedo con la marinera “On the Sea”, a la altura de las grandes canciones de Alestorm o del “Seeman” de Die Apokalyptischen Reiter. Pura diversión y fiesta de directo.
Vuelve la apuesta por lo más agresivo y pesado en “Bliss”, en la que Anders, el patriarca, tira de doble bombo entre la oscuridad de los teclados y la agresiva voz del bajista Karl Johansson, artífice de esas voces guturales y sintetizadores a lo largo del disco. “Wonderland” queda como tema templado y melódico, marcado por la garganta de Mike. Coros agresivos para vestir un tema correcto que les funciona sin estridencias.
Mejoran las cosas en “Afraid of Light” conjugando todos sus logros en un tema pegadizo y de aires folk, incluyendo percusiones por parte de Anders. Mismos parámetros para “Eyes of the Storm”, de gran peso instrumental y bien pulida para dejar sólo a Mike jugar con sus registros más limpios. Destaca especialmente el final con el corte más largo: “Northern Lights”, de aires vikingos. Muy atmosférica, con Nick calzando una acústica y dejando que todo fluya a la vez que se da todo el protagonismo a los arreglos. Les ha quedado bello y diferente a lo que viene a ser el disco en general, especialmente con ese pizzicato de cuerda en el tramo final.
Tercer disco y tercera muestra de calidad y de que en Tungsten hay un grupo con muchísimas posibilidades. Desgraciadamente la pandemia y los compromisos de Anders con Manowar les han impedido llegar a hacer su primera gira europea apoyando a un gran grupo. El día que consigan salir y demostrar que pueden hacer lo que apuntan en disco tendremos a un grupo capaz de escalar de la misma forma que lo han hecho Powerwolf, Sabaton o Alestorm. Tiempo al tiempo… A veces “los hijos de” tienen mucho que aportar.