¿Alguien tenía idea de dónde paraba el bueno de Anders Johansson (Hammerfall y Malmsteen)? ¿Enorme batería, hermano de Jens Johansson (ahora teclista de Rainbow), hijo de uno de los más grandes músicos de jazz de la historia sueca? La respuesta es Tungsten, una banda de post power metal con… ¡sus hijos! Llega la tercera generación de Johanssons músicos (que conozcamos, antes de su padre igual hubo más) y lo hace a lo grande. Si os pensáis que es el típico disco que le monta el padre al proyecto de estrella de rock que tiene por hijo, estáis totalmente equivocados. We Will Rise es uno de los debuts del año y va en la onda de Powerwolf, Civil War y Sabaton, es decir, un power metal accesible, sin grandes solos y huyendo de las voces agudas. No buscan ser los nuevos Helloween y los teclados son la clave, pero sin intentar doblar a las guitarras sino buscando atmósferas y marcando los tiempos. Pero van más allá…
El tema homónimo es una maravilla “We Will Rise”, con elementos folk que te transportan a un pepinazo de afinaciones graves de lis que te pone el puño en alto. Hay una mezcla perfecta de heavy metal clásico con la onda más actual. Un acierto que Karl y Nick hayan fichado a su padre. Pero la gracia del grupo es el poseer a un vocalista con una voz tan personal como única: Mike Andersson (Cloudscape). Destaca sobre todo la composición en piezas tan redondas como “Misled”, aun siendo un medio tiempo sencillo y melódico. Los teclados de Karl dan color y las seis cuerdas de Nick huyen de protagonismos y lucimientos. El folk reina en temas como “The Fairies Dance” que a buen seguro van a ser grandes momentos de directo. Hay en el riffeado y los teclados influencias de Rammstein. Y es que si uno se fija hay elementos de metal industrial en su música, pero quedan algo difuminados por la accesibilidad general.
Imaginativas líneas vocales de la talla de “Coming Home” con muchos elementos futuristas y dispares, pero sin alterar la hoja de ruta melódica con la que empiezan y terminan. Si hay que meter sampleados o voces guturales no se cortan. Un detalle que demuestra la originalidad es el patrón de batería, nada habitual en power metal actual. Vuelve el poso Rammstein en el inicio de “Ain’t Over” dejando patente que estamos ate un grupo diferente y atractivo. Los hijos del batería se confiesan fans de Meshuggah y eso es posible otearlo en “As I’m Falling” en la que mezclan coros vikingos, metal industrial y un estribillo power metal que es de lo mejor del disco. Incluso han dado mucho protagonismo en la producción al bombo de Anders, que se mezcla con esos teclados folk norteño. La temática va desde lo fantástico a la crítica social del mundo actual.
De lo más experimental es “Sweet Venetta” en la que el riff a lo Marilyn Manson de “The Beautiful People” sobresale. No podemos negar que el grupo ha intentado ser original ante todo. El arsenal de temas frescos que no llegan a los cuatro minutos y que buscan convencerte a las primeras de cambio es surtido y notable. La tecnología puebla “Animals” y la remata con un estribillo dorado y termina con órgano de iglesia. Impresiona la paleta de estilos, recursos y calidad compositiva. En “Remember” consiguen sonar tremendamente Hammerfall por la línea vocal y esos teclados épicos. Esas mismas teclas blancas y negras abrazan la modernidad cibernética en la oscura “To the Bottom” con otro estribillo impecable. Esta vez me han recordado un poco a los Sonata Arctica más inspirados de estos últimos lustros. En “Impolite” hay un completo solo de Nick Johansson, tirando de coros a lo Bon Jovi y voces dobladas. Finalizan con folklore nórdico en “Wish Upon a Star” tirando de medio tiempo y solemnidad para coronar un excepcional disco de debut.
We Will Rise es espectacular, completo y apunta a que esta banda va camino de crecer. De obligada escucha si te gusta el power metal, y más si eres de los que creías que era necesario evolucionar más allá de Helloween sin caer en Sabatones y Powerwolfos. Mientras las dos últimas bandas citadas se ciñen a una fórmula compositiva en Tungsten cada canción es un mundo abierto. No es casualidad que estén en un sello potente y todo indica que les va a caer una gira europea grande como teloneros. Larga vida a la saga Johansson, pues cada generación mejora a la anterior.