Spoiler alert: Vengeance es un discazo.
Tras quedarme a gusto, vamos a exponer los motivos de tan rotunda afirmación. Para ser sincero, poco o nada conocía a los australianos Twelve Foot Ninja hasta hace unas semanas. Me sonaban, había escuchado alguna canción suelta… y poco más. Pero hace unas semanas vi un anuncio de gira y empecé a indagar más a conciencia. Y hace unos días recibí la premiere de su tercer larga duración.
Para los que no han conectado aún con esta curiosa banda de las antípodas, Twelve Foot Ninja son un híbrido multi estilístico que tocan varios palos con originalidad y soltura. Tanto podemos disfrutar de canciones totalmente melódicas como de otras tantas con guturales. Por aquí abrazan al nu metal, por allá al djent, incluso algo de ska metal. El resultado de toda esta variopinta suma de estilos solamente lo podrás escuchar aquí, con esta banda.
Lo mejor de esta variedad es que el disco entra directo, sin calzador. Es ligero, ameno y divertido. Las canciones son realmente curiosas pero muy bien forjadas. Un poco de Faith No More por aquí, algo de Meshuggah por allá y una pincelada de Alter Bridge para edulcorar la cena.
Nadie suena como Twelve Foot Ninja y esto es quizás su mejor legado hasta la fecha. La evolución solo viene marcada por la voluntad de la propia banda de ampliar estilos y horizontes. Y si abarca más con un resultado igual de bueno como el que hemos oído hasta la fecha, ¡bienvenidos sean más estilos!
Cinco años han tardado en superar la etapa de Outlier (2016) y, para amenizar el esperado retorno, la banda ha publicado una una novela literaria de alta fantasía llamada The Wyvern and the Wolf escrita por Nicholas Snelling. Ambientada en un mundo lúgubre y salvaje, The Wyvern and the Wolf cuenta la historia de un niño samurái huérfano llamado Kiyoshi que es adoptado por el despiadado líder de un clan de ninjas. Sin embargo, mucho más que una mera historia de origen, la novela es un tour de force en la ficción fantástica y la construcción de mundos, y representa una asociación única con Snelling.
Y regresando al disco, en Vengeance encontramos diez cortes de una duración media de 3 minutos y poco. Arrancando con contundencia para dejar las cosas claras nos topamos de bruces con “Start the Fire”, una de las mejores pistas del plástico. La canción arranca con una secuencia de bits electrónicos al estilo de NIN que desembocan en una espiral de riffs nu-metal y voces limpias muy resultonas.
Seguimos con “Long Way Home” en la que nos muestran la versatilidad de Kin Etik con las voces. Se trata de una canción poco común, con contrastes y cambios de ritmo e intensidad. Una gran canción. “Vengeance” suena a un cruce ideal y soñado entre los colosos Faith No More y la electrónica industrial de NIN.
“IDK” es todo en uno. Toda la paleta de sonidos los encontrarás aquí a modo resumen. No es una de las canciones más fuertes del disco pero, aún así, es muy interesante. Seguimos con la depechemode “Shock to the System”, temazo para alegrar cualquier fiesta. “Gone” es puro funky de corte Faith No More.
Encaramos la recta final con el djent y hardcore punk de “Culture War”. Velocidad endiablada para mostrar que cualquier cosa se adapta en el mundo de Twelve Foot Ninja. “Dead End” vuelve a sacudirnos con ritmos djent aunque esta canción es algo inferior al resto. Las voces de Tatiana Shmayluk (Jinjer) nos sorprenden en “Over and Out” aportando una nueva propuesta para la banda, gran resultado esta fusión. Y llegamos al poco deseado cierre con “Tangled”, una canción semi acústica que acaba por cerrar el círculo de forma brutal.
Vengeance se coloca con fuerza en la lista de los mejores trabajos del año. Sorprendente y curiosamente, nunca hubiesen entrado en las quinielas. Pero la verdad es que Twelve Foot Ninja tienen algo que les hace muy especiales.
Discazo.