El canto de cisne de Peter Steele y la séptima entrega de los doom-gótico metaleros Type O Negative pasó a ser un disco maldito que ha vuelto a ser reeditado por Nuclear Blast Records, que añade hasta ocho temas extra que harán las delicias de los fans completistas de esta banda de Brooklyn. Hay en esta obra humor negro, coincidencias macabras y grandes canciones. Pero el disco sorprende ya por la inclusión de Rasputín en portada verde. El ruso y Steele compartían potencia y dotación, lo que no sabemos es si Rasputín hubiese llegado a posar en la Playgirl con un reloj Casio de mercadillo.
Antes de que saliera este trabajo Josh Silver había bromeado en Internet fingiendo la muerte de Peter Steele, que en esos tiempos padecía depresiones y hasta había sido encarcelado por posesión de drogas. Las cosas en el seno del grupo tampoco es que marcharan especialmente bien y ya en su anterior obra Life Is Killing habían terminado hartos los unos de los otros estando en el estudio. Incluso para este Dead Again habían cambiado de discográfica y Steele había resucitado y girado con Carnivore, por lo que si la cosa no triunfaba, podía ser que lo dejaran para siempre.
Fue un disco de unión y reencuentro para todos los miembros del grupo y en lo musical hay rock gótico, pero también hay momentos de hardcore y otros puramente Sabbath. El padre de Peter murió dos años antes y su educación católica le llevó un poco a volver a los postulados de la fe que de niño le inculcaron (algo que les suele pasar a los músicos de heavy metal pasada la crisis de los 40). Acababa de cumplir los 45 años y estaba contento con el mero hecho de estar vivo, habiendo perdido a muchos amigos y compañeros de viaje.
“Dead Again” empieza con una intro netamente doom para luego dar volantazo y entregar una especie de punk gótico de primera, muy veloz y entonado, rico en muchos matices, cambios y sorpresas. El dueto de vocalistas da muchísimo juego al grupo y Kenny Hickey a la guitarra se hace su espacio para el lucimiento sin dejar de luchar por y para la canción.
“Tripping a Blind Man” vuelve a sorprender con los cambios y los juegos de teclado, además de esa oscuridad, las voces distorsionadas y el profundo bajo de Peter. Hay momentos realmente melódicos en el estribillo, aunque bañados en manifiesta oscuridad. Un gran inicio de álbum…
“The Profit of Doom” es uno de los temas más icónicos y en ella hay la despedida de Peter con ese “Goodbye Cruel World” de las letras. Tema extenso y algo experimental que deambula por derroteros doom, incluye partes con una especie de sitares y satura de sonido en afinaciones graves, dando total protagonismo a la profunda voz del líder y a su penetrante bajo.
“These Three Things” es el tema central del disco, cuenta con más de 14 minutos de duración y el inicio es absolutamente Black Sabbath de la era clásica. La cosa avanza en ritmos y sonidos muy siniestro-góticos de influencia Billy Idol para volver otra vez a los terrenos Sabbathianos y a los efectos de teclado y distorsión de guitarras. Alcanza el tema momentos brillantes y sonidos algo similares a los primeros Soundgarden y mucha intensidad vocal. Si te fijas en el extenso solo ambiental hay un homenaje a los Beatles y en concreto al “Hey Jude”, pero es en clave depresiva y oscura.
Personalmente me decanto especialmente por la maravillosa “Halloween in Heaven” (homenaje a Dimebag Darrell) por lo pegadiza y oscura que resulta y luego por la genial “September Sun”, en tiempos de balada gótico, aires doomies y el genial piano de entrada de Josh Silver. Realmente el grupo tenía un estilo muy característico y peculiar y el paso del tiempo ha hecho que esta clase de temas envejezcan la mar de bien. Tened en cuenta que en muchos de los temas de este disco Kenny Heckey comparte tareas vocales principales con el gigantón de las cuatro cuerdas.
“She Burned Me Down” posee la garganta más profunda del disco y hay un pasaje muy teatral que en sus manos puede ser perfectamente una broma muy de las suyas, pero que no queda nada mal. Por otro lado, se nota que la batería de Johnny Kelly es absolutamente real y no meten sus habituales cajas de ritmos. ¡Aquí hay incluso guitarras dobladas!
Ojo con “Some Stupid Tomorrow”, puesto que estamos en brazos del punk rock hardcore más directo y efectivo, aunque saturado de sonido y con los dejes oscuros propios del grupo. “An Ode to Locksmiths” es casi stoner y en algunos versos incluyen juegos de canon y unas segundas voces muy trabajadas en otro corte que es de alma muy noventera. Las voces agónicas del final del tema son de lo mejor de todo el disco.
Finalmente nos queda para reseñar la extensa “Hail and Farewell to Britain” que es quizá la más alternativa de todas y la que posee el final más cinematográfico. Posteriormente hay unos cuantos extras en directo que ya vieron la luz en la anterior reedición de hace algunos años. Los temas en directo suenan bastante crudos, con inclusión de coros femeninos y de esos más eclesiásticos en “Christian Woman, que, por cierto, va con ese homenaje a Black Sabbath. Es bonito ver a la gente corear lo clásicos como “Black Nº1”.
Puede que Dead Again no sea Bloody Kisses (1993) ni October Rust (1996), pero si saliera a día de hoy seguro que ponía la banda en el mapa. Tras ocho discos de estudio parecía que Steele y los chicos seguían más que inspirados, pero a partir de entonces las bromas macabras se hicieron realidad: Steele murió, el sello discográfico entró en quiebra y un huracán destruyó el estudio que albergó la grabación de este disco. El verde de la portada y la muerte se hicieron carne en la obra más extensa de todas. Lo que sí podemos afirmar que es quizá su disco menos lleno de negatividad y puede que incluso… el más “feliz”.