U2 – October (Especial 40º Aniversario)

Me agrada repasar los rankings musicales, prioritariamente los que ordenan de mejor a peor (o a la inversa) los trabajos de un solista o de un conjunto, aunque en la mayoría de los casos sus conclusiones no coinciden con mis particulares gustos. En la actualidad, si os dais un garbeo por internet, encontraréis un buen puñado de listas que clasifican la producción de los ya idolatrados U2 y, quizá de manera poco sorprendente, podréis comprobar que en casi todas ellas está situado en los puestos más bajos el elepé que hoy celebra el 40º Aniversario de su salida al mercado.

Si me preguntáis mi opinión, os diré que estoy en desacuerdo con esta valoración (como ya sentencié en la frase final de mi artículo sobre el inicial Boy (1980)), principalmente por dos consideraciones: de entrada, porque sus flojillas últimas publicaciones se merecen ese dudoso honor y, en esencial término, porque fue uno de los primeros vinilos que escuché de los dublineses y, por tanto, le tengo un cariño especial.

October, al igual que las habituales sensaciones que emana el mes que le da nombre, fue concebido con evidentes claroscuros. Para empezar, tres de los chicos (Dave Evans, Paul Hewson y Larry Mullen Jr.) eran miembros de la comunidad católica Shalom Fellowship, la cual, a partir de una visión profética, les pidió que eligieran entre el rock ‘n’ roll way of life o las doctrinas de la Biblia y, por consiguiente, les instó a que abandonaran la banda.

Por otro lado, tras un concierto en Portland durante la gira americana de su aclamado debut, el cantante Bono perdió un maletín que contenía los apuntes del próximo álbum, de modo que tuvo que improvisar, deprisa y corriendo, los nuevos versos porque el estudio de grabación ya estaba reservado. No cabe duda que este par de insólitas historias afectaron a una obra que para muchos es demasiado religiosa y muy irregular.

Dejando aparte las inusuales letras, el segundo long play del grupo transita por el específico sonido de los seminales You too o You two (ambigua doble traducción al inglés del acrónimo del cuarteto), regalando cuatro canciones soberbias (la potente «Gloria», la épica «Fire», la emotiva “Tomorrow” y la sencilla pero arrebatadora pieza homónima) y unos cuantos cortes como mínimo interesantes y bastante reconocibles (“I Fall Down”, “I Threw a Brick Through a Window”, “Stranger in a Strange Land” o “Rejoice”). En el plano interpretativo, resalta la versátil e inconfundible labor como guitarrista y pianista de The Edge, se afianza la contundente y precisa base rítmica de Larry Mullen Jr. y Adam Clayton y se mantienen los distintivos y a veces histriónicos registros vocales de Bono.

Curiosamente, en las mismas fechas que este redondo vio la luz, los londinenses The Police lanzaron el crucial aunque también criticado Ghost in the Machine (1981), para consolidar su reinado en el panorama discográfico. Cinco años después, el trono y sus seguidores pasarían a manos de los irlandeses.

Por cierto, el extraviado portafolio en el que supuestamente estaban guardados los escritos originales de October apareció y fue devuelto a su ilustre propietario en otoño de 2004.

Xavi Garriga Giol