Efectivamente, los californianos Ugly Kid Joe todavía siguen dando guerra… y a un nivel bastante alto, por cierto.
Por improbable que parezca, Rad Wings of Destiny (2022) es, de hecho, solo el quinto álbum de estudio lanzado en los 33 años que los de Whitfield Crane llevan en este negocio de la música, y el primero desde el genial Uglier Than They Used ta Be (2015). Y lo dicho, el listón todavía está ahí arriba, aunque seguro habrá quien piense que qué pueden aportar los «chicos» del «Everything About You» a la escena musical en pleno siglo XXI. ¿Caminar por la cuerda floja? La verdad, lo dudo mucho. Yo lo veo más bien como un deseo, unas ganas terribles de producir música nueva. Pero al mismo tiempo, debajo de los escenarios, tenemos a los fanáticos que solo querrán escuchar los éxitos heredados de los 90, y ahí sí que la banda no puede ganar, si bien no está de más recordar que Uglier Than They Used ta Be vio la luz gracias a una campaña de crowdfunding, lo que demuestra que Ugly Kid Joe todavía tiene una gran base de fieles fans para contrarrestar a sus fans más pacos. Y así nos plantamos a finales de 2022, con Whitfield Crane (voz), Klaus Eichstadt y Dave Fortman (guitarras) y Cordell Crockett (bajo), cuatro de los cinco miembros que grabaron America’s Least Wanted en 1992 y Menace to Sobriety en 1995, junto con el batería Zac Morris, quien regresa a la formación después de que Shannon Larkin (Godsmack, Amen) se haya bajado del tren. Ugly Kid Joe están de vuelta con un nuevo álbum que continúa con la tradición de los títulos de álbumes llenos de juegos de palabras: Rad Wings of Destiny, en clara referencia/homenaje al álbum de Judas Priest de 1976 Sad Wings of Destiny.
Estoy completamente seguro de que much@s de vosotr@s (casi tod@s, de hecho) hace años, décadas que les seguís la pista, pero es posible que algun@s les hayáis descubierto hace relativamente poco, en el ultimo lustro, quizá a raíz de su gira junto a los británicos Thunder. Pero bueno, eso no importa ahora, porque tanto si les conoces de su época dorada (1991-1995) como si no, habréis podido comprobar que no solo están en buena forma, sino que todavía son maestros en el noble arte de entretener a multitudes. Y el entretenimiento sigue muy vigente en Rad Wings of Destiny, un álbum destinado a poner una sonrisa en tu cara. Vale que ya no son aquellos chicos californianos surfistas de antaño, pues su estilo ha madurado mucho, pasando del rock alternativo a uno más adulto con dejes de blues/country. Estamos ante un álbum bastante maduro. Pero no hay que irse 30 años atrás para notar las diferencias, pues el cambio es bastante notorio incluso si lo comparamos con su predecesor Uglier Than They Used ta Be.
Como la gran mayoría del material que Ugly Kid Joe ha editado a lo largo de las décadas, Rad Wings of Destiny es bastante variado. Hay rock, mucho rock, en casi todas sus facetas y bajo diferentes disfraces. El primer adelanto, «That Ain’t Livin'», nos muestra su faceta más AC/DC; es fácil imaginar a Angus Young rockeando, adelante y atrás, a lo largo de los cuatro minutos y pico que dura el tema. «Dead Friends Play» es una pieza de rock ‘n’ roll sencilla, de la vieja escuela, impulsada por las guitarras, por lo que se podría decir que también hay una clara influencia de los australianos, de la misma forma que otr@s podrían asegurar que la mayor influencia aquí proviene de The Doors. «Not Like the Other» es glamurosa, de esas de acompañar dando palmas. «Everything’s Changing», en cambio, es un momento acústico de la más alta calidad. No, no es una balada al uso, pero tiene mucho mojo. «Kill the Pain» comienza de la misma forma (yo no las hubiera puesto seguidas en el álbum), pero en lugar de permanecer en un modo acústico relajado, alterna los segmentos acústicos con potentes ráfagas de riffs de guitarra y unas armonías vocales muy a lo Alice in Chains. Por otro lado, tenemos «Drinkin’ and Drivin'» y «Failure», dos temas bastante dispares entre sí. Mientras que el primero bebe mucho del country rock, la guitarra del segundo pega un tufillo a The Cult que tira para atrás… y no, no toca Billy Duffy; me atrevo a decir que esta es la mejor interpretación de Crane en todo el álbum. Y como suele ser habitual en la banda, también hay una versión, y en esta ocasión le ha tocado a «Lola», el clásico de The Kinks, interpretación bastante fiel a la original que invita a abrirte una Cherry-Cola para brindar que un grupo como Ugly Kid Joe todavía sigan regalándonos su arte.
Con Rad Wings of Destiny, hay que reconocer que la banda ha dejado algo muy claro: Whitfield Crane suena aún mejor hoy que en los 90. Ugly Kid Joe demuestra, una vez más, que a ellos se le da mejor la calidad que la cantidad. ¡Muy buen trabajo!
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.