Pocas bandas más transgresoras que Ulver encontraremos en el mundo del metal global. Una banda que ha roto moldes, ha fundido estilos equidistantes e incluso ha roto estereotipos. Una banda vendida a priori como una banda de black metal pero que, con el transcurso de los años ha dejado más que claro que ellos viven para y por la música, sea cual sea la condición o la etiqueta.
Si tiramos un poco de biografía nos trasladamos a 1993 para averiguar como se gestó el proyecto Ulver. El vocalista Kristoffer «Garm» Rygg formó un proyecto bajo el nombre de Ulver, que en noruego significa «lobos”. Durante sus primeros días la banda incluía al batería Carl-Michael Eide, que había dejado anteriormente Satyricon y los guitarristas A. Reza y Grellmund.
Tras la publicación de una primera demo titulada Vargnatt y de un split con Mysticum; Eide, Reza y Grellmund dejaron la banda. En su lugar entraron el batería Erik «AiwarikiaR» Lancelot, el guitarrista Torbjørn «Aismal» Pedersen y el bajista Hugh «Skoll» Mingay. Junto a Garm y Jørgensen comenzaron la grabación de su primer álbum de estudio al que titularon Bergtatt – Et Eeventyr i 5 Capitler (1995).
Éste icónico debut fue un disco de black metal con muchos toques folclóricos. Folk con ocasionales ritmos rápidos, guitarra eléctrica, voces guturales e intermedios con melodiosos pasajes acústicos. El título «Bergtatt» significa «adoptados por las montañas» en el folklore noruego y se refiere a las personas que, al vagar en las montañas, son atraídos por los trolls u otras criaturas místicas. Las letras del disco tratan sobre la historia de una muchacha que es secuestrada por las montañas. Bergtatt cuenta con una melancólica canción completamente acústica llamada “Een stemme locker”.
Kveldssanger
Y el disco que hoy nos ocupa bebe directamente de ésta “Een stemme locker”. Kveldssanger es la segunda parte de su trilogía black metal a pesar de que éste solo conserva algo de esa atmósfera de black metal.
Pero este álbum no es en realidad black metal en sus formas. Kveldssanger es en realidad es un álbum muy hermoso, edificante y conmovedor. Todo el disco cuenta con un sonido desnudo de formato casi acústico. El folk impregna todas las canciones hasta la raíz y tiene el increíble potencial de trasladarte a esos boscosos páramos noruegos.
Tan solo encontramos un par de canciones sombrías de “black”. Todo lo demás es un giro total a la propuesta blackernoruega. Al igual que su predecesor, el álbum es muy terrenal. La mayor parte del tiempo el álbum avanza con guitarras acústicas, acompañadas de alguna que otra flauta u otros instrumentos suaves, y ocasionalmente voces muy carismáticas. Especialmente las pistas con letra podrían ser fácilmente canciones de folclore nórdico. Kveldssanger es realmente impresionante.
El ambiente no está solo entre los puntos fuertes del disco. Todas las melodías acústicas presentes son de primera categoría y el álbum fluye de una manera fascinante. Este es uno de esos álbumes donde cada punteo y deslizamiento de la guitarra es absolutamente esencial. Ulver demostró en sus arranques que eran, en gran medida, los maestros de la melodía y la atmósfera. Y a día de hoy podemos afirmar que no hay banda como ellos.
Después de 35 minutos de escuchar este álbum, la sensación de paz interior es continua. Quizás mi único pero es la longitud, 35 minutos saben a poco. La variedad de sentimientos que se obtienen de este disco es enorme.
Todo este mundo creado gestó la leyenda o el rumor de que el siguiente álbum, Nattens Madrigal, se grabó en medio de un bosque noruego, pero este es en realidad el álbum que realmente suena como si estuviera grabado entre los bosques de Nord.