He tenido varias experiencias en directo con el gran Graham Bonnet y no todas ellas han sido especialmente satisfactorias, y siempre por varios factores, y no todas por el paso del tiempo. Pero esta vez cumplió con lo que esperábamos de él, y es que el elegante señor Bonnet a sus 75 años pueda alegrarnos la tarde con lo mejor de su repertorio es algo digno de elogio.
La verdad es que este histórico vocalista que ha estado en Rainbow, MSG, Alcatrazz y Impelliteri nunca ha tenido esa suerte necesaria y estos últimos tiempos tampoco le han sonreído especialmente. Fue expulsado de la nueva encarnación de Alcatrazz, que el mismo ayudó a remozar, y ya no está en ese carrusel de vocalistas que acompaña a Michael Schenker. Dicen las malas lenguas que parte de la culpa es que desde que entró en su vida Beth-Ami Heavenstone contratar a Bonett implica contratar a su bajista-esposa también. Funcionan como pack.
Hubo una muy buena entrada en la Wolf, pero la primera sorpresa ya fue que no había telonero y que nos quedamos sin ver a Sergio Michel, algo que hizo que tuviésemos que esperar hasta que empezase el concierto a las 21:30, una hora tardía si nos fijamos en los actuales horarios que se estilan en la actualidad. Tampoco había merchandising, una lástima pues Graham siempre trae buenos precios… Disfrutamos de una colección de classic rock que sonaba hasta que se subió el telón.
Apareció el quinteto con un Graham vistiendo de negro, con corbata roja y gafas de sol, atacando un “Eyes of the World” en el que ya vimos que andaba justo de voz. Pero por lo menos no fue como cuando vino con Alcatrazz, show en el que sorpresivamente cantaba como en el disco y luego pasaba a sufrir. Aquí no hubo ni trampa ni cartón, fue Bonnet en estado puro, en su senectud. Mucha emoción y buen sonido con un grupo algo irregular.
Por un lado, destaquemos especialmente la gran labor de ese batería tremendo que es Kyle Hughes y un buen teclista como demostró ser Alessandro Bertoni. Conrad Pesinato no es precisamente Blackmore ni Joe Stump, pero cumplió su cometido con dignidad. Y luego está esa bajista que me parece la fuente vital de Graham y el apoyo absoluto del vocalista más allá de lo musical. Digamos que ha mejorado con las cuatro cuerdas respecto a sus anteriores visitas y que estuvo abierta, simpática… Es la mano derecha de un Bonnet solvente.
“All Night Long” era realmente exigente y funcionó con coros pregrabados. El tema es tan genial que hizo las delicias de los presentes, que cantaron la canción entera. Agradeció nuestro héroe el trabajo de Blackmore en su día, también a Ronnie James Dio y arrancó con “Love’s No Friend”, con ese estribillo muy coreado y luego con un “Makin’ Love”, que es la gran canción tapada de un Down to Earth en el que sobresalen especialmente cuatro canciones absolutamente clásicas.
“Necesitábamos un hit para los nuevos Rainbow e hicimos el ‘Since You Been Gone’ de Russ Ballard”, así presentó esta maravilla para la que reservó fuerzas, consciente que la cantaría bajo la luz de los móviles. Gran momento y ese momento íntimo en el que Graham y Beth-Ami cantan juntos una pequeña estrofa. Dijo de Ballard que era uno de sus mejores amigos, y no sería la única canción del maestro pues luego nos regalaría una sorpresiva “S.O.S.” de Ballard también, en la que Conrado conseguiría un buen solo con la guitarra. Antes hay ese momento de respiro para el vocalista dejando que los instrumentos llenen minutos con solos y con el magnífico groove de la canción “Lazy” de Deep Purple. Jugó Bertoni con la entrada de “Mr. Crowley” y con algún desliz en el solo posterior, pero era para una buena causa: Que Graham recuperara el aliento
Incluyeron el pique guitarra-teclado mientras algún roadie y Beth-Ami vigilan que Graham Bonnet suba y baje escaleras asegurándose de que no tenga una caída, pues en directo da mucho de sí y se entrega tanto como puede. Presentaron una nueva canción llamada “Impostor” que no pinta precisamente a clásico. Mejoraron las cosas con ese “Desert Song”, pieza histórica de ese discazo que hizo junto a Michael Schenker, con teclados envolventes y con la gente acompañando con las palmas.
Mi favorita de su etapa en solitario es “Night Games”, y es vocalmente muy exigente, pero Graham se atrevió y capeó el temporal con clase y veteranía. Nos recordó que ese tema lo grabó junto a Micky Moody, Cozy Powell y Jon Lord… ¡Casi nada! Intentaron hacer segundas voces sobre la base cantada de la canción y… digamos que todo funcionó a medio gas.
Curiosamente desapareció el “Jet to Jet” de Alcatrazz que estaba prevista y en su lugar Kyle empezó un solo de batería que desembocó en “Into the Night”. Contó Bonnet que la letra estaba inspirada en cuando su ex mujer le puso de patitas a la calle en Australia, y le pidió un taxi. “De una mala experiencia puede nacer una gran canción”. Posiblemente sea la mejor de su última obra.
La bajista presentó al grupo, estuvo pendiente de Graham y en algún momento tuvo que corregirle la canción que tocaba, siempre con una amplia sonrisa, presentando a su media naranja como a un mito (que lo es). Nos brindaron “Assault Attack” de MSG, otro temazo imprescindible y el vocalista se vino arriba para jugar con su voz en los fraseos de guitarra de Conrado.
Hubo un único bis con la maravillosa “Lost in Hollywood” no sin antes decirnos que estaba orgulloso de la banda que tenía y de tener a su lado a su esposa. El guitarrista salió el primero al escenario para conseguir que cantásemos el “oéoéoé”. Luego Graham lo pasó realmente mal en algunos tramos de esta preciosa canción de riff estelar.
Se despidieron cumpliendo expediente y con nosotros convencidos por el esfuerzo del veterano héroe y vocalista. El tiempo avanza y las leyendas se hacen mayores por lo que es siempre bonito el poder tener la oportunidad de disfrutar de ellos sobre un escenario. ¿Cuántas veces podremos disfrutar de Graham Bonnet sobre un escenario?