Zeal & Ardor. Marcado en el calendario en verde y púrpura tenía la fecha del miércoles 19 de diciembre. Ya podía haber un Holocausto Nuclear… No era un miércoles cualquiera. Tengo una cita ineludible con el autor del disco del año, en mi opinión. Las huestes de Manuel Gagneux visitan Barcelona en una de las citas más esperadas de la última mitad del año. Su actuación en Primavera Sound 2018 había dejado huella, sorprendiendo a propios y extraños, con su propuesta. Desde entonces, gentes de diverso pelaje musical y ajeno al metal extremo, se habían maravillado del chico de pelo crespado, apariencia humilde y magnetismo arrollador sobre el escenario. Además, la aparición en el programa musical de la televisión pública española, La Hora Musa, de la semana anterior había hecho efecto.
Más hype para una banda que no acaba de convencer a los puristas por ser un poco hipsters, y que no tiene un espacio definido en la escena metálica. Ciertamente, el mestizaje en el metal extremo a veces cuesta de cuajar, y más si hablamos de mezclar, góspel, soul, blues… con black metal. Yo creo que Zeal & Ardor es lo mejor que le ha pasado al metal en los últimos años (fenómeno Ghost a parte, que tampoco a estas alturas se ajusta al término metal).
Como decía, la propuesta de Zeal & Ardor no acaba de convencer a una parte del sector trve de la escena extrema, y se perciben como una muestra hipster… algo parecido como sucede con Deafheaven. Pero no por ello debemos desdeñar a una banda con un líder con un carisma sin igual y capaz de componer dos discos como Devil is Fine (2016) y Stranger Fruit (2018), ambas obras absolutamente imprescindibles para los amantes del metal del último lustro de la década de los 10’s.
El reto para Manuel y los suyos era mayúsculo ante un público exigente, una expectación por las nubes y una buena entrada ante lo que, a la postre, fue su último concierto de la fase europea de su gira. Ahora, toca Australia, y poco después gira americana con Baroness y Deafheaven (ahí es nada, el cartelito de marras) que los puede catapultar a la siguiente fase, si esto fuera un mundo predecible, claro está, para llegar a más público y hacerse un hueco en una escena falta de artistas de nueva hornada dispuestos a liderar la nueva generación metalera.
Foscor
Foscor habían sido los elegidos para abrir las dos fechas en la península. No voy a descubrir a estas alturas quienes son estas leyendas del metal extremo barcelonés, catalán y, por extensión, estatal. Después de grandes obras de black metal tradicional, en su anterior obra decidieron dar un vuelco y abrazar las nuevas oleadas de metal extremo y presentaron un discazo como Those Horrors Wither (2014), continuado por su última obra Les Irreals Visions (2017) (complementado posteriormente, este año, por Les Irreals Versions, en formato acústico) en las que se abren a nuevos sonidos mucho más intimistas, atmosféricos y espirituales.
A pesar de contar con tan solo 30 minutos, Fiar y compañía nos obsequiaron con una actuación excelsa, a ala altura de los que se puede esperar de ellos. Con los cuatro instrumentistas absolutamente perfectos y un Fiar a las voces y ejerciendo su papel de frontman a las mil maravillas, dotando de la mística y espiritualidad que necesitan en esta nueva etapa, ya consolidada. Con esa manera tan personal de moverse y ejercer de maestro de ceremonias. No podían faltar, “Instants”, “Ciutat Tràgica” y “Altars” de su último álbum con una breve incursión con “Graceful Pandora” de The Horror Withers. Para cerrar el breve setlist con “De Marges i Matinades”.
Una buena actuación, de una gran banda, adaptada a la situación de abrir para otra gran banda. La buena noticia, según se pudo confirmar por las palabras de Fiar al final de la actuación, es que (parece) que podríamos tener nuevo material de Foscor este año, por lo que en Science Of Noise tendremos las orejas atentísimas.
Setlist Foscor:
Instants
Ciutat Tràgica
Altars
Graceful Pandora
Espectres al Cau
De Marges i Matinades
Zeal & Ardor
La realidad es que la crónica de la actuación de Zeal & Ardor la podría acabar ahora mismo, y podría ser algo así como: “Concierto absolutamente brutal”. Pero, como comprenderás, hay que ganarse el sueldo (sic). Esa intro tecno como es “Sacrilegium I” a un volumen y potencia brutales nos daban una pista de lo que íbamos a ver. Todo oscuro. Focos blancos. Salen los miembros integrantes de la banda, y boom, se desata la locura con “In Ashes”, sonido excelso, mística a flor de piel y Manuel Gagneux impregnando de magnetismo la sala. Ya está. Estamos entregados a la causa. Lo que pase ahí fuera nos da igual. El sonido de la sala, superlativo. Un juego de luces a prueba de bombas, que van del blanco, al verde, pasando por las tonalidades rojas… “Servants join us!”, grita Manuel desde su micro, mientras demuestra su virtuosismo vocal. Del blues calmado a los guturales, pasando por las voces rasgadas más blackers. Ya nos habíamos ventilado “Servants”.
En otro foro, lugar, espacio la sala ya sería un hervidero. Pero no. El público estaba entregado a esa mezcla ceremonial místico magnética del amigo Gagneux. Acompañado magistralmente por el resto de la banda. Banda que se sabe secundaria ante el carisma y magnetismo absolutamente brutal del suizo-americano. “Come On Down” fue la siguiente… rendido me hallo. Poseído por los cantos iniciales de los esclavos camino del campo de algodón de “Blood in the River” te hacen preguntar realmente: “¿qué coño habría pasado si realmente, en lugar de abrazar el cristianismo, los esclavos afroamericanos hubieran abrazado el satanismo?” y la respuesta es: “ESTO”.
Las canciones del setlist te van cayendo sin concesiones, sin palabras huecas entre medio, directo a tu cabeza. Sin adornos. Sin falsas frases hechas. Así es en directo este artefacto musical. No te deja respiro. Te da igual. Estás inmerso en el mundo de Zeal & Ardor. Estás en tu particular manera de interpretar ese torrente místico musical. A lo tuyo. Sin más. No hay juegos de coros con el público (posibilidades las hay, pero nada). Zeal & Ardor han venido a poseerte sin concesiones.
Quizá debes pensar que el personal sello de la banda tiene una traslación en directo caótica, ruidosa y poco melódica… Nada más lejos de la realidad. Francamente…. Lo Zeal & Ardor en directo es de otro planeta. Milimétricos. Todo suena perfecto. En su sitio. Sin errores. Y además, el carisma innato de Manuel Gagneux hace el resto. No puedes quitarle un ojo de encima. No falla una. Lleva el peso de la guitarra y además demostró una versatilidad vocal sin igual. Ahora voy del rollo Ben Harper, ahora me desgañito como Abbath, ahora busco el tono más de “esclavo camino del campo de algodón”… ahora parezco Eddie Vedder. Además, el formato de tres voces se perfila como un acierto brutal (a parte de Gagneux están a las voces de Denis Wagner y Marc Obrist, que se dejan las cuerdas vocales en cada tema).
Y así, y sin enterarte (porqué como tienes el setlist más abajo, no te lo he explicado) llegas al encore, después de que te hallan caído, así como el que no quiere la cosa un repaso bastante exhaustivo a sus discos después de una hora, cosas como “Gravedigger’s Chant” o “We Can’t Be Found” (mi tema preferido con diferencia, en el que las influencias de Faith No More, en mi opinión, se hacen evidentes). Encore, finalizado con “Baphomet”. Manuel nos da las gracias, ahora sí que tira de tópico, diciendo que somos la mejor audiencia que podría haber tenido en su última actuación en la gira europea, y punto final.
Lo vivido en la [2] del Apolo la noche del 19 de diciembre tiene muy poco en qué compararse. Por misticismo, espiritualidad y magnetismo. Por una banda milimétrica, con un sonido arrollador y que no te da un respiro. Por un espectáculo correcto para ser en pequeño formato. Por un líder, y alma mater del proyecto, con un carisma inigualable a día de hoy en cualquier grupo de la escena. Sencillamente, se te acaban las parábolas, adjetivos y calificativos para lo visto y sentido.
Quién sabe los derroteros que puede elegir Zeal & Ardor a partir de ahora. No sabemos hacia donde pueden tirar. Pero de momento, hay que tenerlos muy en cuenta y estar atentos. La sensación final es de haber vivido algo muy grande. Algo que, próximamente, quien sabe si podremos vivir en una sala de las dimensiones de la [2] del Apolo.
Confirmado, además de firmar el mejor disco del año, quizás hallan hecho el mejor concierto del año en pequeño formato. Yo lo creo firmemente.
Setlist Zeal & Ardor:
Sacrilegium I
In Ashes
Servants
Come On Down
Blood in the River
Row Row
You Ain’t Coming Back
We Never Fall
Fire of Motion
Ship on Fire
Stranger Fruit
Coagula
Cut Me
Gravedigger’s Chant
Children’s Summon
Built on Ashes
We Can’t Be Found
—–
Sacrilegium III
Don’t You Dare
Devil Is Fine
Baphomet
Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop… en resumen, la música es mi pasión.