Whitesnake nunca hubiesen llegado al nivel de banda de estadios sin el fichaje de Adrian Vandenberg, ese holandés, que ya en su primer disco llegó a las listas de Estados Unidos y llegó a girar con Kiss. Fue una campanada inesperada, y a pesar de que sus dos posteriores discos no alcanzaron el nivel de popularidad estaba claro que allí había, no sólo un gran guitarrista, también un excelente compositor. Su salud le afecto justo en el momento de estar en la cumbre y Coverdale reclutó a un sustituto que nada tenía que ver con él: Steve Vai.
Pudo vivir lo mejor de los 80 en la cumbre estando en una formación de ensueño y luego tiró sin tener grandes ventas ni popularidad, pues los 90 entraron en juego. Cuando recuperó el proyecto Vandenberg se hizo con los servicios de Ronnie Romero, pero la pandemia hizo que apenas pudiesen llegar a presentar su anterior disco 2020. Sigue apostando el de los países bajos por su proyecto y Mats Levén le permite poder tocar todo su amplio catálogo con una calidad absoluta. Esperamos verle pronto o de gira o en festivales, pues hay calidad sobrada aquí.
“Thunder and Lightning” es justo lo que podemos esperar, electricidad y heavy metal directo y pegadizo. Mate Levén está a su nivel de siempre y un poco te hace olvidar a Ronnie Romero. Es un tema 100% serpiente blanca y a buen seguro que Coverdale estaría encantado de tener una composición así si hubiese otro disco (¿de despedida?). Matices, gran solo y sonido exquisito. El primer single ha sido “House on Fire” y tiene unos aires muy Judas Priest. Cadenciosa, de riff marcado y con un buen estribillo, un poco refleja la gran calidad de la obra. Vandenberg se esmera en los momentos solistas con clase y velocidad.
Posiblemente nadie podría esperar un single de casi siete minutos, pero “Sin” es una de las mejores composiciones del disco y esos aires épicos a lo Rainbow enamoran. Es una canción especial, con muchos arreglos de teclado y muchísima ampulosidad y sentimiento. “Light It Up” es un buen tema de aires totalmente 80’s, pero puesta al día. Quizá peque de previsible y algo prototípica, pero Levén consigue algunos de los mejores agudos del disco. Una de mis favoritas es “Walking on Water” con Mats empezando en tonos muy graves, tirando de clase y consiguiendo uno de los cortes más completos y pegadizos de la obra.
En “Burning Skies” hay ese golpeo tosco de entrada en el charles por parte de Koen Herfst en otra buena canción directa y con un poco aires Rainbownianos. La clase de Mats es superior. Lo más metálico y directo es “Hit the Ground Running”, un tema que rezuma fuerza de directo y que apunta directamente a ser tocada en directo. Gran trabajo de Randy Van Elsen cohesionando con su bajo el tema y demostrando que el grupo tiene algo bueno entre manos
La sensación de estar ante los Whitesnake más elegantes y sexys aparece en la gran balada “Baby You’ve Changed”. Mats vuelve a estar en un momento de gracia y ese feeling potenciado por el teclado le pone un extra al tema. La verdad es que se nota que a Vandenberg le gusta jugar a crear temas que podrían servirle a Coverdale perfectamente, y que supera con mucho lo que ha hecho David en sus dos anteriores discos, muy espaciados en el tiempo. Termina con una pieza a medio tiempo muy intensa y certera titulada “Out of the Shadows”. Es la más trabajada, producida y estudiada a nivel de coros y arreglos, también la más oscura de todas.
Buen disco continuador de su anterior 2020 en el que no se nota apenas el cambio de vocalista. Buen repertorio de canciones destacando las que más se parecen al material de Whitesnake y también los cortes más arriesgados y experimentales como puede ser el tema que da título al disco. No esperes grandes experimentos y sí un disco muy deudor a lo que es el nombre de Vandenberg. El grupo cuenta con músicos muy profesionales que han estado en bandas como Tank, Epica o Doro, y si a ello le sumas el talento de Mats Levén y la guitarra de Adrian, pues como que luce todo bastante. Esperemos que el grupo venga a tocar de gira o en festivales más pronto que tarde.