Velkhanos – The Wrath

Velkhanos. Estilo musical: melodic death metal, black metal; al menos, eso pone. Bueno, pues me lo pido, a ver qué tal está. Me lo pasan y me encuentro con algo bastante diferente, tanto por estilos, como porque se escapa de lo que podría escuchar habitualmente. ¿Malo? Para nada. Es más, siempre va bien salir un poco de la zona de confort y encontrarte sorpresas agradables como estas. Quizá es un disco que no me lo pondré habitualmente, pero se sale de la norma y eso mola.

Pero un momento, que he empezado por el ano y debería haberlo hecho por el esófago. Vayamos paso a paso, primero un poco de explicación del grupo y los temas del disco, digeriéndolo… Velkhanos, es un grupo estatal, formado en 2018, y en el que nos encontramos como vocalista a Miriam Ortiz, a las seis cuerdas, Pablo Ato y Fernando Salmerón, al bajo a Ángel Lucas, y como baterista, José Antonio Montiel. Bien, hechas las presentaciones, y tal como he comentado anteriormente, ellos dicen que hacen melodeath y black metal. Pero esto, señor@s, va mucho más allá, hay una fuerte base heavy y power, incluso clásica. Es divertido escuchar guturales y ritmos súper agresivos a la batería, mientras las guitarras tienen un aire heavy con sus clásicos solos. Y encima, con muchísima calidad.

Este The Wrath (2020) comienza con una intro, “In Absentia Dei”, de aire blackense, con una atmósfera tétrica y oscura. La chicha ya empieza con “Bring Me the Fire”, tema con cambios, ágil, feroz, de estilo melodeath, con diferentes registros de voz, desde el growl pasando por partes más limpias, y como he dicho, las guitarras son muy armónicas, rozando el heavy. Todo esto aliñado con un estilo bastante moderno y easter eggs con guitarra española. Con “Black Omen” seguimos con un ritmo general rápido, aún más que la anterior. En esta ocasión tiene la particularidad que tiene unos coros tirando a oscuros, perturbadores, y unos muy buenos arreglos generales que son el ejemplo perfecto de la mezcla entre metal sinfónico y death metal melódico, incluso épico (el segundo tercio de la canción).

La siguiente, “Dagon”, tiene un inicio totalmente diferente, con un hand to hand en las guitarras, y con un ritmo general más de heavy y más melódico si cabe, sin tantos growls de por medio. “The Wrath” contiene una alternancia entre growls y voces limpias, continuando con el estilo de las dos anteriores canciones, dureza melódica y con cambios de por medio, y sin olvidarnos de sus muchas partes instrumentales y solos clásicos en contrapunto de la batería más moderna.

“Vulcano” tiene un inicio de puro heavy metalcoriense, con unos aportes técnicos que se van oyendo en todas las canciones y se debe reconocer que las dos guitarras se entienden a la perfección y enlazan sin parar sonidos y más sonidos armónicos. “The Last Day” de inicio es un tema sinfónico, con unos coros de ópera. En general es más crudo, sobre todo la batería, en la que Velkhanos nos enseñan todos sus diferentes y amplios recursos.

“Moloch” empieza con un guitarreo acompañado de la batería (semi breakdowns que se irán repitiendo), muy efectivo, preparándote para la guerra, para finalmente presentarnos otro tema duro y crudo, sin olvidarnos de la excelsa melodía de las guitarras. La penúltima canción “Eye of God” tiene unos cantos gregorianos, que pueden ser el late motiv del tema, con campanas incluidas. En general deja de lado la voz dura y el death del inicio, para presentar un tema más melódico e incluso con un aire a epic metal. Realmente todo está muy trabajado y elaborado. El disco termina con “Capricho Árabe”, un precioso cover de guitarra clásica y eléctrica del maestro compositor Francisco Tárrega.

En fin, excelentísima primera muestra de contacto para Velkhanos, donde nos muestran todo su excelso repertorio, con guitarras fascinantes y amplios registros por parte de Miriam, sin olvidarnos que la batería y el bajo les van a la zaga. Repito, no es melodeath ni black al uso, de hecho, seguramente son los estilos que menos usan. Aunque hay demasiado “clásico” para mi gusto, está bien introducido y debo reconocer que hay muchísima calidad y futuro, con una mezcla bien agitada de estilos.

Dídac Olivé

Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.