Desde Salt Lake City, Utah, nos llegan estos cinco metaleros de pro, con su segundo plástico editado por Metal Blade Recods. Heavy metal clásico que nos hará recordar a Manowar, Judas Priest o Iron Maiden, y a 3 Inches Of Blood como referencia más próxima en el tiempo. Una actualización del sonido de la New Wave Of British Heavy Metal que se agradece en los tiempos que corren. Su anterior disco ya apuntaba maneras, The Revenant King (2015), pero se quedó ahí, apuntando maneras y poco más. Con Conqueror’s Oath (2018) entregan un gran disco de heavy metal (épico) que hará las delicias de los paladares más exquisitos y hambrientos de metal clásico de calidad. Sacad vuestras tachuelas, la chupa y el cinturón de balas que vamos a disfrutar de un viaje lleno de riffs de guitarra, voz metalera y solos que “quitan el sentío”.
Líricamente, el disco, se mueve en la temática épica, guerreros, acero, plata, reinas, etc. Pero vaya, vamos a la música que es lo que aquí nos incumbe (habrás notado, ávido lector o lectora, que los guerreros, damas y la épica en general, a mí… ni fu ni fa, con todo el cariño del mundo). Iniciamos el viaje con «Steel And Silver», un himno heavy metal con coro épico, y ya muestran lo que serán los rasgos identificativos del disco. Guitarras que cabalgan, solos maravillosos y una voz, permítanme la herejía, recuerda un poco a la de Dio, en esos términos nos movemos. Con un final de guitarras dobladas maravilloso que le da más épica a un tema que te puedes imaginar vociferando con tu jarra de cerveza al aire.
Seguimos con «Warrior Queen», iniciada con un aullido de Jake Rogers al más puro estilo Dickinson, salvando las distancias. Un solo a dos guitarras que pone la carne de gallina. Volvemos a tener todos los elementos, coro, guitarras que cabalgan, una sección rítmica que funciona al milímetro. Estamos ante unos chavales que lo tienen claro, han encontrado su mojo y no lo van a soltar, con un solo de guitarra muy meritorio en el ecuador del tema que estremecerá a lo más escépticos desembocando en un interludio “épico medieval” para acabar en un coro y riff principal. Temazo, no en vano, ha sido elegido como primer single.
Tercer tema, «Outlive Them All», rápida, al trote, otra bomba de adrenalina. Maiden está muy presente aquí, como en todo el disco. ¡Vaya solo de guitarra! ¡Vaya punteo de las dos guitarras! ¡Vaya acelerón! ¡Bajamos pistón con coro! Y acabamos como hemos empezado, al trote. Temazo.
«Hammerforged», empieza como una canción medieval que nos lleva a un riff, más sincopado, muy potente de guitarra. Jake es un cantante como la copa del pino y el trabajo de guitarras es espléndido. Un himno. Metal. Vaya inicio de disco que llevamos. Vaya solo que se marca el amigo Leeland Campana. ¡Qué feeling!
«Traitor’s Gate», empieza con voz a capela acompañado por un discreto punteo de guitarra que nos lleva a un trote de guitarras acompañado de todo el grupo y un coro vociferando: “Betrayer! Deceiver!” Es el tema más largo del disco. El trote tiene un parón que poco a poco te vas a dar cuenta que te lleva a un solo de guitarra con trote de la sección rítmica. Otra maravilla.
«Salt City», es el tema más “peculiar” del disco. Es el tema más “rockero” del LP. Empieza con un punteo de bajo de influencia funky que te lleva a una guitarra rítmica con mucho groove, todo ello teniendo en cuenta que estamos hablando de heavy metal, eh, no me mal interpretes. Solo de guitarras a la limón. Buen tema. Seguimos cabalgando, y otro solazo de guitarra. Se me antoja un tema de aquellos que puede hacer las delicias del respetable en directo.
Con «Blades In The Night» y «Conqueror’s Oath» enfilamos el final del disco. La primera es una de las trotonas del disco, con todos los parabienes anteriores, mostrando al grupo funcionando como un reloj, sin fallos. Y la segunda, uno de los cortes largos del disco, es un medio tiempo épico que evoluciona y va subiendo de revoluciones poco a poco hasta acabar, con un solo de guitarra meritorio. El tema sirve a Visigoth para un broche final espléndido a un disco notable.
La producción del disco corre a cargo de Andy Patterson, una producción austera a la par que poderosa, perfecta para el disco. Un disco que pasa bien, ocho temas, de los cuales solo tres pasan de los seis minutos. Directo al grano, vamos. Todo suena en su sitio, claro y luminoso como el acero. Un disco muy completo, que encantará a los amantes del heavy metal clásico de la NWOBHM, con verdaderos temas a tener en cuenta y que esperamos en directo confirmen las expectativas. Sin duda, creo que Visigoth es una banda para tener muy en cuenta a futuro y con un presente muy prometedor. De momento, el día 27 de febrero podremos comprobar su poder y maestría en directo en la Sala Rocksound de Barcelona. Yo no me los perdería. Steel & Silver!
Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop… en resumen, la música es mi pasión.