Abundan los artículos que, escritos desde una perspectiva a veces indignada, a veces alarmista y a veces tan solo amarillista, critican la indiferencia que los grupos españoles afrontan dentro de sus propias fronteras, en comparación con las bandas que vienen de fuera. De hecho hay muchísimos, demasiados. Tanto que no se notará si añado uno más al montón y después salgo corriendo cual cobarde hipócrita. Pero qué queréis que os diga, aparte de que es fácil comenzar el texto tirando de esta línea (ya lo siento, pero las musas me dejaron tirado) no puedo evitar mosquearme al pensar en el escaso aforo que reunieron Donuts Hole y Vita Imana en Zaragoza el pasado viernes 17 de mayo. En estos momentos soy como ese amigo que encontró la religión y conoce una verdad que todos vosotros desconocéis, putos pecadores. Así que me toca daros mi sermón particular y daros cuenta de la buena nueva: que Vita Imana arrasaron con todo, y la próxima vez más os vale estar en primera fila si queréis ver vuestros pecados purgados.
Empezaré, no obstante, rompiendo una lanza a favor de quienes optaron por otros planes para el viernes por la noche, ya que al menos evitaron la hora y cuarto que nosotros tuvimos que esperar hasta que el show dio comienzo. No era la mejor manera de calentar los ánimos y durante ese tiempo nos convertimos en trasuntos del capitán Hook, aborreciendo de unos relojes que parecían disfrutar con nuestro sufrimiento. Sin embargo, Donuts Hole supieron ahuyentar la apatía que se había adueñado del garito y en cuanto se subieron al escenario dieron comienzo a un concierto intenso y pletórico, con una intensísima “La sombra de tu legado” como prueba fehaciente de que no iban a perder al público, exhortando a la gente a que lo diesen todo con ellos. Pese a que el sonido no destacaba por su nitidez, el grupo supo desenvolverse con presteza y “Tu reflejo” puso a saltar a las primeras filas. Ariel Placenti, diestro vocalista y formidable frontman, supo conectar de inmediato con la gente gracias a su carisma y entusiasmo, y pese a los problemas técnicos que Marco sufrió en su guitarra su trabajo sobre el escenario fue magnífico.
El comienzo de “Ekiriri”, vibrante y lleno de vida y emoción, marcó un nuevo nivel. Ariel exhortaba a los asistentes a que se acercasen a los pies del escenario mientras blandía sobre él una completa autoridad, moviéndose con soltura en frenéticos arrebatos. Tras dedicar unas agradecidas palabras a los presentes y a los integrantes de Vita Imana, así como a bromear con los problemas técnicos que continuaba lastrando su apasionada entrega, procedieron a presentar a Rafa, batería de Blavk Orb que aquella noche sustituía a Sebastián a las baquetas. “Lo que nació entre nosotros” movió el concierto a una dimensión diferente donde el público comenzó a moverse con mucho más entusiasmo mientras el grupo al completo se mostraba más dinámico sobre las tablas y compartía un protagonismo que antes había recaído sobre todo en su vocalista. Al terminar el tema, el grupo preguntó cuántas personas les conocían antes del bolo y celebraron entre risas su sorprendente éxito después de que 4 personas levantaran la mano. Si antes no sabían de ellos, difícilmente olvidarían su nombre a partir de este momento, con un “Mi lado dominante de mí” que convirtió el Auditorio de Interpeñas en una pista de baile extrema. Tras bromear con el impredecible tiempo de Zaragoza, Ariel informó a los asistentes de la campaña que el grupo había lanzado el año anterior contra el abuso, y nos invitaron a firmar la bandera que llevaban consigo para mostrar nuestro compromiso con dicha causa antes de liberar la rabia de “Todxs somos parte”.
Si por algo destacó la actuación de Donuts Hole fue por su gran contundencia escénica y la vivaz simpatía que el grupo supo derramar de manera natural, intercambiando bromas con los presentes y actuando como si no existiera ninguna barrera entre ellos y el público. Y aunque preguntaron si debían irse ya y dar paso a Vita, la gente dejó bastante claro que aún no se había cansado de ellos, por lo que su entusiasmo se vio recompensado con “Lejos del alba” y una exuberante interpretación de “Dos menos en el frente” con la que el grupo dio todo lo que tenía y cerró de manera magistral una noche que se alzaba victoriosa contra todo y todos.
Setlist Donuts Hole:
Intro
La sombra de tu legado
Tu reflejo
Ekiriri
Lo que nació entre nosotros
Mi lado dominante de mí
Todxs somos parte
Lejos del alba
Dos menos en el frente
Tras la actuación de Donuts Hole, Vita Imana ocuparon su lugar animando desde el principio a la gente para que estuviese preparada para lo que se avecinaba. No necesitaban presentaciones ni trucos de ningún tipo. Tan solo dejar que la “Calima” se extendiese antes de propinar un golpe brutal que nos empujase a un viaje sin retorno a través de simas y abismos quebrados por los gritos de Mero Mero, quien acometió con ardor animal su primer concierto en Zaragoza como vocalista de la afamada banda. “No en mi nombre” marcó las que serían las señas de intensidad del show de principio a fin: furia ardiente pero dirigida con precisión, un teatro de tonalidad salvaje que transitaba desbocado pero sin perder nunca de vista el argumento principal. Mero y Pepe rasgando sus gargantas en una vorágine irredenta. Una acometida que ni siquiera el micro pudo aguantar, como señaló entre risas el flamante frontman mientras mostraba el destrozado aparato. Una pequeña pausa técnica que el grupo aprovechó para expresar su alegría por la oportunidad de tocar de nuevo en la ciudad y que sirvió de prólogo a la bestial “Desfiguradas”, con la que grupo y música se unieron en una única performance destructiva y arrebatada. Los tribales chillidos de Miriam nos llevaron sin contemplaciones a “Seis almas”, donde el público acompañó de buena gana a la banda cantando los estribillos y dando comienzo a los primeros pogos. Tras preguntar a los asistentes si deseaban escuchar una balada, optaron por un registro más enérgico, y presentaron “Romper con todo” para alborozo del público, que convirtió las primeras filas en un campo de batalla bajo la presencia dominante de Mero. Sin perder mucho tiempo, Pepe comenzó a picar al personal para que se abalanzaran sin contemplaciones sobre la siguiente, la pesada “¡Contrataque!”. Diego López demostró durante la misma que su entrada en Vita Imana no ha sido en balde, demostrando su habilidad y ardor como guitarrista. Con ello formaron el ambiente perfecto para que “Animal” fuese recibida con un tormentoso pogo que parecía moverse el ritmo frenético marcado por Dani y Miriam, antes de estallar bajo los primitivos auspicios de la percusionista.
Debiendo parar de nuevo para solucionar un pequeño problema con el bajo de Pepe, Mero aprovechó para hablar con el público y preguntarles si creían conveniente parar ya, pues él “ya estaba viejo y así podría irse a casa”. Más quisiera él, pues la sed de los allí presentes no conocía la saciedad. “Oxígeno” invocó una energía crepitante que creció poco a poco hasta estallar con furia y alcanzarlo todo y a todos. “El mundo a mis pies” inició una carrera acelerada que parecía imparable mientras el grupo devastaba a placer las tablas, antes de detenerse un momento para interpretar de manera sentida “El duelo”, desplegada sobre una base instrumental sólida y pulida, con momentos de protagonismo para Miriam y Diego que merecieron el aplauso del público. La rapidísima “Desdoblamiento” pareció convencer al grupo de que valía la pena intentar llegar más allá, y para “Paranoia” convocaron un Wall of death que contó con la voluntariosa colaboración de los asistentes, completamente entregados al ritual de violencia de Vita Imana. Y aun así, aquello podría calificarse de tibio en comparación con la reacción que desencadenaron las primeras notas de “Gondwana”. Un himno poderoso y soberbio que contó con la brutal interpretación del conjunto mientras Mero bailaba jocoso sobre el festivo infierno que se movía a sus pies, y que encadenaron con “Bosa” en un combo brutalmente efectivo. ¿Había sido suficiente? ¿Acaso no echábamos en falta algo, preguntó el vivaracho vocalista? Pues sí, aún debíamos ver el amanecer de “Un nuevo sol”, un golpe final que cristalizó la alegría de todos los que se encontraban en la sala y la convirtió en una instantánea viva, un recuerdo que permanecerá sobre tantos otros. Cada noche puede ser la memoria que nos acompañará en los momentos felices que nos queden, no las desaprovechéis. Bailad, gozad, y romped con todo.
Setlist Vita Imana
Calima
No en mi nombre
Desfiguradas
Seis almas
Romper con todo
¡Contrataque!
Animal
Oxígeno
El mundo a mis pies
El duelo
Desdoblamiento
Paranoia
Gondwana
Bosa
Un nuevo Sol