¿Tenéis ganas de un poco de música original? ¡Pues no busquéis más! Desde Alemania llegan Voldt, un power trio de lo más peculiar con un estilo que no te va a dejar indiferente. La banda está formada por el vocalista y guitarrista Al Shirazi, el bajista Johannes Horas y el batería Wanja «Nechtan» Gröger, y su nuevo trabajo de estudio acaba de salir del horno.
En 2019 debutaban con el EP Voken, una primera muestra de su música. Ahora, nos llega su primer larga duración, Vandalism. Con esta curiosa portada, tirando a minimalista, ya nos dan a entender que no son una banda normal para nada. Solo falta escuchar unos segundos para ver la frikada, genialidad o fumada que tenemos delante, según quién o cómo se mire.
«The Great Command» empieza con una risa malévola, y enseguida entran al trapo. Lo primero que llama la atención es el tono de guitarra que usa Shirazi en este disco. Solo tiene una ligera distorsión, mucho menos agresiva que en la gran mayoría del metal actual. Precisamente eso les da una identidad propia y un sonido singular. Lo segundo que salta a la vista es la voz tremendamente melódica del mismo Shirazi. Vaya vozarrón tiene el chaval. Grandilocuente, extravagante, bohemio… como queráis, pero este es otro punto distintivo de la banda que los hace ser quienes son. Seguramente este canto tan operístico no es para todo el mundo, pero la forma en que se combina con los instrumentos me parece muy interesante.
Por otro lado, los riffs tienen mucho gancho y tienen influencia de diferentes estilos, como en la siguiente «Headless Haunting Hound». Está claro que tiran hacia el progresivo, con disonancias, frases complejas y en general un trabajo instrumental soberbio. También beben del metal extremo, como no podía ser de otra manera con Nechtan tras los parches. Es un experimentado batería, capaz de tocar a velocidades absurdas con una técnica limpia y precisa. El tio está en multitud de proyectos, la mayoría de black metal, como Keep of Kalessin o Dark Armageddon. Además, tiene su propio canal de YouTube, donde cuelga mucho contenido instructivo, ejercicios de batería y demás. En Voldt le podemos escuchar en registros bastante variados, pero esos blast beats marca de la casa le delatan.
En «Killing at the Speed of Light» también tenemos unos cuantos, con un Shirazi llevando al límite sus cuerdas vocales en esas partes más extremas. Vienen seguidas de estribillos más pegadizos, de esos que se te quedan en la cabeza hasta el día siguiente. «Symphony of Suicide» empieza con un riff muy guitarrero, y luego pasa a ser más dramática, con esos acordes disonantes que van volviendo a lo largo del álbum.
También saben de groove, como podemos comprobar en «Monsters of the Sea». Un tema rítmico para mover la cabeza sin parar. Nechtan nos muestra su dominio del doble pedal mientras el bajo de Horas lo mantiene todo bien empastado, y ocasionalmente también hace sus virguerías. Seguidamente, llega la tralla de «Teachings», con algún momento que recuerda a System of a Down y sus cambios inesperados, y un estribillo que se parece más al power metal, pero sin dejar esta atmosfera melancólica que tiene todo el disco. Otro punto a favor es la combinación tanto de diferentes matices en cada tema, como de una a otra canción. Eso hace que Vandalism sea fácil de escuchar de una tirada, e incluso se haga corto.
El combo final empieza con Servant y su ritmo truncado que recuerda a bandas progresivas como Leprous. También hay momentos para unos cuantos arpegios de guitarra, que generan la calma antes de volver a la tormenta de nuevo. «Shame or Glory» cierra con unas melodías de voz más alegres y uno de los mejores estribillos del álbum. Por si fuera poco, también tenemos un auténtico solazo de guitarra. Un final por todo lo alto, ¡claro que sí!
Ya os avisé que teníamos delante un trabajo poco ortodoxo, pero realmente vale la pena echarle unas cuantas escuchas. Yo me enganché al escuchar su primer EP Voken y con Vandalism aún me han ganado más. Si inicialmente no te entra, quédate un rato, todo cuadra más y más a medida que avanza la escucha.
Lo que está claro es que bandas como esta, que se atrevan a innovar y a hacer la música que les dé la gana, hay pocas. Sería muy interesante ver como defienden estas piezas en directo, ¡a ver si algún día tenemos la oportunidad de verles en nuestras tierras!
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Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.