Vredehammer nació como proyecto en solitario de Per Valla desde la fría Noruega editando un par de EP’s hasta que encontró los músicos adecuados para llevar a cabo directos. Con varios cambios durante estos años, sobre todo en la base rítmica, se nos presentan este 2020 con su tercer larga duración que lleva por título Viperous. Se trata de un disco de un agresivo y potente black/death metal recordando a grupos como Zyklon, The Wretched End, Diabolical o Keep of Kalessin por nombrar algunos.
Al empezar nos encontramos con elementos electrónicos que nos pueden despistar y llevar a una primera impresión un tanto rara pero en el momento que entran con la tralla no hay duda que nos encontramos ante un trabajo bastante cuidado en lo que a producción se refiere. Hay algún que otro destello técnico pero en general los riffs, los ritmos y las líneas vocales son bastante sencillas pero todos los elementos están muy bien hilvanados creando unas piezas consistentes y que captan nuestra atención.
En la segunda canción «Aggressor» encontramos algunos detalles sinfónicos, más bien pocos, pero que están justo donde deben estar. Guitarras consistentes que destilan elegancia y frialdad. «Suffocated All Light» entra a degüello con una buena dosis de blast beats y unos riffs que aunque pecan de poco originales (suenan a los grupos que he mencionado antes, de manera un tanto descarada) seguro que te harán mover las greñas junto a un brutal doble bombo. Vuelven a aparecer esos elementos modernos con unos samples bastante futuristas que te pueden chocar en las primeras escuchas pero que no encuentro que desencajen aunque entiendo que a alguno le puedan chirriar un poco.
Llegamos a la canción que da título al trabajo y nada nuevo bajo el sol. Ritmos machacones junto a una base simple pero efectiva creando una buena atmósfera, algo repetitivos ahondando en un mismo riff durante un buen rato que puede llegar a ser un poco tedioso. Otra cosa que peca de monotonía es la voz que apenas cambia de registro siendo áspera y rasgada todo el rato. Se agradece que en la mezcla esté un poco debajo del resto de instrumentos ya que solamente en algún doblaje destaca. Eso sí, los solos, sin ser nada del otro mundo, aportan algo de dinámica a las canciones.
Esperando que la cosa remonte hacia la mitad del disco nos encontramos con lo que podría ser un déjà vu en toda regla. Pero bueno, aquí las guitarras juegan un papel fundamental con unos buenos cambios aunque no impresionan mucho. Hoy en día es muy complicado sorprender o ser original y todo suena a esto o aquello y salirse de los cánones pues… Ostras, la voz me recuerda incluso al descafeinado David Vincent de Vltimas. Pero no os alarméis, aquí sí hay unos buenos cambios, no vocales, si no de ritmo y otra vez elementos que ¿desentonan? Algo.
Buen inicio tiene «In Shadow» aunque peca de lo que peca todo el trabajo: repetición de patrones y abuso de ello en algunas partes. La verdad que al avanzar va perdiendo algo de fuelle pero siempre hay algún pequeño cambio que consigue atraparte de nuevo, un disco ideal para ponértelo e ir haciendo otras cosas.
No voy a seguir ya que lo que nos encontramos en las tres últimas piezas de este trabajo ya lo hemos escuchado antes y no nos ofrecen ningún elemento nuevo. Así que si sentís curiosidad y os gustan los grupos nombrados les podéis dar una oportunidad, puede que a vosotros os gusten algo más que a un servidor.