Vuelve el Be Prog! My Friend: Haken brilla en la primera jornada del festival

Había muchas ganas del regreso de Be Prog! My Friend. Tras seis años de sequía, el festival vuelve para alegría de todos los amantes de la música progresiva. En este caso, el formato cambia a algo más pequeño, que apunta a ser más sostenible. También en el Poble Espanyol, pero en el escenario de La Carpa, y con una capacidad de solo 1.000 personas. Eso provocó que las entradas se vendieran en gran parte antes de anunciar las bandas que formarían parte de esta edición, y poco después se anunciaría el sold out.

Con Haken y Pain of Salvation como principales reclamos y ocho bandas en total repartidas en dos días, el festival daba el pistoletazo de salida el viernes 27 de septiembre. las puertas abrían tempranísimo, ya que han querido espaciar las actuaciones y que todos los grupos puedan disfrutar de un buen tiempo de set. Especialmente los cabezas de cartel de este primer día, como veremos más adelante. Kingcrow tenían el honor (o la ardua tarea según como se mire) de abrir esta edición, bajo el sol de las 16:30.

Kingcrow

Los romanos salían dispuestos a animar al público, que iría creciendo a medida que la gente saliera del curro, desde primerísima hora. En mi caso, fue un festival de descubrir a bastantes grupos, ya que muchos de los elegidos para esta edición no son nada fáciles de ver por aquí. Y los primeros fueron Kingcrow, con un metal progresivo muy melódico y accesible.

Empezaban con la más rockera «Kintsugi», con un aire muy a lo Royal Blood, que también abre su más reciente álbum Hopium (2024). Le dieron bastante protagonismo a este nuevo trabajo, con los tintes electrónicos de «Parallel Lines» o la más tranquila «Glitch». Diego Marchesi hacía gala de su voz, aunque reservaba lo mejor para esos estribillos intensos, quedándose en registros más cómodos la mayor parte del tiempo.

Con «The Moth» llegaba seguramente el punto álgido de la actuación, con una instrumentación compleja y muy compacta que hasta nos podía recordar a Dream Theater por momentos. Genial forma de abrir el festival con una banda de este calibre, habrá que echarles el ojo encima a esta gente.

Obsidian Kingdom

La única banda local del festival fue Obsidian Kingdom, y a pesar de ser de aquí, tampoco hacen conciertos muy habitualmente. Además, hoy venían con el aliciente de tocar su primer larga duración, Mantiis (2012), en su totalidad. Tras la intro de rigor, la cosa empezaba de abajo a arriba con «Oncoming Dark», que empieza poco a poco y va subiendo de intensidad hasta llegar al empalme con «Through the Glass», que nos mete de lleno en el universo de la banda.

Con «Cinnamon Balls» llegaban los primeros momentos extremos del disco, y únicos del día, ya que en esta primera jornada se concentraban las bandas más suaves del festival. Los guturales y blast beats esporádicos que sonaban por aquí y por allá eran de agradecer entre los pasajes, y servían para liberar esa tensión acumulada de los múltiples pasajes atmosféricos que tiene Mantiis. Progresivo de calidad y proximidad.

A medida que nos adentramos en el álbum nos topamos con la intensidad de «Last of the Light» o «Endless Wall», que sonaron atronadoras pero claras gracias al buen sonido que tiene el escenario de la carpa. Quizás ese fuera el mejor punto del festival, un sonido de lujo prácticamente en todas las actuaciones. Acabados los 14 temas de Mantiis, se despedían para dejar paso a las otras dos bandas de la jornada.

Setlist Obsidian Kingdom:

Not Yet Five
Oncoming Dark
Through the Glass
Cinnamon Balls
The Nurse
Answers Revealing
Last of the Light
Genteel to Mention
Awake Until Dawn
Haunts of the Underworld
Endless Wall
Fingers in Anguish
Ball-Room
And Then It Was

Pure Reason Revolution

Otro de los grupos del cartel que no tenía controlados eran Pure Reason Revolution. Los ingleses volvieron a las andadas en 2018 tras su separación unos cuantos años antes. Liderados por los vocalistas Jon Courtney y Annicke Shireen (que sustituye temporalmente a Chloë Alper), combinan el rock progresivo con influencias de música electrónica.

Su sonido varía de partes calmadas, casi chillout, a secciones más rockeras. Así lo pudimos ver por ejemplo en «Silent Genesis», salida de su disco Eupnea (2020), una pieza de diez minutos que recorre diferentes paisajes sonoros. La pareja de vocalistas son el gran activo del grupo, con esas voces dobladas tan cautivadoras cuando se ponen a cantar juntos.

Rescatarían también «The Bright Ambassadors of Morning», de su álbum The Dark Third (2006), otra pista de larga duración con un clímax tremendo que toca el rock psicodélico. Hace nada lanzaban su último trabajo, llamado Coming Up to Consciousness (2024), pero si no me equivoco no tocaron ninguna de sus canciones.

Pure Reason Revolution nos hicieron pasar un buen rato, y a pesar de no ser un tipo de banda que personalmente suela escuchar, su concierto se me hizo bastante ameno. El Sol ya se iba poniendo, y pasadas tres actuaciones, aún quedaba el plato fuerte de la noche.

Haken

Eran solo las ocho y pico de la tarde, pero ya era la hora de Haken. Sin saber lo que se nos venía encima, al principio pensaba que sobre las 22:30 estaríamos fuera, como viene siendo costumbre en algunos conciertos últimamente, adaptándose al horario europeo. Sin embargo, resulta que el grupo londinense nos tenía preparado un tremendo show de tres horas de duración en total. Casi nada.

Durante la primera hora, se dedicaron a desgranar su más reciente esfuerzo, Fauna (2023) de cabo a rabo. Empezando por «Taurus», fueron cayendo los nueve temas del mismo, con los diferentes matices y palos que va tocando cada uno de ellos y esos compases irregulares que te dejan el culo torcido cada dos por tres.

Ross Jennings estuvo increíble a la voz, llegando a las notas más altas con aparente facilidad y aguantando sin inmutarse un set tan largo, incluso después de muchos días seguidos de gira. Un fenómeno. Y hablando de fauna, destacar también el baterista Ray Hearne, un auténtico animal a las baquetas que no dejaba de regalarnos detalles sutiles y redobles inesperados.

Tras acabar con el susodicho álbum, encaraban «Crystallised» sin despeinarse. Se trata de una épica de 20 minutacos que sale de su EP Restoration (2014). Una fantasía super entretenida, me flipó esa parte a capela que hay por la mitad, a tres o cuatro voces, reminiscente de bandas de prog clásico como Yes.

En este punto, abandonaban el escenario para reponerse durante diez minutos, que pasamos escuchando la banda sonora del Libro de la Selva. La segunda parte del set sería un mejores éxitos del resto de su discografía, con cortes como «Puzzle Box», «Cockroach King» o la instrumental más cañera «Nil by Mouth», donde se atreven con sonidos más próximos al djent

Tras una intensa «The Strain», un solo de batería y teclado introducía «Canary Yellow», ambas de su anterior trabajo Virus (2020). Llegábamos al final con una visita a su debut. «Drowning in the Flood» nos llevaba de vuelta a los orígenes de Haken, también con una buena dosis de energía. Pero quedaba tiempo para un bis, y vaya uno…

Abandonaban el escenario, pero no tardaban en volver entre aplausos para regalarnos «Visions», otra mega-construcción de más de 20 minutos para culminar un bolazo como la copa de un pino. Pobres los que no fueran muy fans de la banda, porque si no te gusta lo que hacen, vaya tostón de concierto debió ser aquello. Pero por lo que parece, la gran mayoría del público estaba encantada con el recital que se marcaron Haken. Y no es para menos, pues son sin duda uno de los mayores talentos de la música progresiva actual.

Estad atentos a la crónica del sábado en unos días, porque la segunda jornada fue aún mejor si cabe.

Setlist Haken:

Primer set – Fauna:
Taurus
Nightingale
The Alphabet of Me
Sempiternal Beings
Beneath the White Rainbow
Island in the Clouds
Lovebite
Elephants Never Forget
Eyes of Ebony
Crystallised

Segundo set:
Puzzle Box
Earthrise
Cockroach King
Nil by Mouth
1985
The Strain
Solo de batería y teclado
Canary Yellow
Drowning in the Flood
___
Visions

Aleix Besolí

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Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.

También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.